ACB | Real Madrid 77 - Regal Bar?a 72
El Real Madrid caza al Barcelona en la ACB
No jug¨® Navarro, y eso marca. Pero el Madrid se ha quitado en 48 horas dos pesos de encima: primero el de la Final Four y luego el del ogro cul¨¦. Llull se lesion¨®, pero ah¨ª andaban Su¨¢rez, Prigioni, Tomic... y la voluntad de un equipo que luch¨® al l¨ªmite de sus fuerzas.

Como si de un anuncio de grandes almacenes se tratara, acabamos de asistir a las 48 horas de oro en la Caja M¨¢gica. Menos de dos d¨ªas que pueden marcar tendencia, porque al Madrid ya no le aprieta la corbata, se la ha quitado. De golpe y porrazo vuelve a la Final Four d¨¦cada y media despu¨¦s y bate al Bar?a? en la ACB por primera vez en tres a?os.
Le hab¨ªa superado en la Euroliga, pero tambi¨¦n hac¨ªa ya su tiempo (doce meses y medio). Fin a una racha de 0-6 contra el ogro azulgrana y de 1-13 si nos remontamos hasta febrero de 2009. No estaba Navarro, por supuesto; pero Molin tampoco cont¨® con Sergio Rodr¨ªguez y perdi¨® a Llull? por lesi¨®n en el tercer cuarto (rotura de fibras).
El Regal Bar?a? anda de baj¨®n. De nada le sirvi¨® haber preparado el cl¨¢sico durante una semana; volvi¨® a caer. Cuarta derrota seguida y la sensaci¨®n de que algo ha hecho clac dentro del vestuario. Pascual no irradia el mismo control de anta?o, l¨®gico. Cuando el temporal arrecia hasta el m¨¢s pintado se despeina. Su equipo mantiene el despliegue f¨ªsico, pese a los a?os, y conserva el talento, sin embargo queda menos de ese bloque coral que maravill¨® durante tantos meses, que arras¨® al Madrid como un cicl¨®n all¨¢ por septiembre. Y el ejemplo m¨¢s significativo es Ricky? Rubio: lo tiene todo, pero ha perdido la br¨²jula. Se le ve sufrir. Ayer -4 de valoraci¨®n, cinco tiros fallados y algo m¨¢s importante, no transmite.
Pero recuerden, faltaba Navarro y eso siempre es demasiado. En su ausencia Grimau tir¨® del carro y lo hizo con inteligencia, sacando faltas por doquier, ante rivales m¨¢s altos. Aplausos para ¨¦l, gran actuaci¨®n, pero con eso no le dio al Bar?a. Porque, entre otras cosas, Ingles fue incapaz de buscar una sola ventaja cerca del aro cuando le defend¨ªa Prigioni (17 cent¨ªmetros de diferencia). Tuvo que salir Lakovic a enmendarle la plana.
Por entonces el Madrid acababa de firmar su m¨¢xima ventaja (15-4) y, pese a perderla, mantuvo las riendas con firmeza hasta el ¨²ltimo cuarto (50-43). Primero con Llull imitando a La Bomba y m¨¢s tarde con Su¨¢rez, modelo de gallard¨ªa para sus compa?eros. Restaba la pegada postrera azulgrana y lleg¨® en medio de un nefasto arbitraje: 56-57, 62-64... El Madrid andaba exhausto, aunque a¨²n le quedaban Prigioni y Tomic. Su conexi¨®n forz¨® la pr¨®rroga y sell¨® el triunfo, el de la voluntad m¨¢s all¨¢ de la resistencia. Rug¨ªa la Caja M¨¢gica: "?Nos vamos a Barcelona!". Ya saben, a la Final Four.