Y a todo esto, ?qui¨¦n es Draymond Green?
El jugador de los Golden State Warriors est¨¢ en el momento m¨¢s dulce de su carrera. Es una de las piezas de la racha victoriosa de su equipo.

Draymond Green lleva asombrando al mundo del baloncesto desde la pasada temporada. El jugador de los Golden State Warriors ha pasado de ser uno m¨¢s en la NBA a uno de sus grandes reclamos. Su evoluci¨®n es sorprendente. En su primer a?o en la franquicia de La Bah¨ªa, Green jug¨® un partido de titular y calificar sus medias de modestas es todo un halago: 2,9 puntos, 3,3 rebotes y 0,7 asistencias en 13,4 minutos por partido. Tres temporadas despu¨¦s, el ascenso es mete¨®rico con 14,7 tantos, 9,6 capturas y 7,5 pases a canasta en 34,9 minutos y 36 de 36 encuentros como titular. Adem¨¢s, suma?triples-dobles con extrema facilidad. En lo que llevamos de curso ha logrado ocho. Nada m¨¢s. Nada menos. Pero, ?qui¨¦n es Draymond Green?
El futuro all star naci¨® en Saginaw (Michigan), una ciudad muy dependiente de la industria automovil¨ªstica de la cercana Detroit. El declive del sector (que ha llevado a la quiebra a la Motown) ha afectado al sistema educativo de la ciudad. Hoy en d¨ªa, la escuela de Green ense?a a 214 estudiantes de primer a?o y s¨®lo a 98 en el tercero. La tase de abandono es asombrosa y no era mucho mejor cuando la estrella de los Warriors iba all¨ª. Fue a una mala escuela y creci¨® en la pobreza.
Green vivi¨® en ese entorno junto a sus dos hermanos y tres hermanas. Una gran familia que surgi¨® de los dos matrimonios de su madre, Mary Babers-Green, la mujer que molde¨® su futuro a base de disciplina casi militar. A los 15 a?os, en pleno desarrollo de sus habilidades y a la caza de una oportunidad universitaria, su madre cancel¨® todos sus viajes a campeonatos de ¨¦lite por el pa¨ªs como el AUU de Las Vegas por copiar en un examen de biolog¨ªa. "Era el payaso de la clase. Cre¨ªa que era la manera de ser popular. No estudiaba y trataba de conseguir todo f¨¢cilmente", comentaba Green en 2012. "Tuve un 59,6 antes del examen final, por lo que s¨®lo necesitaba contestar bien un par de preguntas y pasar¨ªa". El problema lleg¨® cuando su profesor, Mike Servinski, lo caz¨® copiando. Suspendi¨®. Su madre se enter¨® de lo ocurrido al hablar con el maestro.?
"Le quit¨¦ el tel¨¦fono, su Playstation... incluso su cama. No s¨¦ donde dorm¨ªa. Estaba loca. Era una madre soltera que ten¨ªa dos empleos para ¨¦l, y ?esto es lo que hac¨ªa?", comentaba Babers. "Cuando se enter¨®, sal¨ª de la habitaci¨®n, de mi casa. Me fui tan lejos como me fue posible. Ella cerr¨® cualquier posibilidad de que fuera a los campamentos. Mis entrenadores trataron de convencerla, pero no lo consiguieron. Tuve que ir a la escuela de verano. Me cambi¨® la vida. No estar¨ªa aqu¨ª, no habr¨ªa tenido este ¨¦xito si no hubiera hecho eso. Desde entonces no volv¨ª a sacar menos de 3,2", se sinceraba Green.
Tras ese altercado, el campe¨®n de un anillo se matricul¨® en la Universidad de Michigan State, donde se gradu¨® en comunicaci¨®n tras cuatro a?os de estudio. En el baloncesto, el chico que creci¨® con Kobe Bryant y Grant Hill como ¨ªdolos, tambi¨¦n destac¨® al convertirse en el primer jugador en la historia del centro en ser nombrado Big Ten Sixth Man of the Year, adem¨¢s de conquistar como capit¨¢n, en su a?o de s¨¦nior, el campeonato de la conferencia. La relaci¨®n con su alma matter no acab¨® con la graduaci¨®n. Ya en la NBA, don¨® 3,1 millones de d¨®lares para becas y la construcci¨®n de un nuevo centro de atletismo. Ha sido hasta la fecha, la mayor contribuci¨®n de un deportista a Michigan State.
La llegada de Green a la Liga fue dif¨ªcil. Su altura y atletismo hac¨ªan dudar de su posici¨®n natural. No era un alero al uso, pero tampoco un ala-p¨ªvot, as¨ª que qu¨¦ hacer con ¨¦l. Baj¨® muchos puestos en el draft, hasta que los Warriors hicieron bingo. Segunda ronda, pick 35. Una de las mayores gangas en la historia del baloncesto estadounidense. "Estuve roto toda mi vida. No voy a vivir de esa forma, pero mantendr¨¦ mis principios", subray¨® Green (del que todos destacan su humildad) al aterrizar en San Francisco. Vive en un modesto apartamento en Emerville, alejado de la suntuosidad de la ciudad.?
Su confianza y personalidad le han permitido convertirse, sobre la marcha, en un jugador de la NBA, y tambi¨¦n algo de suerte, la verdad. Una lesi¨®n de David Lee la pasada campa?a (en la que empez¨® con 10 kilos menos), permiti¨® a Green convertirse en uno de los jugadores m¨¢s polivalentes de la Liga. De alero o ala-p¨ªvot, en ataque o en defensa, es un quebradero de cabeza para todos. Nadie sabe exactamente c¨®mo parar a un jugador que hace de todo con una energ¨ªa desorbitada. Es un torbellino. "Amo lo que hago, as¨ª que es f¨¢cil mantener esa pasi¨®n. Cuando piso la pista y juego al deporte que amo, s¨¦ que es una bendici¨®n. No es algo que tenga garantizado, as¨ª que es f¨¢cil", manifest¨® un jugador al que pocos ve¨ªan en la Liga, menos a¨²n como protagonista y ninguno como campe¨®n: "?Mam¨¢! Ellos dec¨ªan que no pod¨ªa jugar en esta Liga", grit¨® tras alzarse con el anillo el pasado verano. Este es Draymond Green el hombre que sue?a con "participar en el All Star de Toronto, ganar otro anillo, ir con la selecci¨®n a los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo y ganar la medalla de oro". Todo eso y en ese orden.