Euroliga | Real Madrid - Barcelona
Mil¨¢n acoge esta noche el mejor Cl¨¢sico de toda la historia
Teodosic, estrella del CSKA, dispar¨® ayer sin titubeos: ¡°Madrid y Barcelona son los favoritos¡±. Se cruzan en semifinales por tercera vez (21:00, Canal+, E3 y ETB).
La Final Four es la joya de la corona del baloncesto de clubes fuera de la NBA. Un gran evento con un juego cada vez m¨¢s atractivo. Los campeones han pasado de anotar 68 puntos de media en las finales de la d¨¦cada de los noventa a 86 a partir de 2001. Un desaf¨ªo may¨²sculo del que resulta tan complicado salir triunfador que los grandes equipos ya no se marcan como objetivo el t¨ªtulo, sino clasificarse. La Final Four es el reto. El trofeo llega luego como premio a la constancia. El Barcelona, por ejemplo, afronta su 14? Final Four desde 1988 (dos t¨ªtulos, once derrotas previas); el Maccabi, la 12? (tres triunfos); el CSKA, la und¨¦cima en doce a?os (dos coronas); y el Madrid, la sexta (s¨®lo un ¨¦xito), la tercera en cuatro temporadas.
En 2011 los blancos fueron vapuleados por el Maccabi, en 2013 alcanzaron la final y hoy arrancan como favoritos. La sucesi¨®n l¨®gica para levantar la ansiada Novena, pero el proceso no garantiza el ¨¦xito. Le espera el Barcelona, el segundo aspirante m¨¢s cualificado seg¨²n las apuestas. Cl¨¢sico en la cumbre, de moneda al aire. Porque, en 56 a?os de historia de las competiciones europeas, Madrid y Bar?a nunca estuvieron a un nivel tan alto los dos a la vez. Quiz¨¢ en 1984 y 1989 cuando el Real gan¨® sendas Recopas. Aunque no m¨¢s que ahora, seguro. ?Final anticipada? Tampoco corran tanto: CSKA y Maccabi suman muchas batallas triunfales y once t¨ªtulos (21 entre los cuatro).
Los de Laso vienen con un mayor desgaste tras las lesiones de Carroll y de Dontaye Draper (finalmente,? baja), pero Mil¨¢n les recibi¨® ayer con el trofeo de MVP para Sergio Rodr¨ªguez. Un reconocimiento individual que premia un estilo, a un equipo que juega de memoria, con los roles bien repartidos y aceptados, y con varios jugadores en el inicio de su madurez plena, como Rudy y Llull. Vigilen tambi¨¦n a Mirotic. Pieza clave frente al Bar?a.? Atacar a Lorbek y Nachbar? se le da bien. Tan vital como el d¨²o Huertas- Tomic en el bando azulgrana. Por una vez la palabra inc¨®gnita y Navarro van de la mano. Afronta su octava Final Four, pero llega sin ritmo mientras Abrines asoma la cabeza. Xavi Pascual respira tranquilo, sus piezas hace tiempo que encajaron. Ha formado un equipazo de una retah¨ªla de figuras.
Las cartas est¨¢n sobre la mesa. El Bar?a? intentar¨¢ frenar las galopadas blancas con defensa y con faltas, y cuidando el bal¨®n. Los cul¨¦s saben c¨®mo reducir el acierto en los tiros de tres del rival y c¨®mo forzar p¨¦rdidas. Lo vimos en la Copa. Laso persigue un ritmo, una velocidad que Pascual le quiere negar. En ese escenario, el rebote marcar¨¢ tendencia.
S¨¦ptima vez. El Mediolanum F¨®rum de Mil¨¢n (12.538 espectadores) acoger¨¢ el mejor duelo espa?ol de la historia, tan rimbombante como cierto. Ser¨¢ el tercer Cl¨¢sico en semifinales (2013 y 1996: 1-1), el vig¨¦simo en la Euroliga (12-7 para el Barcelona) y la s¨¦ptima vez que dos clubes espa?oles coinciden en la Final Four. Que lo disfruten.