?El equipo del futuro? Utah Jazz, 9-2 desde el par¨®n del All Star

Y, de repente, Utah Jazz. Desde el par¨®n del All Star (13-15 de febrero) y el cierre de mercado (19 de febrero), el equipo de Salt Lake City parece haber surgido de la nada para convertirse en el mejor equipo de la NBA¡­ con permiso de Indiana Pacers, otro invitado absolutamente inesperado. Desde ese 19 de febrero los Jazz est¨¢n 9-2 y sus rivales apenas raspan los 84 puntos de media. S¨®lo han perdido ante los Celtics y ante unos Lakers que han sido los ¨²nicos que les han metido 100 puntos (extra?¨ªsimo). Y han ganado a cuatro aspirantes del Oeste (Rockets, Grizzlies, Spurs y Blazers) por una diferencia media de m¨¢s de 13 puntos y encajando menos de 83 por victoria. Total, que est¨¢n 28-36 y lejos de la pelea por los playoffs por dos razones: la tardanza de este desperta y, claro, la pertenencia al Salvaje Oeste.

Lo de Utah Jazz es, b¨¢sicamente, el florecimiento de un proyecto de reconstrucci¨®n serio y s¨®lido. Ahora que se habla tanto de franquicias que tocan fondo para impulsarse, de rebuilding y de tanking, el de los Jazz es un modelo que ha pasado m¨¢s bien desapercibido pero que ha dado muchos peque?os pasos hasta su explosi¨®n actual. En las tres ¨²ltimas temporadas, fuera de playoffs, apenas han sumado 43, 25 y 28 triunfos. Y en su impulso actual apuntan a (otro¡­) joven aspirante de cara a la temporada 2015-16 (y en adelante¡­) en ese Oeste en el que nadie sabe ya c¨®mo demonios aplicar aquello de?antes de entrar, dejen salir. Excelentes noticias para esa franquicia no demasiado divertida pero durante tantos a?os mod¨¦lica que no se baj¨® de playoffs entre 1984 y 2003, casi todo el tramo inscrito en la quir¨²rgica etapa de Jerry Sloan, que gan¨® 1223 partidos en el banquillo morm¨®n y que ahora anda por all¨ª como consejero. El m¨¦rito de lo que ahora todos escrutan al mil¨ªmetro es para dos tipos que no est¨¢n ni entre los m¨¢s medi¨¢ticos ni entre los m¨¢s reconocidos en su trabajo NBA: el general manager Dennis Lindsey y el entrenador Quin Snyder.

El draft como eje

En esta era en la que el tanking y las futuras rondas de draft acaparan tantas horas de debate, se tiende a olvidar que tan importantes son la cantidad y calidad de picks como el establecimiento y ejecuci¨®n de un plan determinado (el que sea pero bien fijado) y la habilidad en la ingenier¨ªa de despachos. El eje de la reconstrucci¨®n de los Jazz est¨¢ en la elecci¨®n de Gordon Hayward con el n¨²mero 9 en el draft de 2010. Entre ese y los cuatro a?os siguientes, los Jazz han tenido tres elecciones en el top-ten. Las otras son un Dante Exum (19 a?os, n¨²mero 5 en 2014) en pleno rodaje y Enes Kanter (n¨²mero 3 en 2011), que se fue a los Thunder al borde del cierre de mercado para alumbrar el actual sprint de los Jazz.

As¨ª que se trata de qu¨¦ y qui¨¦n pero sobre todo de c¨®mo. En 2013, Shabazz Muhammad (n¨²mero 14) y Gorgui Dieng (21) se fueron a Minnesota a cambio de un todav¨ªa tibio (22 a?os, n¨²mero 9) Trey Burke. Proyectado como el mejor base de su a?o, por ahora apenas deja destellos entre una tonelada de tiros fallados e incluso dej¨® de ser titular para dar minutos y horas al volante a Exum. Pero, sin definir todav¨ªa Burke y con Kanter ya fuera de la franquicia, las cosas siguen yendo bien en Utah (el c¨®mo¡­). En 2011 no se err¨® con el n¨²mero 12 dado a Alec Burks (aunque luego le han dejado muy atr¨¢s Kawhi Leonard o Jimmy Butler) y este a?o rescataron en el 23 a un Rodney Hood que ca¨ªa en picado despu¨¦s de haber apuntado mucho m¨¢s alto meses antes.

Operaciones en el momento justo

Los Jazz han tomado tres decisiones determinantes entre febrero de 2011 y febrero de 2015. La primera y fundamental fue interpretar el final de la era Deron Williams. El base se fue a los Nets a cambio de Derrick Favors (n¨²mero 3 del draft de 2010) y unas rondas de draft que se convirtieron en Dieng (puente hacia Burke) y Kanter. La segunda fue llevarse a Rudy Gobert de Denver la misma noche en la que los Nuggets le dieron el n¨²mero 27 (draft de 2013) a cambio de Erik Green y una compensaci¨®n econ¨®mica. La tercera fue otro ejercicio de comprensi¨®n del momento y el lugar. Si con Deron Williams percibieron el momento de cambiar de referentes, con Enes Kanter supieron romper a tiempo, justo cuando el desamor ya era p¨²blico. El p¨ªvot turco nunca termin¨® de encajar, ni de explotar, y cerraba contrato antes de ser agente libre con una qualifying de 7,8 millones de d¨®lares. Los Jazz se colaron en la gran operaci¨®n del vertiginoso cierre de mercado y salieron sin un problema (Kanter) y con un nuevo p¨ªvot titular (Gobert) adem¨¢s de algunas rondas de draft y los derechos de Tibor Pleiss, que se unen a los de Ante Tomic como bazas FIBA para apuntalar el rol de especialista ofensivo en su rotaci¨®n interior.

As¨ª que los Jazz tienen una base de jugadores cuya experiencia NBA oscila entre una y cuatro temporadas. Hayward tiene 24 a?os, Favors y Burks 23, Burke y Gobert 22 y Exum19. Y tienen intactas sus rondas de draft, las que tantos equipos han regalado durante a?os, adem¨¢s de haberse ido haciendo con otros diez picks aplicables hasta 2018 gracias a su manejo en traspasos m¨²ltiples, del citado en el que soltaron a Kanter al de Richard Jefferson en el verano de 2013, en el que dejaron ir a Randy Foye. El puzzle que tantas veces se viene abajo (rondas de draft / espacio salarial / pol¨ªtica de renovaciones) est¨¢ encajando como un guante en los actuales Jazz, que s¨®lo cargan con tres grandes contratos, todos tan acertados como cuestionados en su momento. Hayward recibi¨® 63 millones por cuatro a?os para que no se fuera a los Hornets y est¨¢ promediando, con trazas de jugador franquicia, unos n¨²meros cercanos al 20-5-5. Burks se llev¨® 42 millones por otros cuatro a?os mientras iba rompiendo el molde de anotador y acerc¨¢ndose a una nueva versi¨®n de escolta multidisciplinar. Finalmente, Favors recibi¨® 48 millones por cuatro a?os y est¨¢ explotando definitivamente ahora, especialmente desde que se empareja con Gobert en el quinteto inicial. Favors, adem¨¢s, destila implicaci¨®n con el proyecto y (con 23 a?os) liderazgo positivo en el vestuario. Intangibles que no sobran precisamente en la NBA actual.

Gobert y Favors, un nuevo terror en las zonas

As¨ª que los Jazz est¨¢n ganando mucho cuando ni siquiera tienen demasiada necesidad de hacerlo. Pero cualquier momento es bueno para que ganar se empiece a convertir en un h¨¢bito, m¨¢s si se consigue hacerlo sin sacrificar el proceso de formaci¨®n y educaci¨®n de los jugadores. Snyder ha movido su rotaci¨®n exterior para sacar a Burke y meter a Exum y ha puenteado con Joe Ingles las lesiones en el puesto de escolta. Burks cay¨® para toda la temporada por un problema de hombro y Rodney Hood pas¨® las de Ca¨ªn con un pie antes de situarse por fin delante de los focos: 17 puntos ante los Knicks, 20 ante los Rockets en un partido en el que adem¨¢s fue clave en el drenaje (palabras mayores) de un James Harden que termin¨® con 15 puntos y un 3/13 en tiros.

Mientras maduran y se organizan los de fuera, la fuerza de los Jazz est¨¢ en el tremendo frontcourt que forman Hayward, Favors y Gobert. Por fin, Favors ha dejado de ser lo que podr¨ªa ser y es ese ala-p¨ªvot camino de la ¨¦lite NBA que se proyectaba en Georgia Tech. Promedia 20 puntos y 9 rebotes en los ¨²ltimos siete partidos, ha ampliado su rango de juego (39% ya desde la media distancia) y empieza a jugar al poste con algo m¨¢s que fuerza bruta. El ataque de los Jazz est¨¢ entre los diez mejores de la NBA con ¨¦l en pista y adem¨¢s ha madurado como defensor hasta alcanzar unos n¨²meros como protector del aro que ya superan los de Marc Gasol o Tyson Chandler. Muy fuerte y r¨¢pido en las ayudas y los ajustes, su excelente nivel actual s¨®lo ha quedado ensombrecido por la kilom¨¦trica figura del jugador que solucion¨®, con un corte seco, el problema Kanter: Rudy Gobert.

Gobert promedia en ese 9-2 de su equipo desde el All Star 10,5 puntos, 14 rebotes y 3 tapones por partido. En siete de esos encuentros ha cogido al menos 14 rebotes y en dos captur¨® 22 y 24. Ante los Rockets termin¨® con 19 puntos y 22 rebotes despu¨¦s de pasar por el descanso en 14+18 (11 en ataque, a dos del r¨¦cord hist¨®rico de la NBA en media parte: 13 de Charles Barkley en 1987). El franc¨¦s deber¨ªa ser uno de los referentes defensivos en la NBA de la pr¨®xima d¨¦cada y los Jazz hicieron algo que parece f¨¢cil pero que tantas veces no lo es: detectarlo y despejar el camino para su despegue, que no por casualidad coincide con el de un equipo que ha empezado a hacer ruido de verdad y que se postula como alternativa real y muy peligrosa para los pr¨®ximos a?os. La reconstrucci¨®n, en Utah s¨ª, es ya mucho m¨¢s que simples cimientos.