NBA
"Soy un p¨ªvot de la NBA de 34 a?os. Soy negro. Y soy gay"
Jason Collins, veterano p¨ªvot que ha militado en los Wizards en esta ¨²ltima temporada, reconoce abiertamente su homosexualidad en la portada de ¡®Sports Illustrated¡¯.
Jason Collins es un veterano p¨ªvot que ha hecho carrera en la NBA sin demasiado talento pero con una intachable profesionalidad. Sus 213 cent¨ªmetros y casi 120 kilos le han hecho ganar m¨¢s de 30 milones de d¨®lares, casi el doble que su hermano gemelo Jarron, otro cl¨¢sico de las zonas NBA. En m¨¢s de una d¨¦cada en la liga, Jason ha pasado de New Jersey a Memphis y de ah¨ª a Atlanta, Boston o Washington, su ¨²ltimo destino. Nunca ha promediado siete puntos ni siete rebotes por partido en una temporada, y sus mejores d¨ªas quedan lejos: en los Nets y despu¨¦s de su drafteo, n¨²mero 18 en la loter¨ªa de 2001.
Con los Nets jug¨® y perdi¨® las finales en 2002 y 2003. En 2002 los Lakers les barrieron por 4-0 y su rol, en a?o de rookie, fue molestar lo poco que pudo al entonces imparable Shaquille O¡¯neal, contra el que gast¨® casi todas las19 faltas personales que hizo en esos cuatro partidos. Jason Collins no estaba, en definitiva, llamado a pasar a la historia de la liga. Y sin embargo lo va a hacer gracias a un asunto mucho m¨¢s trascendental que el juego: es el protagonista del reportaje de portada ¡®Sports Illustrated¡¯, una historia de revelaci¨®n que ya recorre Am¨¦rica de punta a punta y que le convierte en el primer profesional de las grandes ligas estadounidenses que reconoce su homosexualidad siendo todav¨ªa jugador en activo.
Ser o no ser el chico raro
¡°Soy un p¨ªvot de la NBA de 34 a?os. Soy negro. Y soy gay¡±, afirma un sonriente Jason Collins que asume su condici¨®n de pionero con naturalidad: ¡°No era mi objetivo ser el primer deportista que reconoce abiertamente su homosexualidad en el deporte estadounidense de primer nivel. Pero ya que me ha tocado serlo, estoy a gusto abriendo el debate. No quer¨ªa ser el muchacho que levanta la mano en clase para decir que es raro. Pero como no lo ha hecho nadie antes, ahora lo hago yo¡±.
Tras una d¨¦cada gan¨¢ndose el sueldo de franquicia en franquicia, ahora es agente libre y, con 34 a?os y en plena madurez, hace un uso absoluto de esa libertad: ¡°Este es mi viaje de descubrimiento y realizaci¨®n personal. Empez¨® en mi Los Angeles natal y me ha llevado de los t¨ªtulos en el instituto a la Final Four de la NCAA y de ah¨ª a jugar nueve veces los playoffs de la NBA. He jugado en seis equipos, he jugado dos finales... Todo el mundo en la NBA ha jugado conmigo o juega con alguien que ha jugado conmigo o ha jugado con alguien que ha jugado con alguien que ha jugado conmigo¡ Ahora soy agente libre, en el sentido m¨¢s literal posible. He alcanzado ese envidiable estado en el que siento que puedo hacer lo que quiera. Y lo que quiero es seguir jugando a baloncesto. Pero tambi¨¦n quiero ser genuino, sincero y aut¨¦ntico¡±.
?Por qu¨¦ ahora? En parte, por una cuesti¨®n tan mundana como el exceso de tiempo libre que le dio el lockout, que retras¨® el inici¨® de la temporada 2011-12: ¡°Me sent¨ª obligado a afrontar y controlar qui¨¦n era y qu¨¦ quer¨ªa. Segu¨ªa entrenando pero me faltaba esa ocupaci¨®n constante, la distracci¨®n que aporta la temporada y los partidos¡±. Y as¨ª, poco a poco, comenz¨® a verbalizar su verdadera personalidad, primero con su t¨ªa Teri, jueza que ejerce en San Francisco: ¡°Me dijo que hac¨ªa a?os que lo sab¨ªa y me llev¨¦ una sorpresa. Pero al mismo tiempo me hizo sentirme c¨®modo, por primera vez me deshice de la censura que me hab¨ªa impuesto hasta entonces. Y me sent¨ª aliviado. Es como estar metido en un horno. Algunos aceptan su sexualidad antes y otros necesitamos m¨¢s tiempo de cocci¨®n. Yo he estado 33 a?os en el horno¡±.
Hacia la normalizaci¨®n
Un caso que, desde luego, abre una necesaria brecha hacia la normalizaci¨®n en el deporte profesional estadounidense, todav¨ªa coto para los prejuicios y los viejos clich¨¦s, por suerte en v¨ªas de superaci¨®n. Primero fue la cuesti¨®n de raza, ahora es la de la orientaci¨®n sexual: ¡°Cuando era joven ten¨ªa citas con mujeres. Estuve prometido, supon¨ªa que lo que ten¨ªa que hacer era casarme con una mujer y criar hijos con ella. Era como repetirse a uno mismo que el cielo es rojo cuando en realidad lo est¨¢s viendo azul¡±.
Y si el lockout le dio que pensar, el reciente atentado en el Marat¨®n de Boston le empuj¨® a dar el paso definitivo. El resto es una inspiradora historia de coraje que recoge ¡®Sports Illustrated¡¯ y que ya forma parte de la historia de la prensa deportiva estadounidense: ¡°Joe Kennedy, un viejo compa?ero de habitaci¨®n en Stanford que ahora es congresista, me confes¨® que era homosexual y que hab¨ªa participado en el desfile del Orgullo Gay de Boston. Me dio envidia pero me hizo darme cuenta de que yo no hab¨ªa tenido agallas ni para haber ido a mostrar mi apoyo como espectador. Despu¨¦s lleg¨® el suceso de la Marat¨®n y, con ¨¦l, la certeza de que en la vida no puedes esperar a que llegue el momento ideal. Tu vida puede cambiar en cualquier instante, as¨ª que mejor que vivas en armon¨ªa contigo mismo. Habl¨¦ con Joe y estar¨¦ a su lado el 8 de junio en el pr¨®ximo desfile¡±.
A lo largo de todo el reportaje, Jason Collins se muestra como un tipo feliz, sereno y maduro. Alguien que est¨¢ soltando un peso que le ha lastrado durante toda una vida que ahora, y de repente, comienza de nuevo. Una vida seguramente mejor para ¨¦l y que ayudar¨¢ sin duda a otros en una situaci¨®n como la suya: ¡°A nadie le gusta vivir asustado. Siempre me ha pasado, siempre con miedo a decir lo que no deber¨ªa. No dorm¨ªa bien y de repente he empezado a hacerlo: cada vez que se lo contaba a alguien, dorm¨ªa un poco mejor. He gastado demasiada energ¨ªa guardando el secreto. Me he obligado a vivir triste, a mentir. Y ahora por fin y por primera vez me siento realizado, pleno. Y tengo el mismo humor y los mismos amigos. Y sigo teniendo a mi hermano Jarron. Cuando se lo cont¨¦, se qued¨® de piedra. No ten¨ªa ni idea, para que luego digan que hay telepat¨ªa entre gemelos¡ pero esa misma noche lo hab¨ªa aceptado y se volc¨® conmigo como un verdadero hermano¡±.
Algo se mueve
Desde luego, algo se mueve en el deporte estadounidense y en la NBA. Hace semanas fue Kenneth Faried, el emergente ala-p¨ªvot de Denver Nuggets, se convirti¨® en el primer jugador que apoy¨® de forma p¨²blica y se uni¨® a una organizaci¨®n encargada de luchar contra la homofobia en el deporte. Faried prometi¨® que su implicaci¨®n por la causa no quedar¨ªa ah¨ª y que har¨ªa bandera de la lucha por la igualdad de derechos y el matrimonio de gays, lesbianas y transexuales. Apodado ¡®Manimal¡¯ por su energ¨ªa en pista, Faried se cri¨® con dos madres, una pareja de lesbianas que contrajo matrimonio en 2007.