Baloncesto | Playoff ACB | Real Madrid 80 - Caja Laboral 62
El Madrid crece con Tomic y fuerza el quinto partido
Reyes y Bullock secundaron al croata, que estuvo genial

Dicen las malas lenguas que Jorge Valdano y Antonio Maceiras han pedido a Alberto Herreros que se vista de corto, que aguardan su triple salvador en el Buesa Arena. Que cinco a?os no son nada. Por lo pronto, el Real Madrid, que bailaba en el alambre, ha forzado el quinto partido en su semifinal con el Caja Laboral. Ninguna apuesta es fiable, porque la serie ha sido una monta?a rusa en la que los p¨¢jaros han disparado incluso a las escopetas (Reyes, por ejemplo, anot¨® ayer tres triples). De nuevo Valdano y la famosa frase con la que resumi¨® aquel ca?o de Chendo a Maradona.
Imprevisible, as¨ª ha sido la eliminatoria hasta ahora. Imprevisible como que los mejores momentos del Caja Laboral en el primer cuarto llegaran con Splitter en el banco -sum¨® dos faltas en minuto y medio- y Teletovic gan¨¢ndole la partida a Reyes con un 2+1 que depar¨® la primera ventaja vasca (21-24). Reyes, eso s¨ª, se tom¨® cumplida revancha. Lastim¨® al bosnio en el cuerpo a cuerpo y se salt¨® a la torera la prescripci¨®n m¨¦dica que sigue en estos playoffs: un triple al d¨ªa. Ayer, para deleite de los estad¨ªsticos, anot¨® tres, lo que supone un r¨¦cord en su hoja de servicios.
Triples.
?Casualidad? No. Reyes tira m¨¢s, pero sobre todo, aprovecha el repliegue de p¨ªvots y no p¨ªvots rivales ante la espigada figura de Tomic. El croata ofreci¨® su mejor recital, con doble-doble (19 puntos-14 rebotes) y 36 de valoraci¨®n. El futuro ya est¨¢ aqu¨ª, dir¨¢ alguno, y el pasado lo sigue estando, reivindica Bullock, autor de tres triples, dos de ellos vitales para abrir brecha (45-39) al borde del descanso. A partir de ah¨ª, el Caja Laboral muri¨®, pues s¨®lo San Emeterio y Splitter mantuvieron el ment¨®n arriba.
Enfrente, con Vidal y Jaric unidos a la causa, Prigioni en jefe y sin Llull -se fue al vestuario en el segundo cuarto y ya no volvi¨®-, el Madrid navegaba firme, tan firme que su proyecto recala ma?ana en un muelle sin mar: Vitoria. El mismo Ivanovic que ayer negaba el paso a los micr¨®fonos de TV en los tiempos muertos debe dar voz a su equipo. Cinco a?os despu¨¦s de aquel triple por el que perdi¨® una liga. De nuevo con Splitter, pero ahora ?sin Herreros?