Llull y Prigioni ponen en ¨®rbita al Real Madrid

Sergio Llull levant¨® al Madrid. M¨¢s que eso, le sac¨® de la tumba cuando ten¨ªa medio cuerpo dentro. Y lo hizo con golpes ganadores, a triple limpio, como los campeones. El menorqu¨ªn acudi¨® al rescate apoyado por Prigioni en el momento que peor pintaba para su equipo, otra vez acuciado por la ansiedad del ¨²ltimo cuarto, otra vez echando por la borda un buen partido con "los errores no forzados" que tanto preocupan a Messina. En esta ocasi¨®n hubo arreglo, el argentino? y El Incre¨ªble? Llull? tumbaron al Caja Laboral con cuatro zarpazos ines?perados que hirieron de muerte a la fiera vitoriana, que se ve¨ªa casi en la final.

Un triple de Bullock sobre la bocina del tercer cuarto y con Oleson toc¨¢ndole la mano catapultaba al Madrid. Reyes a?ad¨ªa otra canasta en el inicio del ¨²ltimo periodo (60-53), eran los momentos felices de los blancos. De la alegr¨ªa al miedo, al desplome, no hubo nada. P¨¦rdidas, faltas tontas, temor en ataque, errores defensivos con Tomic desconectado... El Caja Laboral se sub¨ªa a la barbas, bailaba en su salsa, brasile?a, la del d¨²o Huertas y Splitter que de repente se hab¨ªa vuelto imparable. Parcial de 0-10 (60-63) y el rival a la deriva.

Faltaban apenas cinco minutos. Viendo la guada?a, Prigioni forzaba un dos m¨¢s uno. Empate. En la siguiente acci¨®n robaba el bal¨®n y en plena galopada se lo ced¨ªa a Llull para que enchufara de tres. Arriesg¨® y el Madrid entr¨® en ignici¨®n -tambi¨¦n en defensa-. Segundos despu¨¦s descerrajaba otro triple y luego era Prigioni. Tres aciertos seguidos de lejos cuando en 30 minutos s¨®lo firmaba uno. Fue el lacito a un partido completo, que casi se les escapa a los blancos en cuatro minutos nefastos. Tomic estuvo imperial de salida, igual que Velickovic de falso alero, amargando a San Emeterio, martillos pilones en el poste bajo. Luego se sumar¨ªa Reyes. El efecto Splitter, neutralizado.