Un triple de Llull in extremis salva al Madrid en la pr¨®rroga

Qu¨¦ grande es el baloncesto, cu¨¢nta emoci¨®n y agitaci¨®n. Todo se decidi¨® en d¨¦cimas de las que se miden en los cron¨®metros de la F¨®rmula 1. Porque una d¨¦cima fue lo que le falt¨® a Luke Harangody para anotar dentro de los 24 segundos de posesi¨®n y darle la gloria al Valencia. Firm¨® un canast¨®n y celebr¨® lo que cre¨ªa un triunfo ¨¦pico, pero la alegr¨ªa termin¨® en festejo interruptus. La canasta no val¨ªa. El Valencia hab¨ªa iniciado su ¨²ltimo ataque a falta de 25 segundos y 4 d¨¦cimas y cuando el americano estaba a¨²n en el aire, y en contacto con el bal¨®n, el reloj de posesi¨®n marcaba cero. Revisi¨®n en el instant replay y¡­ pr¨®rroga. Y ah¨ª, los Sergios, tras una muy mala actuaci¨®n, asumieron responsabilidad y media: 13 puntos entre ambos en esos cinco minutos extra, cuando en los 40 anteriores agruparon seis.

El Madrid hab¨ªa ido a lomos de un caballo desbocado, cay¨® al suelo varias veces, incluso temi¨® ser pisoteado, pero lo dom¨® a tiempo, otra vez cuesti¨®n de d¨¦cimas, las que tard¨® Llull en alzarse ejecutor (falta incluida, lo pueden ver en las im¨¢genes) y anotar un triple incre¨ªble que romp¨ªa el empate a 100 como un jarr¨®n chino y de paso las opciones de una segunda pr¨®rroga (antes, 88-88).

Los blancos se aseguran ahora como m¨ªnimo el quinto partido en el Palacio. Viven, y lo hacen por esa defensa zonal presionante 1-2-2 que mutaba a 3-2 y que fue clave desde el ¨²ltimo cuarto con Slaughter y Rudy en labor de zapa. Y vive el Madrid gracias a su temple desde la l¨ªnea de personal, porque anot¨® los ¨²ltimos 14 tiros libres que lanz¨® (Felipe Reyes, 8 de 8). En el minuto 32 languidec¨ªa (76-66), pero al campe¨®n de Europa siempre se le espera. Y apareci¨® como tantas otras veces. Lo logr¨®, adem¨¢s, sin hundimiento taronja, con Luke Harangody (5 triple y 8 rebotes) y Guillem Vives (17 tantos y autor del empate a 100 con un triple a falta de 19 segundos) haciendo un enorme trabajo. M¨¢s m¨¦rito.

El partidazo del Valencia en el Palacio no fue flor de un d¨ªa, queda claro. Porque este martes lo repiti¨®. Y lo repiti¨® pasando por encima de la ansiedad y la presi¨®n que le hab¨ªa supuesto jugar en casa en las ¨²ltimas eliminatorias. Por encima tambi¨¦n de un Madrid mucho m¨¢s serio y concentrado de inicio, que salt¨® a cancha con todas las alarmas activadas. En modo de m¨¢xima concentraci¨®n. Implicado atr¨¢s, raudo en el rebote y circulando el bal¨®n con precisi¨®n con Reyes de estandarte ofensivo. Doce puntos del capit¨¢n (dos triples) en los cinco primeros minutos hasta que pidi¨® el cambio.

Ay¨®n se sumaba a la fiesta (luego tambi¨¦n en el tercer cuarto con siete tantos seguidos) y el Madrid contaba once de ventaja (15-26). Y entonces se atasc¨®, perdi¨® el ritmo, se ech¨® en brazos del triple y empez¨® a ceder en los rechaces al tiempo que fallaba canastas hechas bajo el aro. Una tras otra... Al descanso, 6 encestes de dos de 17 intentos (por 6 de 19 en triples). Tanto se ceg¨®, que estuvo cinco minutos sin anotar, lo que aprovecharon los locales para regresar al duelo con buena aportaci¨®n de Vives y de Pablo Aguilar.

M¨¢s tarde coger¨ªa los mandos Dubljevic, morrocotuda actuaci¨®n. Un martirio para los p¨ªvots blancos. Testigo que cedi¨® a Van Rossom y sus penetraciones y este de nuevo a un Vives brillant¨ªsimo. Eran nueve jugadores y medio (Rafa Mart¨ªnez jug¨® con lumbalgia), pero les sobraban ante una red defensiva blanca caladita de agujeros. ¡°Atacad, que no defienden penetraciones¡±, llevaba d¨ªas repitiendo Carles Duran. Y atacaron, pero el oficio del Madrid y su zona acudieron al rescate. Y los Sergio, y Reyes, y al final Llull con un triple del planeta NBA. Laso y Duran se marcharon abrazados. El jueves, m¨¢s y mejor.