"Volver¨ªa a ser segundo, pero me gustar¨ªa seguir"
El t¨¦cnico italiano ha debutado como entrenador jefe con 51 a?os y en el Real Madrid, despu¨¦s de toda una carrera en la sombra, al lado de los mejores: Skansi, Obradovic, D'Antoni y Messina. "Me gustar¨ªa escribir una nueva p¨¢gina en mi vida, aunque aceptar¨ªa dar un paso atr¨¢s", asegura.


Usted creci¨® en la Italia de los sesenta y de los setenta, ?por qu¨¦ el baloncesto en lugar del f¨²tbol?
Empec¨¦ jugando en Mestre, mi localidad, en un campo cerca de la iglesia y un entrenador me pidi¨® que hiciera una prueba para las categor¨ªas inferiores del club de la ciudad, que militaba en Primera. Mi trayectoria acab¨® como juvenil jugando de base, aunque hab¨ªa empezado de p¨ªvot, porque con 13 a?os era casi tan alto como ahora. Y lo dej¨¦ porque carec¨ªa de proyecci¨®n y en seguida empec¨¦ a entrenar a ni?os. Poco a poco iba subiendo de nivel. Como buen italiano aficionado al deporte tambi¨¦n me gustaba el f¨²tbol, aunque no con la misma pasi¨®n. Era de la Juventus y lo sigo siendo en esta etapa en la que el club est¨¢ sufriendo mucho. Recuerdo como grandes ¨¦pocas la de Platini, tambi¨¦n la de Zidane.
?Y en el 'pallacanestro'?
El gran Varese de los setenta, tambi¨¦n el Madrid, claro. A¨²n recuerdo aquellos duelos de Copa de Europa en blanco y negro, sobre todo a Wayne Brabender y a Corbal¨¢n.
En Mestre, como t¨¦cnico del j¨²nior, coincide con Messina por primera vez. Era 1980.
S¨ª, durante dos temporadas. Despu¨¦s ¨¦l se fue como ayudante a Udine y yo me qued¨¦. Mi salto de calidad llega en Treviso (Benetton), donde trabajo 14 a?os seguidos. Empiezo en la cantera, pero poco a poco voy compartiendo las actividades del primer equipo y tengo la suerte de que fichan a entrenadores importantes, como Skansi?, Obradovic y D'Antoni, que me quieren de ayudante.
?Por qu¨¦ no lo intent¨® entonces como primer espada?
Nunca lo pens¨¦ porque no me lleg¨® una oportunidad seria. Despu¨¦s de trabajar con gente como Obradovic y como Ettore? he entendido que me sienta muy bien el traje de ayudante. No me gusta la exposici¨®n.
Justo lo contrario que ahora.
S¨ª, las cosas de la vida. Trato de disfrutar de esta gran oportunidad, de aprender pese a mi edad (51 a?os) y de no equivocarme mucho, de no hacer da?o. Y me siento adem¨¢s un poco m¨¢s joven.
?Ahora que le ha picado el gusanillo ser¨ªa capaz de dar un paso atr¨¢s?
No es una cuesti¨®n de quitarme responsabilidad, siempre he tenido mucha participaci¨®n, pero es que me veo muy competente en el papel de ayudante. Si ma?ana me pidiesen retroceder, no me sentir¨ªa infravalorado ni lo ver¨ªa como una falta de ¨¦xito. Aunque me gustar¨ªa seguir como primero y escribir una nueva p¨¢gina en mi vida.
Pero imagino que su reto es ganar un t¨ªtulo con el Madrid y renovar al frente del equipo.
Lo que quiero es cumplir los objetivos que se ha puesto el Madrid, devolver al club la confianza depositada en m¨ª. Y luego hablaremos de lo que piensan ellos, de lo que pienso yo y decidiremos. Ahora s¨®lo he ganado dos partidos importantes en una semana y me parece muy poco.
?Aceptar¨ªa ser segundo de otro t¨¦cnico en el Madrid?
?Por qu¨¦ no? Ser ayudante en un equipo importante no lo considero un papel secundario. Ahora bien, si el club est¨¢ contento, puedo seguir como ahora.
Cuando Messina se march¨®, ?pens¨® en irse con ¨¦l?
Trat¨¦ de convencerle de que no diera un paso tan duro; pero a la vez entend¨ª que era una decisi¨®n muy personal, que hab¨ªa rebasado su l¨ªmite y que deb¨ªa parar. Yo llegu¨¦ aqu¨ª por ¨¦l, no por mi m¨¦rito, por lo que con su marcha afloraron sentimientos encontrados. Al final decido continuar porque me doy cuenta de que el trabajo con el equipo es muy bueno y porque encuentro el apoyo total de Ettore y del club para ocupar el cargo.
?Habla muy a menudo con Messina?, le consulta cosas?
Hablamos como amigos, compartimos cosas, pero tiene mucho respeto y no interviene demasiado.
?Pens¨® alguna vez: "Pero d¨®nde me he metido"?
Seguro, aunque no me he arrepentido, no va con mi car¨¢cter. Me he sentido solo, he sufrido una especie de lucha interior, de pensar que las cosas no eran as¨ª, de que era demasiado sufrimiento... Ahora todo va bien.
Su familia vive en Italia, ?eso se lo ha hecho a¨²n m¨¢s dif¨ªcil?
S¨ª, tengo tres hijos y viven all¨ª con mi mujer. Pero esa es mi elecci¨®n desde hace tiempo.
Parec¨ªa usted el contrapunto perfecto al car¨¢cter fuerte de Messina. ?Cree que los jugadores le ven ahora como la cara amable del mismo proyecto??
Un poco s¨ª. Si he trabajado tanto tiempo con ¨¦l es porque el car¨¢cter de uno ayudaba al otro y al rev¨¦s, como un matrimonio. Soy una persona distinta, pero no es que sea el bueno y ¨¦l el malo. M¨¢s que por estas cosas, creo que el equipo ha logrado el ¨¦xito porque ha comprendido cu¨¢les son sus l¨ªmites. A veces los jugadores no entienden que no llegan al objetivo y que te tienes que enfadar.
Quiere decir que han madurado.
Es m¨¢s cuesti¨®n de responsabilidad, de estar m¨¢s metido. Fue uno de los objetivos que busc¨® Ettore con su adi¨®s: se fue porque el equipo se pod¨ªa unir m¨¢s. Y ah¨ª la figura de los veteranos ha sido clave.
?Qu¨¦ opciones da a su equipo en la Final Four?
Debemos recordar que somos el Madrid, que llegamos tras mucho tiempo al sitio donde quiere y debe estar el club; pero sin olvidar que la plantilla carece de experiencia en la Final Four, y me incluyo (lleva siete como ayudante). A veces, sin embargo, suma m¨¢s la ilusi¨®n.