acb |barcelona 74 - bilbao basket 67
Navarro y la ley del talento
Abrasador segundo partido de la final ACB. Tensi¨®n, muchas faltas y cuentan pendientes para Bilbao, donde el Barcelona dispondr¨¢ de match ball tras frenar a un rival que no se rindi¨® nunca.
Los temores iniciales fueron infundados. Ni Bilbao Basket se hab¨ªa quedado sin fe ni el Barcelona iba a pecar de exceso de confianza tras el partido del jueves. Los playoffs por naturaleza tienen esto: cada partido vale un punto, nada m¨¢s. Se pierda de uno o de treinta, con una imagen excepcional o paup¨¦rrima. Un partido, un punto y a por el siguiente. Y en este caso el siguiente podr¨ªa ser el ¨²ltimo porque el Barcelona gan¨® otra vez, ha ganado dos partidos muy diferentes y ha protegido su pista. El segundo punto lleg¨® un partido en el que hubo m¨¢s fuego y m¨¢s golpes que juego y en el que el baloncesto qued¨® concentrado en el segundo cuarto y en la recta final, cuando a las heroicidades de Vasileiadis respondieron Lorbek y... Navarro. Con el escolta, un jugador de leyenda, se apag¨® el ¨²ltimo aliento de un Bilbao Basket en versi¨®n hidra, capaz de sobrevivir cada vez que el Bar?a le cortaba la cabeza. Hasta que no pudo con el golpe final de Navarro: asistencias y puntos, un triple tras crossover desde casi ocho metros para cerrar el triunfo. Al Barcelona le queda un paso (marcha 7-0 en playoffs). Al Bilbao Basket le queda Miribilla.
Y Miribilla ser¨¢ un infierno. Porque la serie viaja con cuentas pendientes, porque hubo muchas faltas, un criterio arbitral cambiante y golpes en la pista y en el t¨²nel de vestuarios. All¨ª, donde ardieron Power Electronis y Real Madrid, tendr¨¢ que sobrevivir el Barcelona si quiere evitarse el infarto del quinto partido. Para el equipo vasco queda la esperanza, las sensaciones y el calor de su pista. Katsikaris encontr¨® en el ¨²ltimo cuarto un sistema de ajustes y cambios defensivos que bloque¨® al Barcelona. Le queda imaginarse un ataque m¨¢s fluido y menos dependiente de trabajos herc¨²leos e individuales. Y eso pasa en gran medida por meter en la final a Aaron Jackson, desquiciado por Sada y las ayudas de los p¨ªvots del Barcelona: 0 puntos, -1 de valoraci¨®n, mucha ansiedad y los minutos decisivos en el banquillo... como Ricky. Entre bases de perfil alto sobresale la figura de Sada: empapado en sudor y capaz de anotar, rebotear, asistir, defender y aparecer en todas partes... Un basti¨®n en partidos como estos, de siderurgia y fundici¨®n. Altos hornos en los que el talento sobresale como una delicada flor. Vasileiadis (15 puntos, casi todos en la recta final) puso el partido en el l¨ªmite (64-60, minuto 38). Al Barcelona en plena congesti¨®n (4 puntos y una canasta en juego en seis minutos) le salvaron 7 puntos de un Lorbek hasta entonces ausente y la gu¨ªa deslumbrante de Navarro: 20 puntos, 4 asistencias, 9 faltas provocadas... La ley del talento es la ley de Navarro.
Muy cerca y muy lejos
El partido deja mensajes contradictorios y ni el Barcelona estar¨¢ completamente tranquilo ni Bilbao totalmente hundido, aunque el 2-0 es una realidad cementosa que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de psicolog¨ªa y emoci¨®n. Bien mirado, Katsikaris no sabr¨¢ si su equipo est¨¢ m¨¢s cerca de lo que parece o a a?os luz y no tendr¨¢ una base para saber con certeza si la mejor versi¨®n de sus jugadores da para hacer algo m¨¢s que ara?ar la superficie de este Barcelona despiadado y, eso es evidente, con m¨¢s plantilla, m¨¢s recursos y m¨¢s cent¨ªmetros. El Barcelona tiene la ventaja de que puede jugar muchos tipos de partidos y ganar en circunstancias muy variadas. Bilbao Basket necesita un gui¨®n en el que no conceda puntos f¨¢ciles, no perdone posesiones claves ni tiros libres (7/14 al descanso) y aparezcan Jackson o Banic (-3 de valoraci¨®n). En el Barcelona casi cualquiera te puede matar y esta vez aparecieron Ingles y una bater¨ªa tremenda de triples en pleno despegue de un hermoso segundo cuarto. Con 54-40 al cierre del tercer parcial, Bilbao Basket encontr¨® aliento, defensa y m¨¢s puntos, se meti¨® en el partido y tuvo ataques para cerrar el cerco. Los perdon¨®. El Barcelona los de la sentencia, no.
En ventajas siempre sobre la decena, el Bar?a no rompi¨® del todo el partido ante un rival que esta vez s¨ª fue bravo y que esta vez s¨ª recuper¨® su eficacia en el rebote de ataque (7-14) pero que tard¨® en encontrar regularidad en el tiro (de dos, de tres y desde la l¨ªnea de personal) como si sus mu?ecas sintieran m¨¢s la presi¨®n de la final que sus corazones y sus piernas. El Barcelona tuvo el m¨¦rito de igualar en t¨¦rminos de pelea y tensi¨®n a su rival, asunto que le ser¨¢ vital en Miribilla y que le permite depender de los destellos de un talento, que en su plantilla es m¨¢s diverso y mayor. Porque adem¨¢s en su plantilla est¨¢ Juan Carlos Navarro, al que Bizkaia Bilbao Basket tendr¨¢ que apartar del t¨ªtulo tres veces seguidas, la ¨²ltima en el Palau, si quiere culminar su cuento de hadas. Improbable pero, esto es baloncesto, no imposible. La final, decantada pero en llamas, se va a Bilbao: Match ball azulgrana en territorio comanche.