PISTONS 86-BLAZERS 98
Los Blazers hunden m¨¢s a los Pistons: 13 derrotas seguidas
LaMarcus ya es el segundo m¨¢ximo anotador hist¨®rico de los Blazers. Los Pistons, a una derrota de igualar las 14 seguidas, la peor racha de siempre para la franquicia.
Ahora mismo ni siquiera los Sixers parecen peores que los Pistons. Los Knicks han perdido nueve partidos seguidos y est¨¢n 4-19. Los Sixers han ganado dos partidos, de alguna manera, y est¨¢n 2-18. Los Pistons, en medio, est¨¢n 3-19¡ con 13 derrotas seguidas. Y eso que han jugado mucho en casa (2-11). Da lo mismo: nada funciona en la MoTown y Stan Van Gundy, reclutado a precio de oro para ocuparse del despacho y los banquillos, est¨¢ nervioso: ¡°no soy una persona ni paciente ni comprensiva¡±. Le toca serlo: en su carrera nunca ha entrenado a un equipo que haya cerrado una temporada con balance perdedor ni fuera de los playoffs. As¨ª que la experiencia es nueva para ¨¦l.
Sus Pistons, despu¨¦s de otro inicio p¨¦simo y de estar 17 abajo, convirtieron un 62-76 en la apertura del ¨²ltimo cuarto en un 77-81 con m¨¢s de siete minutos por delante. Entonces les cayeron encima dos canastas de LaMarcus Aldridge y un triple de Lillard y el partido salt¨® definitivamente por los aires. Los Blazers ganaron, est¨¢n 17-4 igualados en el segundo puesto del Oeste y, como en el Madison, sacaron adelante un partido que se puso dif¨ªcil gracias a las canastas decisivas de Aldridge.
El ala-p¨ªvot, embalado hacia el All Star, termin¨® con 23 puntos y 11 rebotes y termin¨® el partido con 11.347 puntos con la camiseta de los Blazers (desde 2006). Adelant¨® a Terry Porter y queda ya s¨®lo por detr¨¢s de Clyde Drexler. Porter y Drexler, el backcourt de los enormes Blazers que entre 1990 y 1992 jugaron dos finales de la NBA, una contra los Bulls de Michael Jordan¡ y otra contra los Pistons. As¨ª que este partido, cuesta darse cuenta ahora, fue la reedici¨®n de la final de 1990 que ganaron los Bad Boys (4-1). Precisamente poco antes y poco despu¨¦s de esa era dorada de los Pistons, la franquicia perdi¨® dos veces catorce partidos seguidos. Ahora lleva 13: la marca negativa est¨¢ por lo tanto muy cerca.