Final Liga Endesa | R. MADRID 75 - BARCELONA 81
El Bar?a tira por tierra la gran fiesta del Madrid
Los triples, la defensa zonal y el orgullo cul¨¦ frenaron a los blancos
Todo andaba listo para la gran fiesta blanca, incluso el Palacio hab¨ªa crecido con localidades extra para la ocasi¨®n. Esperaba la primera celebraci¨®n del Madrid en casa en 19 a?os y deb¨ªa ser a lo grande. Pero esa es la enormidad del deporte, que si haces planes -y hay que hacerlos- te los rompen.
Los azulgrana quebraron el jarr¨®n de la lechera con un volantazo sorprendente. Con Ndong ausente por lesi¨®n y Eidson chupando banquillo, Pascual tir¨® por la calle del medio. Su Bar?a salt¨® a la pista como un equipo inferior en recursos, pero capaz de batir a cualquiera por orgullo. Se puso a defender en zona, a ralentizar el ritmo... Puro catenaccio?. Y rebote¨®, y enchuf¨® de tres lo que se le hab¨ªa negado en esta final (10 de 20). Cuatro jugadores abiertos para generar espacios y exprimir a Lorbek, Navarro, Mickeal y Huertas, que apenas descansaron. Daba igual, no hab¨ªa ma?ana, era dar el golpe o morir de pie. ?Vive! Ya tiene el quinto, el s¨¢bado en el Palau, y ahora piensa que volar es posible. Le aguarda su cancha, su gente, como al Real ayer. A ver qu¨¦ pasa.
Hace 14 a?os que el Madrid no gana tres partidos seguidos al equipo cul¨¦. La cuenta sigue abierta. Los de Laso quiz¨¢ tardaron en espabilar, no llevaban el comp¨¢s, pero se sent¨ªan superiores, lo eran por arsenal, f¨ªsico, frescura, incluso por talento. Pensaron que reaccionar¨ªan, pero nunca se acoplaron al juego de espacios rival, que emulaba al Caja Laboral en semifinales, a aquel primer duelo en el que Lampe? dio la campanada. Lorbek lo calc¨® con el apoyo a¨¦reo de Wallace, el secundario al rescate, liberado despu¨¦s de tanta cr¨ªtica (16 puntos)
Sin rebotes, al Madrid le falt¨® juntar l¨ªneas atr¨¢s, reducir huecos para tomar el mando. Nunca lo tuvo (60-73), aunque perdi¨® sinti¨¦ndose mejor, cuando Mirotic llamaba a la remontada en el minuto final (75-79). Tarde. Gan¨® el orgullo y un planteamiento a la desesperada e inteligente a la vez de Pascual. Queda el quinto, queda el Palau... Que pronostique otro.