El Bar?a encuentra inspiraci¨®n

El Barcelona tiene demasiado fresco todav¨ªa el Waterloo de Mil¨¢n y es un equipo que parece desconfiar de s¨ª mismo en cuanto le dan un motivo para hacerlo. El Laboral Kutxa ha sido durante todo el a?o poco m¨¢s que un reflejo deformado de su propia gen¨¦tica competitiva (llegaba al Palau con 60 partidos oficiales y 30 derrotas, ahora 31 en 61). Pero no importa porque parece que Bar?a y Baskonia mezclan como elementos qu¨ªmicos inestables y con propensi¨®n a la explosi¨®n hollywoodiense en cuanto se enciende una chispa. El primer partido de su serie de cuartos fue un thriller de primera categor¨ªa con un segundo tiempo para el recuerdo. He aqu¨ª dos equipos que han estado, uno u otro, en las ¨²ltimas 20 finales. Y que juegan su und¨¦cima eliminatoria en playoff ACB desde la ¨²ltima vez que se midieron en cuartos (1996). Hasta ahora contando aquella, 5-5. A tantas batallas y tanta igualdad respondi¨® este partido, que sac¨® lo mejor de dos equipos que parece que necesitaban encontrarse, enzarzarse y apretarse mutuamente las tuercas. La rivalidad como terapia, la vieja esencia del deporte.

Los duelos directos de la temporada se ponen ahora 4-2 para el Bar?a, que jugar¨¢ para ser semifinalista el s¨¢bado en Vitoria (21:15) con la garant¨ªa del tercer partido en casa garantizado. Pero para llegar a un 1-0 que parec¨ªa l¨®gico se pas¨® por todo tipo de situaciones il¨®gicas y asombrosas. Un penoso segundo cuarto del Barcelona castigado por 19 puntos sumados por Nocioni y Hamilton (13-23 para 36-43 al descanso) y un despertar azulgrana a la antigua usanza tras el paso por vestuarios: Navarro entr¨® en trance en un tercer cuarto de 18 puntos y 4 triples sin fallo al que respondi¨® Heurtel con 15 en ese parcial, un duelo de pistoleros desatados que llev¨® el partido al drama de un ¨²ltimo cuarto que el Barcelona debi¨® ganar (87-80, minuto 38) sin un susto final al que se oblig¨® por tres p¨¦rdidas seguidas (87-87). A partir de ah¨ª, anot¨® Navarro y fall¨® dos ataques seguidos Heurtel. Game Over.

Ese segundo tiempo (56-44) fue un tramo de baloncesto febril, hermoso en su suma de heroicidades y errores. El Laboral Kutxa perdi¨® 8 balones tras el descanso (15-11 final) y no encontr¨® a un Nocioni que concentr¨® toda su producci¨®n en la primera parte. Hamilton y San Emeterio estiraron el amago de milagro de Heurtel con Pleiss superado por un partido que abras¨® su habitualmente templada temperatura corporal. Lo mismo le pas¨® a Tomic. La guerra de h¨¦roes, de big-threes improvisados, acab¨® siendo para el formado por Navarro-Oleson y Dorsey. Un jugador de leyenda y dos ex del Baskonia¡­

Del 103 de valoraci¨®n del Barcelona, 86 correspondi¨® a ese decisivo tr¨ªo. Ni anotaron Abrines, Pullen o Papanikolaou. Ni ayudaron demasiado Nachbar, un Lorbek desfigurado (ni jug¨® en el primer tiempo) o un Huertas que, cargado de faltas, se las apa?¨® al menos para poner su granito de arena al final. Esta vez no hubo grandes engranajes colectivos ni grandes soluciones de pizarra. S¨®lo intensidad y talento: baloncesto. Dorsey cambi¨® el partido con su defensa y sus segundos esfuerzos, creci¨® hasta devorar las dos zonas (13 puntos, 6/6 en tiros, 11 rebotes con 6 de ataque) y firm¨® seis mates, uno antol¨®gico tras tres rebotes de ataque en la misma jugada. El estadounidense fue una central el¨¦ctrica que contagi¨® a la grada y a sus compa?eros, la llamada a la rebeli¨®n que escucharon Navarro y Oleson: 24 y 29 puntos, entre los dos 31 tras el descanso. Y en todo el partido 9/9 en triples, 16/17 en tiros libres y 6 asistencias. Una exhibici¨®n de determinaci¨®n, lectura de juega y mu?ecas en estado de gracia. Demasiado para un Baskonia que sin embargo tuvo bola para empatar a falta de menos de medio minuto¡­ Es Barcelona-Baskonia, da igual como lleguen y da igual hacia donde vayan. Es una pelea a muerte que seguir¨¢ el s¨¢bado. Match ball para el Bar?a, Fernando Buesa Arena: tambores de guerra.