INFORME
Los Sixers tiran la temporada para mirar el futuro con ilusi¨®n
Tras dejar finalmente la racha de derrotas consecutivas en 26, analizamos los movimientos que han llevado a los de Philadelphia a entrar en la leyenda negra de la NBA.
Del mi¨¦rcoles 29 de enero al s¨¢bado 29 de marzo. Entre medias, dos meses en los que los Sixers ¨²nicamente han cosechado derrotas. Un total de 26, igualando la peor racha en la historia de las cuatro grandes ligas estadounidenses (NFL, MLB, NBA y NHL). Los Sixers, a la espera de que se forje otro gran equipo perdedor, han ligado irrevocablemente su nombre al de los Cavaliers del curso 2010/2011 y los Tampa Bay Buccaneers de f¨²tbol americano, quienes necesitaron quince meses para estrenar su casillero de victorias tras hacer su debut en la NFL en septiembre de 1976.
Indudablemente son muchas las carencias de estos Sixers. Se trata de un equipo muy joven (su edad media es de 23,8 a?os), lo que supone en muchas ocasiones que su falta de experiencia les lastre en los momentos calientes de los partidos. No obstante, el hecho de que volvieran a la senda del triunfo con una aplastante victoria sobre los Pistons por una diferencia de 25 puntos (123-98) levanta, cuanto menos, suspicacias. ?Es realmente un equipo tan malo? Desde luego que, en parte s¨ª lo es, aunque quiz¨¢ desde la franquicia no se haya optado por hacer todo lo posible para corregir este rumbo. El draft y la generaci¨®n de 2014 llaman a la puerta de la NBA, lo que, unido al pobre balance que lucen (16-57), hacen que muchos ven una muestra inequ¨ªvoca de tanking (estrategia por la que las distintas franquicias optan por dejarse llevar para aumentar su n¨²mero de derrotas y de esta manera contar con un mayor n¨²mero de probabilidades de cara a elegir en posiciones m¨¢s elevadas en el pr¨®ximo sorteo universitario).?
Obviamente, resulta pr¨¢cticamente imposible demostrar que un equipo se deje ganar y que no d¨¦ todo lo que tiene sobre la pista. De hecho, a ning¨²n jugador le gusta perder. Sin embargo, desde los estamentos en los que se toman las decisiones s¨ª que se pueden seguir una serie de medidas que ayuden a debilitar el roster y liberen margen salarial. Para ilustrarlo, s¨®lo falta con remontarse dos meses atr¨¢s en el tiempo.
La noche del 29 de enero los de Philadelphia visitaban el Garden de Boston, el feudo de los Celtics. En aquella ocasi¨®n se impusieron los de Brett Brown, sumando as¨ª su decimoquinta victoria del curso. El encuentro tuvo un protagonista por encima del resto: Evan Turner. El alero consigui¨® un buzzer beater para dar el triunfo a los Sixers. Junto a ¨¦l, resultaron decisivos los 20 puntos de Spencer Hawes. A d¨ªa de hoy, Turner defiende los intereses de los Pacers, mientras que el p¨ªvot hace lo mismo con los de los Cavaliers.?
La situaci¨®n resulta m¨¢s llamativa si analizamos los movimientos posteriores realizados por la franquicia cuyo destino dirige Sam Hinkie en calidad de general manager. Junto al ya mencionado Turner, quien promediaba 17,4 puntos, seis rebotes y casi cuatro asistencias por noche antes de da hacer las maletas, enviaron a Lavoy Allen (m¨¢s de cinco puntos y otras tantas capturas) a Indiana. A cambio recibieron a un Danny Granger que no acababa de encontrar su sitio en el esquema de los de Vogel tras su grave lesi¨®n. Granger apenas form¨® unos d¨ªas como miembro de la plantilla. De hecho, no lleg¨® ni a debutar y se acab¨® marchando a los Clippers tras firmar un buyout.
Por su parte, a cambio de Spencer Hawes y los 13 puntos y 8,5 rebotes que registraba, Cleveland otorg¨® a ¡®Philly¡¯ dos elecciones de segunda ronda, al alero Earl Clark (tampoco lleg¨® enfundarse la camiseta sixer) y al center Henry Sims. Este ¨²ltimo ha sido la ¨²nica incorporaci¨®n que ha aportado al juego del equipo. En los diecisiete partidos jugados hasta la fecha con su nuevo equipo ha logrado 10,5 puntos, 6,9 rebotes y un robo en 26 minutos de media.
Este empeoramiento de la plantilla es una de las razones, aunque quiz¨¢ no la ¨²nica, que ha llevado a los Sixers a formar parte de los libros de historia de la NBA por la puerta de atr¨¢s. Apenas dos de los jugadores de los que han permanecido a lo largo de toda la temporada han aportado algo de luz. Son el rookie, y candidato a novato del a?o, Michael Carter-Williams (14,6 puntos, seis rebotes y 6,2 asistencias) y Thaddeus Young, todo un veterano pese a que apenas cuenta con 25 a?os. En su s¨¦ptima temporada en la Liga, todas ellas en Philadelphia, promedia 18 puntos, 6,1 rebotes, 2,2 asistencias y 2,2 robos.
A comienzos de curso, y tras un inicio esperanzador, con victoria ante los Heat incluida, resultaba complicado que ese mismo equipo que acaparaba elogios y apuntaba a sorpresa de la temporada acabar¨ªa encadenando 26 derrotas consecutivas. No era un equipo llamado a completar grandes haza?as, pero nadie intu¨ªa un naufragio semejante.
A falta de nueve jornadas para echar el cierre a la temporada, los Sixers son la peor defensa de la Liga al encajar una media de 110 puntos por noche (111,2 a lo largo de la racha). No se ve¨ªan unos registros tan negativos desde los 112,4 recibidos por los Warriors en la 09/10. Si bien a favor de los de Oakland cabe resaltar que por su parte anotaban 108,8 puntos, el segundo mejor ataque por aquel entonces. Aquella diferencia negativa de 3,6 tantos resulta irrisoria al compararla con el -11 que lucen los de Brett Brown, quienes anotan 99 tantos. Para hacernos una idea, los Bucks (el peor equipo de la presente temporada) cuentan con una desventaja de puntos de 8,3. Otro dato a tener cuenta, el de las p¨¦rdidas. Son el equipo que m¨¢s balones pierden (16,8), as¨ª como el que m¨¢s recupera (16,4). Esto es, no son capaces de penalizar a sus rivales de la misma manera con la que ellos s¨ª les castigan.
No obstante, y pese a todo lo negativo de la temporada (en febrero tambi¨¦n sufrieron dos derrotas seguidas por m¨¢s de 40 puntos), este descarado tanking, una vez analizados los n¨²meros y movimientos ya lo podemos afirmar; los seguidores Sixers tienen motivos para la esperanza.
El primero, han encontrado relevo en el puesto de base con Carter-Williams tras el traspaso de Jrue Holiday el pasado verano. En aquel movimiento adquirieron a Nerlens Noel, prometedor p¨ªvot que a¨²n no ha podido debutar en la NBA como consecuencia de una grave lesi¨®n en su rodilla izquierda. De cara a la pr¨®xima temporada deber¨ªa estar plenamente recuperado. Un curso 14/15 en el que apenas tienen comprometidos 27 millones de d¨®lares en salarios. Esto les dar¨¢ margen suficiente para estar muy atentos al mercado de agentes libres. Antes, incluso quiz¨¢ hayan podido elegir en la primera posici¨®n del draft. Como ya se ha demostrado hist¨®ricamente, esto no garantiza nada, aunque s¨ª aumentar¨¢ las expectativas y emociones de la afici¨®n de una hist¨®rica franquicia que cuenta con tres anillos de campe¨®n. Toca esperar la llegada del est¨ªo con optimismo y un aire cargado de ilusi¨®n.