Printezis aniquila al Barcelona

Despu¨¦s de caer una y otra vez en el cepo dise?ado por Pascual, Spanoulis lleg¨® al minuto 25 con 3 puntos y 4 de valoraci¨®n: termin¨® con 17 y 17. Despu¨¦s de ser el factor X del Olympiacos en los dos partidos anteriores, Printezis lleg¨® al ¨²ltimo cuarto con 6 puntos: anot¨® otros 8. Y lleg¨® al ¨²ltimo segundo con un 0/5 en triples: anot¨® el ¨²ltimo, sobre la bocina. Un tiro que ya forma parte de la leyenda negra de un Barcelona que hizo casi todo lo que hay que hacer para ganar en Atenas¡­ menos ganar. Spanoulis y Printezis, una cantinela que se saben de memoria casi todos los grandes equipos de Europa. Volvi¨® el Olympiacos de las mil vidas, con una aportaci¨®n decisiva de Mantzaris y todos los ingredientes de su receta habitual: arbitraje muy casero, defensa m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite, instinto de supervivencia y puntos que caen con cuentagotas... pero cada vez que hay que meterlos.

Una versi¨®n aplicada de la gota china que vale otra Final Four, la quinta en siete a?os. Un equipo que no ha perdido ni un gramo de competitividad pese a la fuga de Law, Hines, Perperoglou, Papanikolaou o Antic. Y que mantiene intacta una personalidad que ha pasado de Ivkovic a Bartzokas y de este a Sfairopoulos de manera admirable. Cambiar todo para que nada cambie: enorme Olympiacos y un tapado muy destapado para la Final Four de Madrid. De primer plato, ese transatl¨¢ntico llamado CSKA que tiene esa gota china (Spanoulis, Printezis¡­) en el subconsciente desde la incre¨ªble final de 2012 o la aplastante semifinal de 2013. Lo dicho: un tapado muy destapado¡­

El Olympiacos ha ganado tres partidos seguidos al Bar?a despu¨¦s de ser zarandeado en el primero, en el Palau, y de no ser mejor en los dos de Atenas. Ni mejor ni peor sino todo lo contrario: es el que gan¨®, casi siempre es el que gana. Esta vez se rehizo tras sufrir el impecable planteamiento defensivo de Pascual durante m¨¢s de medio partido (29-39 y 35-47 en el tercer cuarto) y sali¨® vivo de un final incre¨ªble en el que el Barcelona le ech¨® un buen cable en el milagro rojiblanco que evit¨® el milagro azulgrana: 61-65 a falta de un minuto y parcial de 10-3 con triple de Mantzaris y p¨¦rdida de bal¨®n incomprensible de un Barcelona que tampoco afin¨® en los tiros libres. Total: 68-68, ¨²ltimo ataque y el pu?al de Printezis. Directo a la leyenda negra del Barcelona¡­ y a la l¨ªnea de flotaci¨®n de este proyecto.?

Suele pasar en el deporte, que tiene sus propias l¨®gicas y su propio sentido de la justicia: tus males de toda la temporada te persiguen y te persiguen hasta que te cazan¡­ muchas veces el d¨ªa en el que menos lo mereces. El Barcelona plante¨® bien el partido, jug¨® como ten¨ªa que jugar y fue mejor durante muchos minutos. Su defensa fue extraordinaria, control¨® las p¨¦rdidas durante tres cuartos (7 en treinta minutos¡­ 5 en los diez ¨²ltimos), gan¨® el rebote y encontr¨® flujo de juego con el bal¨®n pasando por los p¨ªvots. Control¨® a Printezis y atrap¨® en ayudas largu¨ªsimas a Spanoulis¡­ pero, otra vez, fall¨® demasiados tiros abiertos en momentos decisivos. Por eso no rompi¨® el partido en el tercer cuarto y en el ¨²nico momento en el que el Olympiacos le ense?¨® la yugular. Y, otra vez, mala gesti¨®n de los ataques calientes, con los roles en cuesti¨®n y un def¨ªcit competitivo que estropea en un pu?ado de pinceladas muchos minutos de brochazos impecables.

El Barcelona se qued¨® en 6/20 en triples: 0/5 en el tercer cuarto, cuando le habr¨ªan dado un colch¨®n quiz¨¢ decisivo. Y 17/61 en las tres derrotas. Por debajo del 28%. Adem¨¢s fall¨® siete tiros libres (18/25), asunto que desmont¨® el sufrido partido de Tomic: 3/8. Si juegas contra un rival al que le pitan una falta de cada cuatro o cinco que hace, no puedes propulsar su plan con tus fallos. No en el Pireo y contra este Olympiacos. Adem¨¢s, y esto s¨ª que ha sido un v¨ªa crucis todo el a?o, hay una especie de presente en suspenso entre jugadores que han sido y jugadores que deber¨ªan ser. No se sabe muy bien si Pascual est¨¢ contento con su plantilla y si toma ciertas decisiones por convicci¨®n o por necesidad. Navarro sufri¨® mucho ante Mantzaris, Huertas ha desaparecido definitivamente del mapa, Doellman ha llegado machacado por su anterior lesi¨®n y tampoco se sabe muy bien que hay, por ejemplo, entre los 34 a?os de Nachbar y los 20 reci¨¦n cumplidos de Hezonja, que no jug¨®.

As¨ª que el Barcelona perdi¨®. Seguramente de forma injusta el partido pero no una eliminatoria que se le escurri¨® entre los dedos por su p¨¦sima segunda jornada en el Palau. Que se alej¨® con los triples fallados por Oleson en el ¨²ltimo minuto del martes y que vol¨® definitivamente con una carcajada cruel tras el triple de Printezis. El Bar?a bien podr¨ªa haber ganado este partido, incluso los dos de Atenas. Pero son demasiados fallos, demasiadas inc¨®gnitas, demasiadas cosas. Est¨¢ fuera de Europa despu¨¦s de tres Final Four seguidas y cinco de siete con Xavi Pascual al frente. A partir de hoy ya son cinco de ocho¡­