Licencia para so?ar

Los chicos de oro pusieron el final feliz a la actuaci¨®n espa?ola en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn. Una derrota memorable que hizo revivir el esp¨ªritu de los hombres de Antonio D¨ªaz Miguel en Los ?ngeles'84 y que demostr¨® que el baloncesto espa?ol se ha instalado en la excelencia desde hace tiempo. Ahora se mide de t¨² a t¨² con los gigantes atletas americanos de la canasta.

El madrug¨®n mereci¨® la pena, como lo fue trasnochar en el lejano verano del 84. Espa?a se volvi¨® a vestir de plata a lo grande. Pero en esta ocasi¨®n hubo partido y quebradero de cabeza para el conjunto norteamericano, que debi¨® emplearse a fondo para derrotar al talento fresco de Pau Gasol y los suyos.

Veinticuatro a?os han pasado desde la plata de Los ?ngeles 84 y, como dice hoy el director de AS en su columna, nadie nos conoce. Quiz¨¢ el partido de hoy contra la todopoderosa selecci¨®n NBA sea el mejor ejemplo de ello. Entonces perdimos por m¨¢s de treinta puntos (96-65), contra un brillante equipo universitario -que no profesional-, en un encuentro al que asistimos como meritorio sparring. Hoy ca¨ªmos s¨®lo por once y dimos guerra hasta el cuarto y ¨²ltimo cuarto. Espa?a es un pa¨ªs moderno que cuenta con notables representantes en casi todas las modalidades deportivas, sean ¨¦stas ol¨ªmpicas o no.

Los once puntos de diferencia no hacen del todo justicia al partido disputado (y disfrutado) en el pabell¨®n Wukesong de Pek¨ªn. Estados Unidos fue siempre superior y mand¨® siempre en el marcador tras los minutos iniciales, pero Espa?a se mantuvo siempre viva, relativamente cerca del milagro hasta los ¨²ltimos minutos.

Arranque prometedor

Espa?a sali¨® bien en el primer cuarto. Atrevida, descarada y enchufada, con una actitud intachable sobre la cancha ante el rival m¨¢s temible, el mismo que en la fase de grupo nos endos¨® una implacable paliza. Navarro parec¨ªa recuperado para la causa, con ganas de demostrar su val¨ªa ante los mejores jugadores de la Liga a la que ha decidido decir adi¨®s. Y Pau Gasol impon¨ªa respeto sobre los hombres altos. Los chicos de oro llegaron a mandar en el electr¨®nico durante unos minutos. Pero la ilusi¨®n dur¨® lo que tard¨® la tenaz realidad en hacernos despertar del sue?o. Los elegidos de Mike Kryzewski, con un inspirado Dwyne Wade (21 puntos antes del descanso) y con Pau tom¨¢ndose un respiro, forzaron la m¨¢quina con constantes penetraciones a canasta.

Ra¨²l L¨®pez y Ricky Rubio se cargaron enseguida de faltas -3 y 2 respectivamente- y las jugadas de dos m¨¢s uno se suced¨ªan sin remedio. Desde la l¨ªnea de tiros libres el Dream Team cosech¨® el colch¨®n de puntos que le permiti¨® dar la vuelta al marcador hasta el 31-38 con el que finaliz¨® el primer cuarto.

Una ventaja que pr¨¢cticamente se mantuvo al descanso (?61-69!) a pesar de que en el segundo cuarto Bryant, Lebron James y el propio Wade amenazaron con agrandar la brecha en el marcador a base de intensidad, robos de bal¨®n y triples (8 de 14). Pero Espa?a no se descompuso y mantuvo el tipo. Ni siquiera con las constantes concesiones de los colegiados a las estrellas de la NBA, que en Pek¨ªn viven como en casa a pesar de los supuestos arbitrajes FIBA. El sue?o a¨²n era posible. Sobre todo recuperando cierta intensidad perdida y la cabeza y la zona reclamada a gritos por A¨ªto Garc¨ªa Reneses desde la banda.

Con Navarro en su mejor versi¨®n y con unos enormes Marc Gasol y Felipe Reyes, fajadores incansables de los intereses patrios bajo los aros y los empujones del tatuado Anthony y el descomunal Howard, Espa?a lleg¨® a ponerse a cuatro puntos (67-71). Pero a cada oportunidad que la Selecci¨®n tuvo de igualar el marcador, el exceso de ansiedad bloqueaba la efectividad anotadora. La jugada se precipitaba y el aro acababa con escupir el bal¨®n. As¨ª transitamos, entre la ilusi¨®n y la desesperaci¨®n de quien no logra aprovechar sus oportunidades, hasta el final del tercer cuarto (82-91).

Espa?a roz¨® el milagro

En un partido incre¨ªble, Espa?a alcanz¨® el ¨²ltimo cuarto con opciones reales de victoria sobre el segundo mejor equipo que la NBA ha llevado nunca a unos Juegos Ol¨ªmpicos, aquel inolvidable de Barcelona'92, con Jordan, Bird, Magic, Robinson, Barkley... En unos minutos m¨¢gicos, en los que vivimos con el coraz¨®n bombeando a toda m¨¢quina, los chicos de oro se colocaron a dos puntos de la igualada (89-91), gracias a un espectacular alley-oop rematado por Gasol y un soberbio triple de Rudy Fern¨¢ndez. Inciso: partidazo del pr¨®ximo jugador de Portland, que incluso os¨® a hacer un mate 'in your face' a Dwight Howard.

Pero la amenaza volvi¨® a convertirse en acicate para el equipo yanqui, todo un compendio de talento y fortaleza f¨ªsica, que encontr¨® siempre el triple o la conexi¨®n adecuada en el momento justo. La ecuaci¨®n improvisada que distancia a los buenos de los mejores. Bryant se deshizo de lo que parec¨ªa un tap¨®n colosal de Felipe Reyes para mantenerse en el aire y encestar. Y Williams acert¨® instantes despu¨¦s desde detr¨¢s de la l¨ªnea de 6,25 metros. Ah¨ª se acab¨® el sue?o de una Selecci¨®n hist¨®rica, que acarici¨® la gesta imposible y que ha instalado al baloncesto espa?ol en la ¨¦lite mundial. Toda una licencia para so?ar.