Los Clippers escuchan al Doctor

Doc Rivers es un excelente entrenador entre otras cosas porque es un excelente gestor de grupos, un tipo que sabe c¨®mo rascar la coraza de sus jugadores y sacar siempre algo m¨¢s de lo que parec¨ªan tener dentro. Hay pocos tipos m¨¢s indicados para combatir el catastrofismo hist¨®rico que rodea a los Clippers y que ha frenado a la franquicia, con una de las mejores plantillas de la NBA, en sus dos ¨²ltimos pasos por playoffs. Ahora, todav¨ªa en noviembre, sab¨ªa que las cosas no iban bien. Los gestos torcidos, los brazos ca¨ªdos y sensaciones ab¨²licas incluso en las victorias. Adem¨¢s de cuestionables momentos de forma en puestos clave. Por eso Doc Rivers, seguramente para comprobar ya qu¨¦ tienen dentro sus jugadores, habl¨® despu¨¦s de la paliza en Oakland de dureza, compromiso y defensa. Aunque su equipo no fuera ni por asomo la m¨¢quina ofensiva que arras¨® la ¨²ltima Regular Season: defensa, defensa y defensa porque ¡°as¨ª se reagrupan los equipos¡±. Rivers apel¨® al factor humano, a lo que se escapa a las pizarras y las estad¨ªsticas. Algo que siempre encend¨ªa en sus Celtics llamas que despu¨¦s reduc¨ªan pabellones a cenizas. Pero all¨ª estaban Kevin Garnett y Paul Pierce. Queda por ver c¨®mo encajan y responden sus mucho menos curtidos jugadores actuales. Y en esta primera ocasi¨®n mostraron suficiente esp¨ªritu de enmienda como para hacer ver que han captado el mensaje.

Cost¨® porque el inicio de los Clippers fue otra vez depresivo, el equipo que en los ¨²ltimos partidos se ha deshilachado en ataque y ha sido incapaz en defensa de minar la l¨ªnea de tres y sellar el aro. De salida, y con un aire de superioridad colectiva abrasadora, los Blazers bailaron en el Staples precisamente a base de triples (6/6 en 7 minutos) y de puntos de alto porcentaje en el aro (11 puntos de Robin Lopez en el primer cuarto). El 33-38 del primer parcial era un rev¨¦s para las proclamas de Doc Rivers pero una buena noticia para unos Clippers que hab¨ªan parecido mucho peores que esos cinco puntos y que llegaron a verse 40-54 superado el ecuador del tercer cuarto y con evidentes s¨ªntomas de anemia.

Pero los Clippers remontaron, con los dientes apretados y el indudable talento que siguen teniendo. Con minutos feos en los que Blake Griffin tir¨® del carro. Literalmente descompuesto: jug¨® con un virus estomacal y la consiguiente falta de fuelle f¨ªsico que no impidi¨® que sus compa?eros se agarraran a ¨¦l de forma casi torturante durante los peores minutos. Sin fuelle para ir hacia el aro, vivi¨® del tiro de media distnacia y, aunque con muchos fallos, se las apa?¨®: 23 puntos con 24 tiros. Pero fue cuando se sent¨® en el tercer cuarto, exhausto, cuando los Clippers se pusieron las pinturas de guerra. Apareci¨® DeAndre Jordan metiendo manos por todas partes y reba?ando rebotes de ataque y aparecieron Crawford (titular en lugar de Barnes) y Redick.

El primero anot¨® tres triples en plena resurrecci¨®n local (parcial de 14-0: 77-71), el segundo (que hab¨ªa sumado 51 en los cinco partidos anteriores) termin¨® con 30 puntos y una serie de 11/13 en tiros. Los Clippers defendieron hasta convertir los 38 puntos encajados en el primer cuarto en 40 en todo el segundo tiempo. Y al final Chris Paul puso la puntilla en un duelo con Lillard que ilumin¨® la mejor fase del partido: ocho puntos del clipper y 9 del blazer en los ¨²ltimos tres minutos de un partido que pas¨® de aparentemente sentenciado (100-92, minuto 39) a resuelto casi sobre la bocina. Lillard fall¨® un triple con 102-100, Aldridge hizo a continuaci¨®n una falta innecesaria que llev¨® a Paul a la l¨ªnea de tiros libres (104-100) y finalmente DeAndre Jordan les sac¨® un ¨²ltimo rebote de ataque con 104-102 y un pu?ado de segundos que habr¨ªan dado un ¨²ltimo cartucho a un equipo que se empe?¨® en perder. Y perdi¨®.

Porque la recuperaci¨®n de los angelinos habr¨ªa sido imposible si no hubiera mediado ese car¨¢cter fr¨ªo, casi ciclot¨ªmico de los Blazers, un equipo que tiende a ser demasiado aritm¨¦tico y acartonado fuera de su cubil del Moda Center. Cuando jug¨® con los cinco sentidos pareci¨® superior a un rival tocado que apenas cont¨® con 5 puntos de todo su banquillo. Pero se dej¨® ir primero y se qued¨® sin respuestas despu¨¦s y hasta la explosi¨®n final de Lillard. Empez¨® a conceder segundas oportunidades, perdi¨® diez balones en el segundo tiempo (7-16 total) y convirti¨® su inicial 6/6 en triples en ¨Ca base de malos ataques- un 6/14 m¨¢s de medio partido despu¨¦s y en ruta hacia el 10/25 final. Pecados que le dejaron sin un triunfo que sin embargo otearon hasta la pen¨²ltima posesi¨®n.

?As¨ª es el Oeste, una constante carga de ej¨¦rcitos descomunales en la que cada metro cuenta porque los playoffs se resolver¨¢n en la foto finish y no hay sitio para todos (Spurs, Clippers, Rockets, Warriors, Mavericks, Grizzlies, Blazers, Thunder, Suns, Pelicans¡­). La temporada pasada, el cuarto clasificado gan¨® 54 partidos y el noveno, 48. Los Clippers parecieron esta vez m¨¢s conscientes de lo milim¨¦tricos que son los m¨¢rgenes en la Conferencia salvaje. O tal vez es que sencillamente necesitan m¨¢s ganar este partido. Por Doc. Para reagruparse.

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