final nba | orlando magic 86 - los angeles lakers 99
El anillo de los Lakers, el sue?o de Gasol
Los Angeles Lakers son los nuevos reyes de la NBA. Es el anillo n迆mero quince para la franquicia. El cuarto de Kobe Bryant, el d谷cimo de Phil Jackson, ya el entrenador con m芍s t赤tulos de la historia, y por supuesto el primero de Pau Gasol, que establece otro hito en la historia del baloncesto espa?ol. En el momento decisivo Orlando no tuvo energ赤a f赤sica ni fuerza mental para alargar la serie y evitar la celebraci車n en su cancha de unos Lakers que dejaron aroma de gran campe車n a partir de un segundo cuarto en el que dieron el golpe definitivo al partido y a la final.
S赤, ya es real el sue?o de Pau Gasol, casi el 迆ltimo que le quedaba por cumplir a un jugador que lo ha conseguido pr芍cticamente todo. Este era su gran reto y su gran sue?o, el de todo el baloncesto espa?ol. Y este era el sue?o de Kobe Bryant, del maestro zen, del cabal Fisher, del explosivo Ariza o del talento desbordante y discontinuo de Odom. Este es el anillo de todos ellos. Y el de Jack Nicholson, Magic Johson, Kareem, el viejo Forum, el show-time...es el anillo, el n迆mero 15, de toda la imaginer赤a que viste de p迆rpura y oro y alimenta tantos sue?os. El anillo de la venganza, el que borra el amargo sabor de la derrota, del trompazo de 2008.
Quiz芍 hubieran preferido los cl芍sicos, incluso los propios jugadores, que el rival hubiera sido Boston. ?Importa demasiado? Seguramente no. ?Seguiremos dudando de este equipo incluso ahora que ya es campe車n? Tal vez s赤 porque parece santo y se?a del ADN de esta plantilla. Los cr赤ticos con Kobe, tantos y tantos; los que han criticado con sa?a a este equipo de desmayos y desapariciones en los partidos, tantas veces disperso, bipolar, con el estigma de campe車n siempre en tela de juicio. Pues hoy, 14 de junio de 2009, los Lakers son campeones. Con su rotaci車n tan limitada y con sus confusiones entre el show-time y el Kobe-sistema... pero campeones. Queda y quedar芍 lo bueno, ahora y para la historia. Queda el nombre del campe車n 2009: Los Angeles Lakers.
Gasol, Phil Jackson, Kobe Bryant
Este es el anillo de Gasol, el 迆nico camino posible desde que el 1 de febrero de 2008 abandonara el barco de Memphis Grizzlies y pusiera fin a un trayecto que se estaba ensuciando a fuerza de alargarse demasiado. Es el premio a la temporada de la determinaci車n y la madurez plena del espa?ol. M芍s l赤der y competitivo que nunca, m芍s centrado y sobre todo m芍s duro. Focus lo llaman en Estados Unidos: foco, un solo objetivo en el horizonte. Gasol ha borrado esta temporada, desde el comienzo y hasta los duelos con Nene, Andersen y finalmente Howard, el estigma del jugador de clase pero blando. Ya no lo es, ni en el aspecto f赤sico ni en el mental. Este a?o Gasol ha sido de verdad fuerte, agresivo, determinado. Con la excelencia ofensiva fuera de duda, ha trabajado mejor que nunca en defensa, sudado al m芍ximo en el rebote; ha sido generoso y paciente cuando se le han escatimado los tiros pese a ser un All-Star de pleno derecho. Un segunda espada como hay pocos en la liga, el escudero perfecto para Bryant. Una pieza fundamental, superados los 1.000 puntos en playoffs, en un equipo campe車n. Ese ha sido y ese es ya Pau Gasol.
Es el anillo de Phil Jackson, del maestro zen, del hombre que tiene un estilo de juego pero sobre todo una filosof赤a. Es adem芍s su homenaje a Tex Winter, el padre del tri芍ngulo ofensivo, y la reivindicaci車n de un entrenador quiz芍 exc谷ntrico pero excepcional, 迆nico. Superado por Doc Rivers en la final de 2008, ha demostrado una vez m芍s que conoce, m芍s all芍 del juego, la trastienda de las emociones que viven en la mente del jugador. Ah赤 trabaja Phil Jackson, que seg迆n dicen ha exigido y ha gritado m芍s que nunca a Gasol en los entrenamientos. Que ha sido casi un padre para j車venes como Ariza, Brown o Bynum, que ha obviado su tradicional gusto por los jugadores veteranos. Que se ha adaptado, en definitiva. Phil Jackson siempre deja im芍genes y ah赤 va una: en el segundo partido, Turkoglu tapon車 el tiro de Bryant que hubiera evitado la pr車rroga y el 24 angelino lleg車 desesperado al banquillo. Y all赤 encontr車 a Jackson sentado, impert谷rrito, con una mirada imposible de escrutar. Puro zen donde otros pierden la calma. Por ah赤 ha ganado Jackson parte de la final al mucho m芍s nervioso Van Gundy. Dec赤a Bryant que no imagina levantar la vista hacia el banquillo y no ver all赤 al hombre que ya es, por fin, el se?or de los 10 anillos, el rey de los banquillos que ya no pensar芍 nunca m芍s en las finales perdidas ante Detroit y Boston.
Y es el anillo de Kobe Bryant, claro. Para muchos todav赤a el mejor jugador del mundo, uno de los grandes de la historia. Pero siempre en tela de juicio por mucho que Brian Shaw, antes compa?ero y ahora t谷cnico, asegure que ha sabido reinventarse como un perfecto jugador de equipo, un l赤der generoso. Las comparaciones con Jordan, el turbio asunto de Colorado, la cantinela de su incapacidad para ganar sin Shaquille a su lado, la sombra del ego赤smo... nada m芍s, por fin. A Kobe, el jugador que puede meter m芍s de 80 puntos en un partido, le ha dejado de importar el MVP o las comparaciones con otras estrellas del presente o el pasado. Kobe ha jugado desde octubre con junio entre ceja y ceja y ha sido fundamental en el rearme an赤mico a partir de la 迆ltima final. Entonces comprendi車 y comparti車 con su vestuario que, excusas al margen, Boston hab赤a sido un equipo sencillamente superior que les hab赤a ganado pero tambi谷n les hab赤a ense?ado el camino. Kobe, pura determinaci車n, es ahora capaz de dosificarse, de medir los momentos, de implicar a sus compa?eros. ?LeBron? ?Wade? Al final es la temporada de Bryant, un jugador con unas facultades descomunales y una calidad divina pero tambi谷n con una 谷tica de trabajo admirable. Los entrenamientos extra, las sesiones improvisadas en hoteles y canchas ajenas durante las giras... todo cuenta y todo cobra sentido con, por fin, el cuarto anillo de la mamba negra.
Hubo un partido y lo ganaron los Lakers
S赤, hubo un partido que cerr車 la final en un concluyente 4-1, rotundo y ante un equipo que ven赤a de eliminar a Boston y Cleveland y que ha puesto a los Lakers en m芍s aprietos de lo que refleja ese resultado final y de lo que expres車 este quinto partido (86-99) en el que los Magic se revelaron pronto como un equipo sin fuelle f赤sico y sin fuerza mental. Resistieron el primer cuarto, s赤 (28-26) pero se hundieron durante el segundo en cuanto los Lakers olieron sangre y fueron a por el golpe de gracia. Los de Phil Jackson dieron en esos minutos del segundo cuarto y a lo largo del tercero una exhibici車n en la que demostraron hasta qu谷 punto han llegado f赤sica y an赤micamente preparados a este trance de la temporada.
No hubo "Not in our home" (no en nuestra casa). El Amway Arena tambi谷n se descubri車 como una cancha que dej車 de creer con los triples de Fisher en el cuarto partido. Incluso hubo gritos de "M.V.P." para Kobe Bryant. Y mucho silencio. Despu谷s de un comienzo prometedor, m芍s por acierto que por sensaciones, Orlando vio pasar a los Lakers como un avi車n que hab赤a despegado irremisiblemente hacia el anillo. De un 34-28 al 46-56 del descanso, con parcial de 0-13 por el camino, en unos minutos de baloncesto sublime en ataque y defensa, de una autoridad sencillamente dictatorial ante unos Magic desfondados, ahogados entre p谷rdidas de bal車n y con un Van Gundy al que no le funcion車 ninguna de su tibias probaturas y que vio c車mo su equipo mor赤a sin poder agarrarse a ninguna de las armas que le ha convertido, al margen de este partido y este 4-1, en inquilino de la elite de la liga. En este quinto partido Orlando no encontr車 ni el tiro exterior ni el espacio en el juego para Howard, m芍s humano que nunca y desquiciado por la movilidad y las ayudas de la defensa de los Lakers y la excepcional lectura del juego de Pau Gasol en el poste bajo.
El tercer cuarto amaneci車 con amago de remontada y termin車 con el funeral definitivo de cualquier esperanza local. Lee tir車 de los Magic hasta el espejismo cruel del 53-58. Entonces Odom bombarde車 con dos triples y los Lakers utilizaron la recuperada decena de ventaja como trampol赤n hacia la sentencia final: 61-76 a falta del 迆ltimo cuarto. Y Howard cargado de faltas. Y Turkoglu fundido y desquiciado por Ariza. Y Lewis fuera de onda. Y...
Y la exhibici車n de los Lakers se complet車 en el 迆ltimo cuarto, en el que todos -p迆blico, jugadores, cuerpo t谷cnico de ambos equipos- pon赤an cara de p車quer a pesar de que ya conoc赤an el desenlace. Orlando muri車 de coz en coz, que en su caso eran triples alocados. Tras un 2/16 en tres cuartos, anotaron 6 en el 迆ltimo simplemente para evitar diferencias escandalosas. Los Lakers, mientras, celebraban primero con disimulo y despu谷s de forma contenida hasta la explosi車n final de champ芍n, discursos y gorras conmemorativas. Eran campeones con aroma y galones, tras un partido sensacional en el que dejaron jerarqu赤a, convicci車n, fuerza colectiva y un baloncesto perfecto: inteligente, 芍gil y duro en defensa y letal en ataque, con acierto en el tiro, ritmo, dominio de cada situaci車n y circulaci車n excelente de bal車n en busca de una bater赤a letal de buenos lanzamientos.
Dominio total en todos los apartados
En n迆meros, el partido se define de forma transparente. Los Lakers ganaron claramente el rebote total (47-36) y el ofensivo (13-6), tiraron m芍s tiros libres (28-16), perdieron menos balones (10-12) y hasta abrumaron en tapones (8-3) al equipo de Dwight Howard. El p赤vot no pudo nunca con Gasol y s車lo funcion車 en ataque durante algunos minutos en los que se emparej車 con Bynum en el segundo cuarto. Despu谷s se carg車 de faltas y termin車 hundido dejando un partido muy gris: 11 puntos, 10 rebotes, 3 tapones. Turkoglu, que no ten赤a magia porque apenas ten赤a aire, no tuvo trascendencia en el juego y los 18 puntos de Rashard Lewis fueron mentirosos, labrados en la galer赤a de tiro de los intrascendentes 迆ltimos minutos. S車lo Alston y Lee aportaron en algunas fases para unos Magic que pagaron otra vez la insistencia de Van Gundy con un Nelson a a?os luz de la forma que le encumbr車 en la primera mitad de temporada. Pero hoy daba igual: Orlando hab赤a perdido la final en la pr車rroga del segundo partido, en sus terribles errores en los momentos cruciales del cuarto.
S車lo quedaba saber cu芍ndo, y fue en el quinto y todav赤a en Florida porque los Magic no tuvieron ocasi車n de creer m芍s all芍 de los primeros minutos, at車nitos en cuanto arreci車 la tormenta p迆rpura liderada por el M.V.P. de las finales: Kobe Bryant. En el cierre de la serie (30 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, 4 tapones, 2 robos) Kobe no s車lo ofreci車 las canastas m芍s est谷ticas de la noche sino que dio una lecci車n de actitud y liderazgo, al mando cuando era necesario y en la sombra cuando sus compa?eros funcionaron. En el parcial decisivo del segundo cuarto se centr車 en asistir, rebotear y defender mientras otros pon赤an rostro a la demolici車n de los Magic. A partir de ah赤 se permiti車 un reguero de triples, mates y suspensiones imposibles marca de la casa.
Pero los Lakers reforzaron en este partido, como en el sexto en Denver, la imagen de equipo compacto cargado de actitud y variantes, solidario y excelso en muchas fases. Lo que tantas veces no han sido a lo largo de la temporada, lo que ten赤an guardado para la hora de la verdad. Fisher, Odom y Ariza cambiaron el rumbo del partido en el segundo cuarto. Odom termin車 con 17 puntos, 10 rebotes y 3/3 en triples. Ariza, un carcelero para el agotado Turkoglu, volvi車 a tener fases de una energ赤a incontenible. Su estad赤stica dej車 15 puntos y 2 robos casi seguidos que tumbaron el 迆ltimo reducto de confianza de su rival.
Y Gasol, por supuesto. Cap赤tulo aparte para otro partidazo del espa?ol que fue mucho m芍s que unas estad赤sticas que, con todo, terminaron suficientemente adornadas: 15 rebotes, 4 tapones y 14 puntos sumados con s車lo 9 tiros de campo (6/9). M芍s all芍 de eso, el p赤vot espa?ol dej車 una actuaci車n plet車rica en la que demostr車 que ha llegado a este final en las ant赤podas de forma con respecto a la de 2008. Muy fuerte f赤sicamente, muy preparado mentalmente. Durante todo el partido fue superior a Howard, al que esta vez incluso se impuso en la lucha por el rebote y en capacidad intimidadora. Su trabaj車 carg車 adem芍s de faltas y llen車 de luchas f迆tiles la cabeza de D12, que ser芍 mejor jugador (ya es extraordinario, colosal) despu谷s de esta final, porque es un tipo inteligente y trabajador al que los Lakers han mostrado claramente por donde discurren sus m芍rgenes de mejora. De su mano, Orlando Magic ya est芍 entre los grandes equipos de la liga. Pero el m芍s grande ahora mismo tiene nombre: Los Angeles Lakers. Pura grandeza y pura historia que es desde hoy todav赤a m芍s grande gracias, entre otros, al mejor jugador de la historia del baloncesto espa?ol: Pau Gasol S芍ez.