CAJA LABORAL 69-BARCELONA 80
El talento de Navarro decide
El Bar?a, a la final. La cuarta final seguida. Navarro es el icono azulgrana, el del baloncesto espa?ol, pero a su alrededor muchas manos con talento para sumar, como la de Lorbek.
En el baloncesto, como en la vida, no todo empieza como acaba. Porque, aunque resulte duro decirlo viendo el desenlace, Pascual tuvo que sentar a Navarro en el minuto siete ¨Cpor Oleson- para que el Barcelona se agarrara al partido. Hasta entonces, los azulgrana andaban en otra onda: 16-7. Quiz¨¢ a¨²n trastabillados, con la mente en recobrar el equilibrio emocional tras saltar el jueves un obst¨¢culo de los del Grand National, tras el subid¨®n de batir al favorito, al Madrid.
Nocioni anulaba a Mickeal, y Causeur, el nuevo joven talento baskonista, se hac¨ªa notar. Querejeta siempre lo tuvo claro, vender en la c¨²spide y apostar sin medias tintas por la alternativa. Se fueron Nocioni, Oberto, Macijauskas, Calder¨®n, Scola, Splitter, Huertas, Oleson¡ y el rumbo se mantuvo, m¨¢s r¨¢pido o m¨¢s lento, pero sin giros bruscos de tim¨®n. Proyecto.
Pero volvamos al Bar?a, al ritmo que le dio Huertas y a la fuerza de Jawai. Y a tres dianas triples de Oleson. Los de Pascual se hab¨ªan reenganchado a la Copa (19-18). Y, entonces s¨ª, comenz¨® un pulso al m¨¢ximo nivel europeo, de exigencia f¨ªsica extrema. Dur¨ªsimo y precioso, con el gigante alem¨¢n Pleiss haciendo el partido de su vida, con Tomic repitiendo n¨²meros y actitud de estrella ¨Cgrande- y con Navarro¡ ?Qu¨¦?, me dir¨¢n ahora. Pues de vuelta en plena pugna entre forzudos, pero ya saben, por chiquitito que lo vean, el talento siempre se abre camino. Siempre.
Hasta aqu¨ª hemos llegado, dijo, y con el apoyo de Huertas, que abras¨® a Cook en el inicio del cuarto round, el Barcelona cort¨® por lo sano con un parcial de 0-14. Campana y se acab¨®. El Caja Laboral se desconect¨®, ni el empuje de su hinchada, en un Buesa Arena rojo y plet¨®rico, fue capaz de devolverle a la vida.
El Bar?a, a la final, algo que a fuerza de repetirse, nos suena a norma de obligado cumplimiento en la Copa. La cuarta final seguida. Navarro es el icono azulgrana, el del baloncesto espa?ol, pero a su alrededor muchas manos con talento listas para sumar, como la de Lorbek. Equilibrio colectivo, armon¨ªa entre juego interior y exterior atendiendo a unas proporciones que hubiera firmado el mismo Da Vinci.
La maldici¨®n del anfitri¨®n resulta definitiva, una edici¨®n m¨¢s. Bjelica y Lampe lo intentaron; pero Navarro se la jug¨®. ?l es as¨ª.