Durant acaba con la rebeli¨®n de los Wolves de Ricky Rubio

Muchas rebeliones tienen el mismo patr¨®n. Comienzan gloriosas, contin¨²an su lucha tanto interna como externamente y finalizan con la cabeza de su l¨ªder en una pica. En el partido entre los Minnesota Timberwolves y los Oklahoma City Thunder (123-126) pas¨® algo parecido. Los Wolves, un equipo machacado por una pesada y cansada maldici¨®n a?o tras a?o, saltaron a la cancha como el cuarto peor equipo de la NBA, sin miras m¨¢s altas que aprovechar cualquier oportunidad para darse alguna alegr¨ªa. Aunque, siendo sinceros, su guerra ya es otra: la de conseguir la mejor posici¨®n del draft y as¨ª so?ar con que alg¨²n d¨ªa, alg¨²n lejano d¨ªa, pueden volver a unos playoffs que no pisan desde 2004. Muchos a?os. Muchas penurias.

Pero a pesar de ello y conscientes de los problemas que arrastraban los Thunder, no dudaron en tratar de proteger su fuerte. El equipo de Oklahoma lleg¨® con el tiempo justo para este back to back?tras cuatro d¨ªas encerrados en una Nueva York nevada, donde perdieron de forma asombrosa en Brooklyn y ganaron, despu¨¦s de una pr¨®rroga asfixiante, a los Knicks para lograr 34? victoria del curso (con el triunfo en Minnesota siguen terceros con un balance 35-13, 12-3 en este mes de enero).

Estas piedras en el zapato se notaron durante el partido contra Ricky y los suyos, y el que mejor lo supo leer fue Zach LaVine. El escolta, reconvertido a base, sali¨® a la cancha en el minuto cuatro del primer cuarto por el espa?ol y con empate a 18 en el marcador. Desde ah¨ª se desat¨® su locura. Al finalizar los cuatro periodos, el marcador se?alaba 35 puntos para ¨¦l (5/8 desde el triple), m¨¢ximo anotador del duelo, m¨¢ximo anotador hist¨®rico de la franquicia desde el banquillo y m¨¢ximo anotador de la temporada como sexto hombre. Nada mal en 48 minutos de juego para un hombre que promediaba 12,0 tantos de media esta temporada.

Su arranque en el segundo cuarto (10 seguidos) provoc¨® la reacci¨®n de Donovan desde el banquillo. Tiempo muerto tras perder la delantera una vez m¨¢s en el partido (38-35) y entrada en pista de Durant y Westbrook. Entre los dos anotaron el 60% (74 de 122) de los puntos ayer en la Gran Manzana, y aunque hoy estuvieron acompa?ados por los 23 de Kanter, alcanzaron el 40% de los tantos de los suyos. El base alcanz¨® los 24 y reparti¨® 15 asistencias, mientras que el alero logr¨® 27. Durant, adem¨¢s, tuvo una influencia capital en los instantes finales. ?l y los Thunder aguantaron todos los golpes (64-64 al descanso y 94-91 al finalizar el tercer cuarto) que daban con rabia entre el propio LaVine, Dieng (21), Wiggins (20) y Towns (19), y los destrozaron cuando ya no hab¨ªa capacidad de reacci¨®n. Ricky repiti¨® sus 4 puntos (1/6 en tiros de campo) y 10 asistencias de Cleveland. Es el cuarto partido consecutivo en el que alcanza o supera la decena de pases a canasta.?

Con 111-113, tras canasta de LaVine, Durant tom¨® la iniciativa como hizo en La Meca del baloncesto. "He escuchado a Robert Horry decir en un mont¨®n de ocasiones que cuando lanzaba esos grandes tiros no le importaba. Trato de dar ese mismo enfoque. Lo peor que puede pasar es perder. Eso no es tan malo como otras cosas que podr¨ªan suceder", se?al¨® un jugador que s¨®lo pudo vestirse de corto en 27 ocasiones la pasada temporada por las lesiones. Con esa idea, la de Horry y sus lanzamientos vitales, el MVP de 2014 hizo cinco tantos seguidos (un triple y una de dos) que pusieron un 113-118 corto para ya insalvable para unos Wolves que sumaron su 12? derrota en los 14 partidos que llevamos en 2016... m¨¢s la cabeza en una pica del rebelde del d¨ªa: Zach LaVine.