El Estudiantes planta cara, pero el Madrid sigue inabordable

No hubo paliza c¨®smica como algunos aventuraban, sino un pulso cl¨¢sico. El Tuenti M¨®vil Estudiantes alarg¨® la incertidumbre m¨¢s que cualquier otro adversario de los blancos esta temporada en el Palacio. Entr¨® en la recta de meta a tiro de diez (67-57) y dej¨® al l¨ªder en 72 puntos, su anotaci¨®n m¨¢s baja del curso.

Para plantar cara al Madrid actual, y no hablamos ya de vencerle, hay que poner much¨ªsimo de tu parte y contar con una ayuda extra del enemigo. As¨ª ocurri¨® hasta el descanso. Lo blancos defensivamente entraron en la m¨¢quina del tiempo y retrocedieron al menos dos a?os. Y en ataque no ten¨ªan tacto con el bal¨®n. El Estu era el reverso de la moneda. Ivanov lo met¨ªa todo y luego apareci¨® Kuric, que no estaba tieso, no, no; estaba tomando ca?as. Enterr¨® su funesta racha, esos 20 triples seguidos fallados, y descerraj¨® dos como tarjeta de presentaci¨®n: 12 puntos en un suspiro. ¡°Saldr¨¢ reforzado de ¨¦sta¡±, dec¨ªa en la previa Vidorreta. Lo que no mata engorda y el Estu hall¨® su referente exterior. Una aparici¨®n nada casual, sino favorecida por la din¨¢mica.

El t¨¦cnico aleccion¨® a los suyos para hacer pupa donde anta?o m¨¢s le dol¨ªa al Madrid, en las segundas y terceras ayudas, cuando la defensa se agita y salen grietas. Ah¨ª se manejaron bien, con porcentaje alto en tiros de dos, lo que limitaba las carreras desbocadas, algo f¨¢cil de decir y complicado de ejecutar: 6-10, 14-17 y 16-19. Cuarto ganado, y de eso presumen pocos.

En el segundo acto Carroll cogi¨® una ola y surfe¨® durante cuatro minutitos (nueve tantos y 27-23). Si resulta dif¨ªcil combatir el m¨²sculo, enjaular el talento (el de Mirotic, el de Llull...) lo es a¨²n m¨¢s. Intentas agarrarlo y se te escapa entre los dedos. Los colegiales extraviaban alg¨²n bal¨®n tonto y el Madrid se daba un par de carreras curativas mientras manten¨ªa el pulso firme en los triples. El Estu lo que elevaba era la frente y los tiros del rival con Nogueira. El brasile?o tuvo sus minutos, sinti¨® que volaba y ejerci¨® de coloso de las alturas. Tap¨®n a diestro y siniestro. Destellos que le tuvieron con un pie en la NBA en verano y que amargaron a Bourousis. El griego pena ante p¨ªvots atl¨¦ticos y de brazos largos, como le ocurri¨® ante Ajinca (del Estrasburgo).

En la reanudaci¨®n, la defensa del Madrid volvi¨® del pasado, con Draper, con Llull, con Rudy, con Slaughter... con alternativas (Reyes no jug¨® por lesi¨®n). Lo del feeling con el aro lo solventaron sin sutilezas, con mates. El mejor, un palmeo hundido por Rudy casi hasta el codo: 47-37. La zanja ya no se cerr¨®, pero nadie le ha jugado mejor al Madrid en casa que el Estu.