RESUMEN DE LA COPA DEL MUNDO
Krzyzewski, Collet y Djordjevic reivindicaron a los entrenadores
Estados Unidos arras車 en un Mundial cuyo nivel decepcion車. Serbia, Francia, M谷xico y Senegal aportaron las buenas noticias. Espa?a y Brasil fracasaron.

La Copa del Mundo 2014 concluy車 ayer por la noche sin la final que el 90% (quien diga lo contrario faltar赤a a la verdad) de los aficionados, entendidos, expertos y gente del baloncesto esper芍bamos. Los Estados Unidos m芍s contundentes y dominantes de lo que va de siglo trituraron en el encuentro por el oro a... ?la Serbia de Obradovic! Un duelo que si aquel ya lejano en el tiempo s芍bado 30 de agosto (fecha en la que se dio el pistoletazo de salida al Mundial), alguien hubiera previsto, habr赤a sido tildado, cuanto menos, de hereje. Eso si no hubiese sido llevado directamente a la hoguera.
Espa?a, con su mejor equipo de siempre (o eso es lo que se dec赤a), deb赤a estar presente y ante su p迆blico en el 迆ltimo partido del Mundial. Casi todos (entre los que me incluyo) dimos por hecho una final entre la Selecci車n y el Team USA, algo que meses antes ya se hab赤a encargado de planificar la organizaci車n. Craso error. Dice el t車pico que los partidos se ganan en la cancha. Y vaya si es verdad. En su peor d赤a a lo largo del mes y medio de concentraci車n, los de Orenga se fueron a la calle tras ser superados por Francia en todas las facetas del juego en cuartos de final. V赤a libre para Krzyzewski y sus pupilos. As赤 fue. El equipo C o D (as赤 lo calificaban algunos) de Estados Unidos se march車 de Espa?a sin que rival alguno fuera capaz de hacerle sombra.
Kyrie Irving (el mejor en la semifinal y final, lo que le vali車 el MVP), James Harden, Kenneth Faried, Anthony Davis, Klay Thompson, Stephen Curry o DeMarcus Cousins llevaron a su pa赤s a lo m芍s alto de un podio que no fue tal (Francia recibi車 el bronce un d赤a antes). En definitiva, USA fue m芍s equipo que nunca. Las individualidades quedaron aparcadas a un lado en pos del beneficio colectivo, la voracidad competitiva no dej車 de crecer seg迆n se suced赤an los d赤as y el respeto (m芍ximo) hacia los oponentes no se perdi車. M谷rito todo de Mike Krzyzewski y sus ayudantes. 75 victorias en los 76 partidos que ha dirigido desde que tom車 las riendas del equipo nacional estadounidense. Casi nada.
De regreso a lo deparado por el Mundial, hay que reconocer que el nivel ofrecido no ha sido el esperado. Las grandes expectativas albergadas durante todo el verano, la ilusi車n (ya llegar芍 el momento de hablar de las ausencias) no hicieron otra cosa que aumentar la sensaci車n de decepci車n final dado el bajo perfil que desprendi車 el torneo. Una fase de grupos descafeinada en la que fue tal el paseo de Espa?a y Estados Unidos que provoc車 que 迆nicamente se mirara (m芍s a迆n) a la final, entendiendo los cruces como un mero tr芍mite a cumplir.
Entre lo m芍s destacado de esta primera semana lo mejor no estuvo en la cancha, sino en la grada. Las im芍genes de las aficiones de Filipinas, elegida como la mejor del torneo, en el San Pablo (Sevilla) y de Finlandia en Bilbao quedar芍n para el recuerdo. Especialmente conmovedora result車 la actitud de la hinchada asi芍tica, venida desde el otro rinc車n del planeta para apoyar a un equipo cuyo principio y final no era otro que el NBA y nacionalizado Andray Blatche. El p赤vot de los Nets concluye como mejor reboteador y con la segunda mejor media anotadora. Por su parte, las hordas escandinavas (unas 6.500 almas acudieron a Euskadi para animar a los Koponen y compa?赤a) se quedaron sin el premio de viajar a Barcelona, con el consiguiente lamento por parte del sector hostelero de la Ciudad Condal. Nueva Zelanda se impuso por un dram芍tico 65-67 en el partido que, curiosamente, mayor asistencia de p迆blico congreg車 de todo el torneo (15.483 espectadores). A la par que EE UU iniciaba su despegue irremediable hacia el oro, el Bizkaia Arena tambi谷n vio como la Ucrania de Fratello dec赤a adi車s en medio del conflicto interno que amenaza con dividir irremediablemente al pa赤s.
Del resto de grupos y sedes, cabe resaltar la paliza que Brasil propin車 a la d谷bil Egipto (128-65) en el grupo A. La mayor del Mundial. La debilidad de los egipcios permiti車 que la Ir芍n de Haddadi regresara con una victoria. Mientras tanto, en Granada Djordjevic iba gestando el gran equipo que brillar赤a en Madrid. Para ello se dedic車 a administrar los minutos de Teodosic y Krstic, dos de sus hombres m芍s importantes. As赤 logr車 sumar para la causa a gente como Raduljica (intachable campeonato el suyo), A su vez, Espa?a prosegu赤a con su paseo a la vez iba surgiendo el debate sobre la conveniencia o no de dosificar la presencia en pista de los Gasol.
En el grupo B, Senegal se revel車 como la grata sorpresa de la primera fase. Haciendo gala de las condiciones f赤sicas privilegiadas de sus jugadores y de la explosi車n definitiva de Gorgui Dieng, mostrando lo que ya hab赤a dejado intuir en los 迆ltimos meses de la temporada en Minnesota. Por su parte Grecia pas車 a octavos como invicta (la 迆nica junto a Espa?a y EE UU), mientras que Croacia vivi車 unas horas convulsas (con rumores de un mot赤n por parte de los jugadores contra Jasmin Repesa, su t谷cnico) antes del inicio del partido de la 迆ltima jornada que deb赤a dirimir el 迆ltimo billete para el Palacio de Deportes entre los balc芍nicos y Puerto Rico. Con todo, los croatas tuvieron su mejor actuaci車n y dejaron fuera a una decepcionante Puerto Rico que s車lo estuvo sostenida por un JJ Barea que record車 a aquel base explosivo y din芍mico que fue clave para que los Mavericks consiguieran el anillo en 2011. Tras la eliminaci車n de los caribe?os, Dan Santiago anunci車 su retirada.
Y en Las Palmas, M谷xico, que volv赤a a un Mundial 40 a?os despu谷s, logr車 la clasificaci車n para octavos. Los de Sergio Valdeolmillos salieron reforzados (incluso tras la derrota en octavos ante los Krzyzewski boys Barcelona) y Gustavo Ay車n reivindic車 su figura. Resulta extra?o que llegara al torneo sin equipo y a迆n m芍s que, a d赤a de hoy, lo siga estando. El resto del grupo D estuvo marcado por la extra?a derrota que sufri車 Australia ante Angola en el 迆ltimo encuentro. Los aussies encajaron un 41-62 en la segunda mitad que les otorgaba una tercera plaza con premio, evitar al coco estadounidense hasta semifinales. Tal circunstancia levant車 las sospechas a nivel general, siendo el esloveno Goran Dragic quien se erigi車 en portador de la causa al denunciar sin pelos en la lengua el posible ama?o. Mientras tanto, Lituania conquistaba la primera posici車n.
Con todo ello, nos plantamos en el segundo fin de semana del torneo. Los cruces, encuentros en los que te juegas todo en un solo partido es algo bien distinto a la rutina que representan los grupos. Que se lo pregunten a Espa?a, Grecia y Brasil. Completada la fase inicial, marchaban en la segunda, tercera y cuarta posici車n de la clasificaci車n oficiosa. Ninguna de ellas estuvo entre la lucha por las medallas. Junto al Team USA, estuvieron Serbia (12?), Francia (9?) y Lituania (5?). Los primeros rindieron a un nivel excelente ante Grecia en octavos, propiciaron una aut谷ntica debacle en cuartos en unas filas brasile?as que, por primera vez hab赤a conseguido reunir a su pl谷yade de p赤vots NBA al completo (la canarinha, junto a Espa?a, ha sido la gran decepci車n). Ya en semifinales, Teodosic complet車 una primera parte de esc芍ndalo ante Francia, a la que contest車 Batum en el 迆ltimo cuarto con una actuaci車n que estuvo cerca de voltear un partido que los de Djordjevic manejaron con inteligencia durante 30 minutos. No obstante, Bogdan Bogdanovic (parece que apellidarse as赤 es sin車nimo de completar buenos partidos en el Palacio, que se lo digan a Bojan y la heroica resistencia croata que lider車 junto a Tomic para acabar claudicando ante Francia), apareci車 para asegurar el regreso de su pa赤s a la primera l赤nea del baloncesto mundial.
Lituania, sin Kalnietis (su base titular se lesion車 en el 迆ltimo encuentro de preparaci車n), volvi車 a hacer gala de su habitual regularidad. Se qued車 sin medalla, pero plant車 batalla hasta el 迆ltimo segundo y luci車 a un Jonas Valanciunas que si sigue progresando (tiempo tiene, cumpli車 22 primaveras el pasado mes de mayo) y mejora su consistencia puede convertirse en el m芍s digno heredero de Sabonis?desde su retirada. El center (ha sido una Copa del Mundo en la que han brillado los jugadores interiores) de los Raptors complet車 su mejor encuentro en cuartos ante Turqu赤a. Los de Ataman se plantaron all赤 merced al milagro de Preldzic en forma de dos triples estratosf谷ricos, en la ronda previa ante Australia.
Y no puedo concluir este extenso resumen sin alabar por segunda vez el papel de Francia. Se colg車 la primera medalla mundialista de su historia con un equipo en el que no estuvieron, bien por lesiones o renuncias, nada m芍s y nada menos que Parker, Noah, Ajin?a, De Colo, Mahinmi o Seraphin. De menos a m芍s, los de Collet (pedazo entrenador) protagonizaron la gran sorpresa del torneo al lograr el Angolazo del siglo XXI. Diaw, un placer verle jugar, Batum, apareci車 en la lucha por las medallas, Heurtel, el base regresa al Baskonia revalorizado, tiraron de un equipo que atraviesa por un momento dulce y que buscar芍 el pr車ximo verano revalidar su condici車n de campe車n de Europa en el Eurobasket de casa.
Ahora s赤, y a迆n a riesgo de dejar de lado otros muchos detalles y matices (como las l芍grimas desconsoladas del dominicano Francisco Garc赤a tras poner fin a una etapa en la selecci車n tras caer con Eslovenia), cabe concluir este viaje por lo que ha sido el Mundial de Espa?a. Las muchas e ilustres ausencias ya hicieron prever que un torneo de perfil B, una sombra que el nivel general de juego no ha logrado disipar (por supuesto que hubo alg迆n encuentro que no cumpli車 esta premisa, imposible borrar de la retina el Serbia-Francia de la segunda semifinal). Pese a esto, ha sido una competici車n que, al margen de alumbrar una nueva era de dominio?con pu?o de hierro por parte de esta y las sucesivas selecciones estadounidenses en el baloncesto mundial y despedir una generaci車n argentina para la historia; ha reivindicado (para lo bueno y para lo malo) la figura de los entrenadores. Con distintas maneras de comportarse en la cancha y de entender el juego, Mike Krzyzewski, Sasha Djordjevic y Vincent Collet, han demostrado que al margen de tener una serie de grandes individualidades, resulta trascendental el saber gestionarlas.