El ruido de la pol¨¦mica marca el segundo asalto de la final

Un poco de alboroto no le hace mal a esta Liga Endesa: pol¨¦mica y debate sobre jugadas claves como la del domingo, como la de la semana anterior en el Bar?a-Granca con Sada tambi¨¦n de protagonista. Ruido dentro de la normalidad. "Esto no es como en Grecia -dice Mavrokefalidis-, all¨ª la guerra es de verdad, con peque?as bombas y todo".?

Despu¨¦s de ver esa ¨²ltima acci¨®n decenas de veces, con Sada perdiendo el bal¨®n ante la defensa de Sergio Rodr¨ªguez y la mano izquierda de Llull?, no hay ninguna imagen que demuestre que hubo personal sobre el base azulgrana. Tampoco una toma n¨ªtida en la que se garantice al 100% que Llull s¨®lo toca la pelota. Si a los colegiados se les permitiera rearbitrar la acci¨®n desde un monitor de televisi¨®n, no podr¨ªan se?alar una falta que no se ve.

Sigue el eco y sigue la final (21:00, TDP) en un Palacio que ha colgado el cartel de no hay billetes (13.000 aficionados). Un 2-0 ser¨ªa casi definitivo, pero el Bar?a? saldr¨¢ enrabietado tras dominar gran parte del encuentro y desperdiciar diez puntos en seis minutos. Fue capaz de limitar las galopadas de los de Laso y a sus p¨ªvots (Mirotic estaba algo cabizbajo por su mala actuaci¨®n). Pero el Madrid tiene a los Sergios y a Rudy, y en el tramo final apabull¨® con Reyes al rebote (gan¨® con s¨®lo un 26% de acierto en los triples) y aturdi¨® al Bar?a con sus alternativas defensivas. "Pensaban que vencer¨ªan, pero tenemos coraz¨®n", sentencia Slaughter.