Copa del Rey | Bar?a Regal 71- Real Madrid 91
'Barcelonazo' en el Sant Jordi
El Madrid gana la Copa 19 a?os despu¨¦s. Barri¨® al Bar?a y le supera en el palmar¨¦s con 23 t¨ªtulos. Llull fue el MVP con un partido descomunal. Carroll remat¨® con 22 puntos en 14 minutos.
Diecinueve a?os y varias generaciones de jugadores despu¨¦s, muchas de ellas perdidas por la causa, el Real Madrid recupera la Copa del Rey, el t¨ªtulo m¨¢s antiguo del baloncesto espa?ol. El trono que le perteneci¨® casi siempre (al menos desde 1962, cuando rebas¨® al Bar?a en el palmar¨¦s), pero que compart¨ªa ahora con su eterno adversario. Y ese empate a 22 trofeos se rompi¨® con un Barcelonazo en toda regla.
Triunf¨® el Madrid, se coron¨® el juego de ataque, la velocidad, la anotaci¨®n, como anta?o, tiempos pasados que los madridistas siempre creyeron mejores. Mejores hasta ayer. El baloncesto blanco llora de sana emoci¨®n y sus aficionados fieles no olvidan las frustraciones, tantas y tantas ilusiones rotas. Segundo t¨ªtulo de la pelota naranja para Florentino, que esta vez s¨ª sac¨® pecho en el Sant Jordi tras el mazazo de la Final Four. Torso henchido en pista hostil, junto a Rosell. Formas exquisitas.
Copa al aire tambi¨¦n para Felipe Reyes, el capit¨¢n, despu¨¦s de cinco a?os de pertinaz sequ¨ªa tras aquella Liga conquistada en s¨ª, s¨ª, Barcelona (2007). Desde entonces han pasado por el banquillo Plaza, Messina, Molin y, ahora, Laso. Pablo lo ha conseguido, pero los otros murieron en el intento y aportaron su granito. Vaivenes a pie de pista y en los despachos: Antonio Mart¨ªn, Maceiras y Juan Carlos S¨¢nchez, junto a Alberto Herreros. Demasiado oleaje para un barco en un mar con tanta competencia, repleto de tiburones.
M¨¢s all¨¢ de festejos y c¨¢nticos, este ¨¦xito quiz¨¢ traiga un pan debajo del brazo, la estabilidad y la calma necesarias para acometer empresas mayores. Porque este a?o se han hecho muchas cosas bien, empezando por el fichaje de Rudy, por el que se sigue luchando. Es s¨®lo una Copa, pero qu¨¦ Copa, lograda ante un rival formidable, un grande de Europa y delante de una afici¨®n que anduvo a la altura, que aplaudi¨® en pie al enemigo, a Sergio Llull, tremendo MVP. Seny.
Grada, palco, banquillo y trofeo. Pero falta lo m¨¢s importante, lo que ocurri¨® en la pista, el partidazo de unos jugadores, de una plantilla que se levant¨® en una semana de una ca¨ªda a tumba abierta en Bilbao. La madrugada de aquel mi¨¦rcoles aciago en Miribilla, Laso entr¨® en la habitaci¨®n de Herreros, director deportivo, para decirle que ganar¨ªan la Copa. Eran las tres y media de la ma?ana. Fe.
El Madrid hab¨ªa dado un baj¨®n, incluso sin especialistas atr¨¢s, en la defensa colectiva pod¨ªa ofrecer m¨¢s. Con faltas, con coraje, con inteligencia... y lo hizo. El talento no se discut¨ªa y el Madrid sali¨® a ganar, a reconciliarse con la historia, con hambre de gloria. S¨®lo los brazos eternos de Ndong eran un quebradero de cabeza. Pero el primer paso y los veinte siguientes los dio el Incre¨ªble? Llullk. Destroz¨® a Huertas, el gran perdedor. 23 puntos y cinco triples vitales. Siempre nos pareci¨® m¨¢s un base, con sus defectos y sus virtudes. Porque cada director tiene un m¨¦todo y pocos su exuberancia f¨ªsica. La apuesta de Laso asum¨ªa riesgos, pero el t¨¦cnico es valiente, mucho.
Esta vez la defensa otorg¨® la serenidad completa, porque fue atr¨¢s, con cabeza y actitud, donde el equipo blanco puso coto a la irregularidad. Concentraci¨®n y eficacia, como la de Su¨¢rez?, clave en su salida de tacos percutiendo al poste bajo a Mickeal. Bravo Mirotic faj¨¢ndose con Lorbek, que escap¨® al triple para resucitar al Bar?a en el tercer cuarto con tres dianas: 51-52. Voraz recorte, los once puntos de renta (35-46) se iban al limbo.
El Madrid sacaba r¨¦dito encarando a Navarro, lejos de su mejor forma, con Singler y con Pocius, por altura y rapidez. Atacarle para neutralizarle. El Bar?a hab¨ªa perdido a Eidson y acusaba la fatiga pese a descansar el viernes. La Copa exige y el bloque es madurito. La mejor defensa de Europa hinc¨® la rodilla ante la ofensiva blanca. Pese a todo, andaba a un punto. Faltaba el jaque mate, la salva entera, Jaycee? Carroll. Cogi¨® el testigo de Llull y fusil¨® a discreci¨®n. Ocho puntos del de Wyoming y 56-65. Restaba un cuarto, y otros 14 tantos de Carroll que laminaban al Bar?a: 69-91. Sum¨® 22 puntos bajo el sol abrasador. El nuevo Navarro. Bien Pocius y bien Begic. Y magn¨ªfico el Madrid. Laso ha demostrado que sabe c¨®mo echarle el lazo al Bar?a. El Madrid ya no sue?a, tiene la Copa.