Plata dorada

A la velocidad que va hoy el mundo, con Internet tirando de la locomotora, la final ol¨ªmpica que ayer jugaron Estados Unidos y Espa?a ya est¨¢ en cualquier formato y al alcance de todos. Estar¨¢ en los libros. Y quedar¨¢ para siempre, las fotos de un d¨ªa que levant¨® a Espa?a de las camas y que emocion¨® hasta las l¨¢grimas a los que lo vivieron en el Wukesong. Kobe Bryant se se?al¨® la medalla de oro con sentimiento de pertenencia. Estados Unidos, arriba del podio, recupera con grandeza la corona que perdi¨® en Atenas. Se aplaude su regreso y su nuevo concepto de respeto para el baloncesto que no se juega all¨ª, pero Espa?a gana una maravillosa plata. Y es una generaci¨®n de oro. Un grupo que genera ilusi¨®n, que moviliza masas y que es campe¨®n del mundo. Unos amigos que se han atrevido a desafiar todas las barreras. A Estados Unidos, que es un imperio, le exprimi¨® hasta l¨ªmites insospechados. Le oblig¨® a dar lo mejor. Porque lo que dieron ayer es lo que tienen (tal vez Garnett como a?adido), y as¨ª de cerquita est¨¢n.

Hace seis a?os, ganar a Estados Unidos era la fascinaci¨®n, y hasta los ¨¢rbitros, llevados por esa querencia tan humana hacia lo desconocido, empujaban su trocito para que el milagro fuese posible. Seis a?os despu¨¦s, eso se hab¨ªa convertido en normalidad. Estados Unidos ha descubierto que si no moldeaba las reglas FIBA pod¨ªa pasar un mal rato. Espa?a se lo dio de todas formas, estaban muertos de miedo, pero se pegaron un festival de violaciones poco disimuladas y consentidas. El banquillo espa?ol protest¨® con rabia. Al menos para hacerlo constar, para no irse del partido. No puede decirse que Espa?a no conquist¨® el oro por Brazauskas, Est¨¦vez y Jungebrand, pero es evidente que no ayudaron nada.

225 puntos. Pero no fue una final de ¨¢rbitros, sino de jugadores. De cuerpos exuberantes estadounidenses que sobrecogen: James, Wade, Bryant, Anthony y Howard. Y de talentos nuestros: Gasol, Rudy, Felipe y un gran Navarro (jugando de base, A¨ªto ya lo hab¨ªa utilizado ah¨ª hace unos a?os en el Bar?a). Un partido con 225 puntos, con un marcador escandaloso al descanso (61-69), con jugadas memorables, especialmente una de Rudy que meti¨® el codo en la canasta despu¨¦s de un mate de videoteca delante de Superman Howard.

Navarro adelant¨® a Espa?a (13-9) al principio. Eso ya no pas¨® m¨¢s. Pero Estados Unidos no sac¨® a pasear el rodillo, no mont¨® un show de mates. Y hasta hubo malas caras. Con 44-58 muchos dieron el asunto por liquidado, pero Espa?a encest¨® una vez detr¨¢s de otra y compiti¨® en el partido a un nivel desconocido, casi ni en el Mundial. Al final del tercer cuarto, Espa?a perd¨ªa 91-82, pero enganch¨® tres ataques y un triple de Rudy, monumental, dej¨® el marcador 91-89. Tocando a las puertas del cielo. Espa?a patas arriba, s¨¢banas fuera, milagro posible.

Hasta que a tres minutos para el final, Kobe hizo un triple extraterrestre y lo complet¨® con la quinta de Rudy y un tiro adicional. Hubo un ¨²ltimo esfuerzo que comand¨® Jim¨¦nez, gran capit¨¢n que se retira. Se va en un partido de leyenda, dice que est¨¢ deseando verlo en v¨ªdeo. Lo encontrar¨¢ en cualquier tienda, una de las mejores finales ol¨ªmpicas. Y Espa?a lo podr¨¢ contar, estar¨¢ en los libros.

Kobe, orgulloso de Pau Gasol

Kobe Bryant ha repetido hasta cansarse durante los Juegos que Pau Gasol es su hermano. Al acabar el partido, la estrella de los Lakers esquiv¨® la celebraci¨®n de sus compa?eros y se fue directo a felicitar uno por uno a los jugadores espa?oles. Al final cogi¨® a Pau de la camiseta y le dio una emotivo abrazo mientras intercambiaban al o¨ªdo felicitaciones por el partidazo disputado.