Final ACB | Tau Vitoria 69 - Real Madrid 70
Herreros hizo el milagro con el triple de su vida
Fulmin¨® al Tau, que ganaba por ocho a 42 segundos del final
En el Fernando Buesa Arena se film¨® ayer la obra p¨®stuma de Alfred Hitchcock. En el cadalso, la guillotina bajaba implacable hacia el cuello del Real Madrid, pero apareci¨® el salvador milagroso en el ¨²ltimo instante. Fren¨® la cuchilla, abati¨® al verdugo y coron¨® a la presunta v¨ªctima. Alberto Herreros hizo ayer un s¨®lo lanzamiento en el partido, a seis segundos del final. Le sirvi¨® para ganar el encuentro, adjudicarse el t¨ªtulo y devolver al Real Madrid a la cumbre, tras cinco a?os de pesadilla. Alberto, La Escopeta Nacional, ha sido m¨¢ximo encestador en un Mundial (Atenas 98) y en un Eurobasket (Par¨ªs 99). Ha hecho miles de tiros, ha logrado cientos de canastas vitales. La de ayer fue la m¨¢s importante de su carrera deportiva. Est¨¢ ya en la historia del baloncesto como el triple imposible que hizo campe¨®n (69-70) a un equipo, el Real Madrid, que 42 segundos antes estaba sentenciado (69-61 a favor del Tau). En el Fernando Buesa Arena se festejaba ya el triunfo con euforia desatada. Una discutible falta antideportiva a Herreros hab¨ªa propiciado la m¨¢xima ventaja local (69-61) con tiros libres de Macijauskas y Scola. Menos de un minuto de tr¨¢mite para que los hombres del Tau alzaran la copa de campeones.
Asombro.
Pero no era el trofeo, sino un extra?o objeto de caucho lo que Prigioni ten¨ªa en sus manos. ?Qu¨¦ burla de premio era aquella? Lo lanz¨® fuera. El Madrid, que se hab¨ªa acercado con un triple in¨²til de Gelabale (69-64) y un enceste anec?d¨®tico de Hamilton (69-66) aprovech¨® el regalo para aproximarse un poco m¨¢s (69-67, tiro libre de Mous Sonko).
Pero ?qu¨¦ importaba! Era nadar para morir en la orilla. S¨®lo 14 segundos en el crono, y ¨²ltima posesi¨®n para el Tau. El grito de campeones, campeones, segu¨ªa resonando en las gradas del coliseo vitoriano. Entonces, se dijo Tiago Splitter, ?qu¨¦ burla de premio es esta extra?a bola de caucho que me ponen en las manos? Opt¨® por echarla fuera. Fue as¨ª como el extra?o objeto despreciado quedo en poder de Alberto Herreros, que conoc¨ªa su aut¨¦ntico valor y decidi¨® convertirlo en diamante deportivo para la historia del Real Madrid.
Simb¨®lico.
Hitchcock era un director meticuloso. Cuidaba hasta el ¨²ltimo detalle de sus guiones, de sus filmes. En su obra p¨®stuma ha hecho honor a tal fama. Alberto Herreros fich¨® por el Madrid "para ganar t¨ªtulos". Pero el equipo que ganaba siempre estren¨® maldici¨®n. En nueve a?os, Alberto s¨®lo hab¨ªa conquistado una Liga, y aun esa con sabor agridulce, porque una lesi¨®n le apart¨® del playoff final. Su acierto, su alegr¨ªa de ayer compens¨® nueve a?os de amarguras, de frustraciones, de triste cosecha. La Escopeta Nacional hab¨ªa quemado ya casi todos sus cartuchos, pod¨ªa terminar su carrera con aureola de perdedor.
No ser¨¢ as¨ª. Con el triple de ayer Herreros podr¨¢ jugar su ¨²ltima (o ¨²ltimas) temporada con aureola de campe¨®n. La que merece. Y, de paso, ha sacado a su equipo del infierno, ha culminado de forma apote¨®sica, en un s¨®lo a?o, el proyecto Maljkovic. Le ha dado a Florentino P¨¦rez el ¨²nico galard¨®n en dos a?os de cataclismo gal¨¢ctico.
Todo esto lleg¨® en un partido vibrante, el quinto asalto de una serie final que puede considerarse la m¨¢s igualada de siempre en la Liga espa?ola. El Madrid, fort¨ªsimo en el arranque, tuvo cinco ventajas m¨¢ximas de 11 puntos, pero la ¨²ltima (42-53, min. 27) se produjo cuando a¨²n quedaba una eternidad por jugar. Tiempo suficiente para que el Tau, que hab¨ªa sobrevivido gracias a Macijauskas (19 puntos en los primeros 16 minutos), pudiese lavar sus heridas y pasar al contraataque.
Fue el morm¨®n Travis Hansen quien lider¨® la remontada vitoriana, con un 8-0 particular en el arranque del ¨²ltimo cuarto. El Madrid, excelente en defensa y ataque durante los tres periodos anteriores, estaba en agujero negro. Cinco minutos de sequ¨ªa, desconcierto absoluto en ataque y defensa. Se creci¨® el Tau frente a un rival que flotaba groggy sobre la cancha. Parcial de 24-13, otra vez con Mache y Scola de art¨ªfices esenciales. La reacci¨®n estaba consumada. El t¨ªtulo se quedaba en Vitoria.
Sainz, 16.
Hitchcock no ha querido que se cierre de forma feliz el ciclo de Dusko Ivanovic en el Baskonia. Pudo ser su segunda Liga ACB en cinco a?os, pero se ir¨¢ al Bar?a sin esa recompensa. Por contra, ser¨¢ la Liga n¨²mero 16 que Lolo Sainz consigue para el Real Madrid. Siete como jugador, ocho como entrenador y ¨¦sta, la de su jubilaci¨®n, como directivo. El entrenador m¨¢s laureado del baloncesto espa?ol culminar¨¢ con brillantez cuatro d¨¦cadas de servicio al club merengue.
Herreros, Sainz, Maljkovic y Bullock (elegido MVP de la final) quedan como h¨¦roes principales de este asombroso ep¨ªlogo, pero ser¨ªa injusto escatimar elogios a otros protagonistas importantes. Si Herreros tuvo opci¨®n a un triple de oro fue, en gran medida, porque Justin Hamilton hizo su mejor partido con el Real Madrid. Este base americano fichado como refuerzo provisional ante los problemas f¨ªsicos de Elmer Bennett, ha demostrado ser un jugador valios¨ªsimo, s¨®lido en todos los aspectos. Y algo similar podr¨ªa decirse de Axel Hervelle, el alero belga contratado a mitad de temporada y que en pocos meses se ha convertido en pieza b¨¢sica. Maljkovic y Hitchcock eligieron un gran reparto.