'Angolazo': el d¨ªa triste del baloncesto espa?ol

El Maracanazo huele a grandeza de la misma manera que el Angolazo provoca sonrojo. El mayor desastre de nuestro baloncesto tiene fecha: 31 de julio de 1992. Y lugar: Barcelona, la calurosa Barcelona de aquellos Juegos Ol¨ªmpicos en los que el primer Dream Team USA dej¨® a todos boquiabiertos. Y a¨²n seguimos. Han pasado 14 a?os, pero es inevitable que cada vez que Angola cruza en nuestro camino nos entren los siete males. Lo del Palau Ol¨ªmpic de Badalona es dif¨ªcil de olvidar por m¨¢s que pase el tiempo y que las cr¨®nicas se pisen unas a otras. Ni siquiera los ¨¢rboles de ahora, como ese de 2,13 metros llamado Pau, nos ocultan aquel bosque poblado de con?ei?aos.

As¨ª se apellidaba nuestra bestia negra aquel 31 de julio. La ficha completa de nuestro verdugo: Jean-Jacques Nzadi Con?ei?ao. ?l fue el m¨¢ximo anotador de aquel partido, firmando 22 puntos. Le siguieron Guimaraes (18) y Dias (15), y el resto de una plantilla que zarande¨® al anfitri¨®n de aquellos Juegos, al que derrot¨® por nada m¨¢s y nada menos que 20 puntos (63-83).

Y luego EE UU.

El fiasco espa?ol comparti¨® tiulares con la exhibici¨®n de Kukoc y Petrovic (que en paz descanse) frente a la Alemania de Schrempf, o el recital de los Magic, Bird y Jordan ante el Brasil de Oscar Schmidt Bezerra, es decir, el mejor Brasil baloncest¨ªstico que el pa¨ªs del f¨²tbol ha parido. Pero incluso ese brillo qued¨® apagado por el naufragio de los de Antonio D¨ªaz-Miguel (q.e.p.d.), que en el vestuario, consciente de que la derrota cerraba las puertas a los cuartos de final, afirmaba: "No dimito; no soy culpable". Y minutos m¨¢s tarde, dijo: "Los angole?os no son los Lakers, pero han progresado mucho". Tanto como lo que la pizarra de Victorino Cunha, su seleccionador, dio de s¨ª. Tanto como para sacar los colores a una Selecci¨®n espa?ola que aquella tarde pintaba as¨ª: Jordi Villacampa, Rafael Jofresa, Andr¨¦s Jim¨¦nez, Alberto Herreros, Quique Andreu, Jos¨¦ ?ngel Arcega, Chechu Biriukov, Santi Aldama, Tom¨¢s Jofresa, Fern¨¢ndez, Juan Antonio Orenga y Epi.

A ellos les toc¨® capear un temporal que dos d¨ªas despu¨¦s ten¨ªa todos los visos de convertirse en tormenta tropical: aguardaba Estados Unidos, que por primera vez en la historia ten¨ªa el visto bueno para convocar a sus profesionales NBA. Ese partido tambi¨¦n se perdi¨® por goleada (81-122), pero el sabor que dej¨® en nuestra bocas fue distinto. No siempre se pierde ante los mejores de la historia.