Los Clippers sobreviven en Texas: todo o nada en el 7?

No hab¨ªa m¨¢s remedio. Los Angeles Clippers y los San Antonio Spurs estaban abocados a un s¨¦ptimo partido. El baloncesto reclamaba que esta serie llegase a la agon¨ªa final, a ese ¨²ltimo encuentro que es un todo o nada. O ganas o casa. Y se ha conseguido por la fe inquebrantable de los angelinos en ello, cuando desahuciados y apaleados, mantuvieron la sangre fr¨ªa, un esp¨ªritu indomable que les ha transferido una personalidad capaz de ganar dos veces en San Antonio, las dos veces que m¨¢s lo necesitaban, cuando estaban entre la espada y la pared. Vencieron esta madrugada en Texas, en el AT&T Center como lo hicieron en el cuarto. Esta vez lo lograron por 96-102, en un encuentro vibrante que no se resolvi¨®, como deb¨ªa ser, hasta los taquic¨¢rdicos instantes finales. Superaron todo lo que se les vino encima: el ambiente, los pron¨®sticos, Belinelli y, otra vez, la historia: desde 2006 los hombres de Gregg Popovich hab¨ªan cerrado todas sus series cuando se deb¨ªan decidir en su casa. Siete para ser m¨¢s exactos. Los de Doc Rivers asaltaron ese dato al igual que hicieron sobre San Antonio.

No hab¨ªa m¨¢s remedio. Chris Paul y Blake Griffin no quieren irse tan pronto a casa. Ya est¨¢n hartos de esa situaci¨®n. Quieren m¨¢s y pueden lograrlo. Equipo hay. Entrenador tambi¨¦n. Lo que siempre les ha faltado es una suerte, que por esquiva, ha esquilmado cualquier tipo de opci¨®n de hacer historia, de colgar en el Staples Center su primer bander¨ªn de campe¨®n. Por ello no perdieron los nervios, a pesar de que Chris Paul empez¨® mal, rematadamente mal los primeros 24 minutos. El base anot¨® cuatro puntos, todos ellos desde la personal, hasta el descanso. Su primera canasta en juego fue en el tercero (4:46). Su desaparici¨®n tuvo que ser paliada por la pareja interior de Rivers: Blake Griffin lleg¨® a los 8 tantos en la primera mitad y DeAndre Jordan, a 15. El p¨ªvot no volver¨ªa a anotar y sufri¨® muy, muy pronto el Hack a su persona. Respondi¨® algo mejor que en el resto de la serie, pero sigue siendo un sufrimiento desde la l¨ªnea de personal. Complet¨® una serie total de 7/15, un 46,7% (llevaba acumulado un 38,6%).

La aportaci¨®n de ambos fue una necesidad ante lo que se les vino encima. Hay algo especial en los Spurs (es una obviedad, lo s¨¦), pero siempre hay alguien que da un paso adelante cuando las cosas se encasquillan. Normalmente, suele ser cualquiera de su Big-Three o Kawhi Leonard, pero que aparezca otro protagonista no es una gran sorpresa. Hoy le toco la china a Marco Belinelli. El italiano estuvo superlativo desde el per¨ªmetro. Fue Vasili Z¨¢itsev en Stalingrado alcanzando el 7/11, con dos momentos claves: en el segundo cuarto cuando hizo bingo cuatro veces seguidas (41-32), y al final del duelo. En su primera gran aparici¨®n no pudo evitar que se llegar¨¢ al descanso con empate. Las leyes del baloncesto no iban a dejar escapar a nadie (51-51)

Con la segunda parte en juego, los Clippers trataron de dar un latigazo al encuentro con un parcial 2-11 que dej¨® a los Spurs dos minutos sin anotar y una diferencia de relativa calma (53-62), que se volvi¨® a encoger antes del ¨²ltimo acto (72-76), donde quedar¨ªa lo mejor: la vuelta al partido de Chris Paul. El base conect¨® cinco puntos seguidos (78-85) que no s¨®lo dieron la ventaja vital para que los Clippers se llevaran el partido y alargaran la eliminatoria hasta el s¨¦ptimo partido, sino que acab¨® con una sequ¨ªa de casi tres minutos que estaba adormeciendo el encuentro. Desde ese momento, los nervios para Rivers. Cuando todo estaba finiquitado (90-96, 1:24), resurgi¨® Belinelli: dos triples m¨¢s seguidos y de nuevo todos muy juntitos: 93-96 y posesi¨®n para empatar del MVP de las pasadas Finales, Kawhi Leonard, que no acert¨® en su triple liberado.

?Todo acabado, no? Nada se acaba entre estos dos equipos. Con 96-100 y 10 segundos, el italiano volvi¨® a lanzar de tres y en el momento en que el bal¨®n decid¨ªa si entraba o no, Diaw, primero y Griffin, despu¨¦s, tocaron el bal¨®n. Los ¨¢rbitros entendieron que el ala-p¨ªvot de los Clippers hab¨ªa interferido ilegalmente en la jugada y daban el triple por v¨¢lido. El contagio DeAndre Jordan. Pero unas repeticiones m¨¢s tarde, los colegiales cayeron en su error y no dieron por buena la canasta. Y ah¨ª s¨ª que acab¨® el duelo, pero no una eliminatoria que dictar¨¢ sentencia en Los ?ngeles. Mientras, en su casa, James Harden se acaricia la barba a la espera de su rival en semifinales.