BOBCATS 98 - HEAT 109 (0-4)
LeBron y Miami completan el barrido sobre los Bobcats
Los Heat demuestran su gran momento. ¡®King¡¯ James, decisivo (31 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes). Pese a un gran Kemba Walker, los Bobcats siguen sin ganar en playoffs.
Martes 9 de marzo de 2010. Esa es la fecha de la ¨²ltima victoria de Charlotte sobre Miami. Desde entonces se han vuelto a ver las caras en 20 ocasiones m¨¢s (incluyendo las cuatro de esta primera ronda de playoffs), produci¨¦ndose en todas ellas el mismo resultado: triunfo para los Heat. Es m¨¢s, cuando los Bobcats doblegaron a los de Florida por ¨²ltima vez, LeBron James todav¨ªa jugaba en Cleveland y Chris Bosh defend¨ªa los intereses de los Raptors. Con su llegada a la franquicia en el verano de 2010, los Heat experimentaron una total metamorfosis. Prueba de ello son las tres finales y dos anillos que acumulan desde entonces. Inmersos en la b¨²squeda del tan ansiado ¡®three-peat¡¯, abren su andadura de la mejor forma posible tras doblegar a unos aguerridos pero inocentes Bobcats (98-109) y completar as¨ª el barrido en la eliminatoria, tal y como hicieron hace justo un a?o ante los Bucks.
Los de Spoelstra llegan lanzados a la fase decisiva y nadie lo ejemplifica mejor que su buque insignia. Una vez m¨¢s, LeBron acab¨® por decidir la contienda y jugando con el freno de mano echado durante varios minutos acab¨® rozando el triple-doble. El cuatro veces concluy¨® con 31 puntos, nueve asistencias y siete rebotes, adem¨¢s de tres robos. Por si hab¨ªa dudas, ¡®King¡¯ James no ha perdido un ¨¢pice de su competitividad, ha logrado el quinto 4-0 de su carrera en playoffs (tres con los Cavs y dos con los Heat) y ahora contar¨¢ con unos valiosos d¨ªas de descanso, aunque esta ¨²ltima circunstancia pueda llegar a resultar contraproducente. Sale de la primera ronda promediando 30 puntos, ocho rebotes, seis asistencias y 2,3 robos. N¨²meros sencillamente brutales.
En el lado contrario, y dado el transcurrir de la eliminatoria, si eran pocos los que esperaban un triunfo de Charlotte que permitiera a la franquicia de North carolina festejar su primera victoria en la postemporada; con la baja de Al Jefferson, las opciones de los de Steve Clifford cotizaron si cabe a¨²n m¨¢s a la baja. La fascitis plantar que padece en la planta del pie izquierdo le oblig¨® a presenciar el encuentro vestido de calle. El anuncio de la ausencia del p¨ªvot (18,7 puntos, 9,3 rebotes y 1,7 tapones de promedio en los tres primeros duelos pese a jugarlos pr¨¢cticamente cojo) dejaba a los locales sin su gran referente a escasas dos horas del comienzo del encuentro.
Un partido, cuyos proleg¨®menos estuvieron marcados por las, a falta de confirmaci¨®n oficial, desafortunadas y torpes palabras de Donald Sterling, el controvertido propietario de los Clippers. Tal y como ya hicieron 24 horas antes los pupilos de Doc Rivers al saltar a la pista, los jugadores de los Heat se quitaron las camisetas de calentamiento y las depositaron en el suelo en el c¨ªrculo central. Debajo lucieron el cubre del rev¨¦s, tapando el nombre del equipo. Para dejar a¨²n m¨¢s clara su condena, los jugadores de ambos conjuntos lucieron calcetines negros.
Centr¨¢ndonos en lo estrictamente deportivo, el encuentro tuvo un comienzo similar al del primer y tercer choque: unos Bobcats muy motivados e intensos dispuestos a hacerse con el control del marcador desde el salto inicial. Para ello, tuvieron que recurrir a un omnipresente Kemba Walker. El joven base se multiplic¨® para hacer olvidar a su socio principal en el reparto bobcat. Supo liderar (29 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias, tres tapones y dos robos) a los suyos para completar de largo su mejor partido en los playoffs de su debut. Empez¨® anotando 10 de los 12 primeros tantos de su equipo, adem¨¢s de completar un notable trabajo defensivo en su propio aro.
Esto permiti¨® que el primer periodo acabase con un una ligera ventaja local (27-26). Sin embargo, las sensaciones resultaban diametralmente opuestas. Mientras los Bobcats jugaban al m¨¢ximo de sus posibilidades, a los Heat les bastaba con jugar al ralent¨ª para impedir la escapada de sus rivales. Daban la impresi¨®n de querer dejar madurar la contienda. En el momento en que LeBron comenzara a implicarse en ataque y el equipo subiera la intensidad defensiva, el intercambio de canastas tocar¨ªa a su fin y el partido acabar¨ªa decant¨¢ndose inevitablemente a favor de los Heat. Tal que as¨ª sucedi¨® en los tres anteriores envites y algo parecido acab¨® sucediendo esta noche.
El bocado definitivo al encuentro lleg¨® en los ¨²ltimos minutos del tercer cuarto. Ese fue el momento en que el depredador decidi¨® dejar de jugar con su presa para pasar devorarla. Del 65-64 a siete minutos del final, se concluy¨® el periodo con un 71-84 en los marcadores del Time Warner Cable Arena. Con nueve puntos y seis asistencias ¡®King¡¯ James abri¨® la veda. Las seis (de un total de 16) p¨¦rdidas de Charlotte acabaron por hacer el resto, facilitando los f¨¢ciles contraataques de Miami. ¡°Nos han matado¡±, reconoci¨® el propio Clifford.
Pese a que faltaban 12 minutos por delante, todo estaba decidido. El sweep (barrido) estaba ya escrito. Cuatro puntos consecutivos de Bosh (17 puntos y ocho rebotes en 30 minutos) enfriaron los ¨¢nimos de la grada tras una canasta de Biyombo que estableci¨® un esperanzador 92-99 a falta de tres minutos. Finalmente, y sin sufrimiento, los actuales campeones consiguieron el objetivo: cerrar la serie a las primeras de cambio. Como m¨ªnimo, contar¨¢n con pr¨¢cticamente una semana de descanso. Su rival saldr¨¢ del enfrentamiento entre Raptors y Nets (2-2 por el momento). Mientras tanto, nos quedar¨¢ la imagen del abrazo entre LeBron James y Michael Jordan al concluir el duelo. El pasado, presente y futuro de la NBA, de la mejor Liga de baloncesto del mundo.