Felipe Reyes y Velickovic evitan la gesta del Fuenla

El Madrid resopla, pas¨® las de Ca¨ªn en un partido de m¨¢xima tensi¨®n ante el heroico Fuenla, que traz¨® un plan perfecto y lo sigui¨® a pies juntillas, tanto que Porfi Fisac dijo que por momentos pens¨® que dorm¨ªa, que so?aba. Despert¨® al final. Justo ah¨ª, en los ¨²ltimos seis minutos, se le escap¨® la gloria de las semifinales. Su hoja de ruta le dio esquinazo porque no hubo cortocircuito blanco, al rev¨¦s, el Madrid con la presi¨®n colgada a la espalda como una mochila atiborrada de piedras firm¨® sus mejores minutos. Al Fuenla s¨ª le agarraron los nervios, y fall¨® tiros que antes no erraba. Ah¨ª, en el tramo vital, Felipe Reyes y Velickovic cogieron galones de capit¨¢n general, como ya hicieron en el segundo cuarto para voltear la renta del Mad-Croc.

Era lo contrario al plan inicial, cuando Laso, sabiendo que el Fuenla iba a cortar de ra¨ªz los contraataques blancos, intent¨® aplastar con sus blindados, con cent¨ªmetros y f¨ªsico, al vecino del sur. En los quintetos iniciales, el escolta madridista, Singler o Su¨¢rez (2,02 metros), era tan alto como el p¨ªvot rival. Y a¨²n quedaban las torres; pero no funcion¨®. Las dianas de Mike Hall, al que Begic (2,16 y 115 kilos) no pod¨ªa dar caza a siete metros del aro, el buen hacer del base Colom y la movilidad e intensidad de todo el equipo dieron la iniciativa al outsider (7-12 y 11-16). Tambi¨¦n la estrategia de Fisac, su amagos atr¨¢s, esa alternancia entre la defensa zonal y la individual. No es que la zona se le fuera al Real por el otro lado, como un trozo de carne mal masticado, pero cada aspecto sumaba, y el sorpres¨®n sobrevolaba el Sant Jordi.

En la reanudaci¨®n, ya con ventaja (35-31), Laso dej¨® en el banco a Velickovic y a Reyes; pero los Carroll, Mirotic y Llull, con tres triples y dos canastas casi sin r¨¦plica, amagaron con romper el choque. Con acierto nadie cant¨® victoria ni derrota. El Fuenla le ech¨® de nuevo el lazo al duelo con dos triplazos de Lavi?a, el primero desde nueve metros y con Su¨¢rez encima (53-53). Restaba un cuarto.

Y quedaba tambi¨¦n el espect¨¢culo del capit¨¢n, de Reyes, reba?ando cada bal¨®n cerca del aro, preciso al poste, muy sereno. Y la valent¨ªa, la garra y la movilidad de Velickovic, que grit¨® bien alto que no se va del Madrid. Y el control final, tras un partido regulero, de los Sergios, de Llull y de Rodr¨ªguez. El Madrid pelear¨¢ hoy por su quinta final copera en ocho a?os, las sensaciones son otra cosa.