Nueva Zelanda pasa y deja fuera a una cansada Finlandia

Finlandia cae bien. Y ha dejado muchas cajas registradoras llenas en Bilbao. Y est¨®magos agradecidos. Ver a M?tt?l? llorar como un cr¨ªo grande de 37 a?os al final rompe el alma. Su m¨¢s que posible despedida y no jug¨® ni un segundo el pobre. Su nobleza obliga a ser amables con su selecci¨®n. Pero bajo su cordialidad y marea contagiosa hay un equipo que, Koponen y raza al margen, no vale gran cosa. T¨¢cticamente son una ruina: ni un gesto para cambiar el ritmo, ni bloqueos o zancadillas defensivas desde la pizarra, y como no hay juego interior, su maniobra se colapsa en la periferia del aro. Adem¨¢s, al cierre de la primera fase de la Copa del Mundo, estaban m¨¢s tiesos que la mojama. Y eso que llegaron vivos a 17 segundos para el cierre, con 65-66, y Koponen manejando el ataque. Sus cuatro compa?eros se abrieron para un uno contra uno; le dieron la izquierda para la penetraci¨®n y le saltaron las ayudas con prontitud. Fall¨® una jugada muy forzada. Tuvo Vucona dos tiros libres, de los que aprovech¨® uno, hubo otra ¨²ltima opci¨®n blanca, a falta de cuatro segundos y nueve d¨¦cimas, con 65-67. Otra vez el genial base, sobre la izquierda, err¨®: en esta ocasi¨®n un tiro cercano.

Nueva Zelanda es lo contrario que los fineses. Con pocas simpat¨ªas desde la grada, viniendo de menos a m¨¢s, con esa haka que no desata muchas adhesiones, excepto a los que se asoman a ella como curiosos con aire de turista. Vucinic lo ten¨ªa claro: si mand¨® a Tai Webster al frente a anular a Pooh Jeter, uno de los mejores bases de la Copa del Mundo, se podr¨ªa redoblar la apuesta y secar a Koponen, el alma de la ¡®manada de lobos¡¯ (la verdad es que ¨¦sta jug¨® m¨¢s desinhibida sin su l¨ªder). Luego estableci¨® un ordenado sistema en el que el grande se quedaba para el dos contra uno si hab¨ªa un bloqueo arriba y eso entorpec¨ªa todo.

Fotu es una fotocopia de Stonerook, aquel p¨ªvot de Montepaschi Siena que se peinaba como el ¡®Actor Secundario Bob¡¯ de Los Simpson, con su privilegiada cabellera ensortijada. Sus bandejas (nadie en Finlandia aguantaba los uno contra uno desde fuera) fueron abriendo el camino. Bartlett aport¨® el segundo martillazo a la moral n¨®rdica. Los marcajes hac¨ªan agua y se fueron los ¡®Tall Blacks¡¯ a 20 de ventaja (33-53 a falta de 16 minutos). Tres p¨¦rdidas tuvo Nueva Zelanda en el primer tiempo. Actu¨® con pulcritud y no tom¨® malas elecciones. Eso ya estaba del otro lado.