Las drogas K: los narcos no quieren traficar con ellas por potentes y adictivas
La mayor organizaci¨®n criminal de Sudam¨¦rica prohibi¨® estas drogas porque afectaba de forma negativa a otras, debido a que sus efectos llamaban la atenci¨®n de las autoridades.

Hace m¨¢s de una semana conoc¨ªamos la muerte de un joven de 14 a?os, en Getage, tras ingerir una bebida energ¨¦tica con dos gramos de ¡®tusi¡¯, que no es otra cosa que una mezcla de otras sustancias como la ketamina o el ¨¦xtasis. Nuevas drogas que, como en su d¨ªa pas¨® con la hero¨ªna o el crack, puede conllevar consecuencias a toda una generaci¨®n.
Una de ellas es el fentanilo, que en pa¨ªses como Estados Unidos ha llegado a ser casi como una epidemia en los ¨²ltimos meses. A todas ellas se pueden a?adir las conocidas como drogas K, con una letalidad tan alta que incluso las propias organizaciones de narcotraficantes muestran sus recelos a la hora de hacer negocio con ellas.
Estos narc¨®ticos, conocidos tambi¨¦n como ¡®drogas zombi¡¯, cuentan con algunas variedades. Entre ellas est¨¢n algunas como la K2, la K4 y la K9. Su nombre, al parecer, vendr¨ªa de la segunda monta?a m¨¢s alta del mundo, el K2 (en la frontera de China y Pakist¨¢n y con una altura de 8.611 metros, 237 menos que el Everest). En ingl¨¦s, una monta?a de esta envergadura se conoce como ¡®hight¡¯ (¡®alto¡¯, pero tambi¨¦n ¡®drogado¡¯).
Su origen tiene lugar en un experimento en la d¨¦cada de los noventa. En ¨¦l, se busca producir sustancias terap¨¦uticas a partir de la marihuana. Pero lo que resulta es un potente narc¨®tico, unas cien veces m¨¢s intenso que la marihuana, y con un fuerte potencial para causar dependencia en quien lo prueba. Desde entonces, se han identificado m¨¢s de 300 variedades de cannabinoides sint¨¦ticos (similares a la marihuana y que causan efectos similares).
Prohibida por la mayor organizaci¨®n de Sudam¨¦rica
Las graves consecuencias que genera no solo en el usuario, sino tambi¨¦n en el mercado global de la droga en Brasil, ha llevado a la organizaci¨®n m¨¢s grande de Sudam¨¦rica, el Primer Comando de la Capital (PCC) a prohibirla en sus ¡®punteras¡¯, las zonas donde se vende la droga, asegura BBC News. ¡°Cuando un hombre las consume en la favela puede caerse y golpearse la cabeza, enfermarse, y esto lleva a que autoridades vayan all¨ª. Si el cliente va all¨ª a comprar drogas y ve a la polic¨ªa y personal m¨¦dico, se da la vuelta y deja de comprar o busca en otra parte¡±, se?ala una fuente vinculada la polic¨ªa.
Una orden de prohibici¨®n que fue emitida hace ahora un a?o, y que fue documentada gracias a unas llamadas del l¨ªder de la organizaci¨®n, en la que pide que se cumpla con car¨¢cter inmediato. Una petici¨®n que, desde ese momento, se ha dejado notar. En las operaciones policiales se hallaba K2 y K9 en una cifra cercana al 30%. Hoy en d¨ªa, apenas llega al 10%.
Una decisi¨®n para ¡®proteger¡¯ el negocio
La prohibici¨®n tiene su base en que, con la venta de esta droga, pod¨ªan comprometer los potenciales negocios de otro tipo de estupefacientes. La presencia policial continua hac¨ªa que sus ventas cayeran, por lo que optaron por hacer un cambio en el ¡®negocio¡¯. ¡°Es un an¨¢lisis racional de un negocio de miles de millones de d¨®lares. El PCC opera en el mercado de las drogas desde hace 30 a?os y tiene una visi¨®n empresarial¡±, afirma Paes Manso, autor de ¡®La Guerra: el ascenso del PCC y el mundo del crimen en Brasil¡¯.
Manso, investigador de la Universidad de S?o Paulo, asegura que el PCC tiene el c¨¢lculo de los ¡°costes y beneficios en el contexto de la venta de drogas, por eso pueden estar prohibiendo el K9¡å. Y es que, no obstante, no se trata de algo nuevo para la organizaci¨®n, que ya a comienzos de la d¨¦cada de los 2000 prohibi¨® el uso de crack en las c¨¢rceles para mantener el orden, despu¨¦s de incrementarse el n¨²mero de asesinatos asociados a esta droga.
Seg¨²n testimonios de adictos a estas drogas K, quienes la toman sienten algo parecido a un golpe que paraliza el cuerpo y lo desconecta de la realidad, quedando casi como un zombi. Entre los efectos m¨¢s comunes se encuentran la agresividad, la paranoia, o la arritmia card¨ªaca. Incluso, la persona que la consume puede dejar de reconocer a allegados, sufrir depresi¨®n, par¨¢lisis cerebral o incluso la muerte.
Carlos Castiglioni, agente del Departamento Estatal de Prevenci¨®n y Represi¨®n del Narcotr¨¢fico (Denarc), explica que la diferencia entre los diferentes tipos de drogas K est¨¢ en c¨®mo se consumen. ¡°Este estupefaciente es un l¨ªquido que, cuando se pulveriza sobre hojas de plantas y t¨¦s en general, se denomina convencionalmente K2. Pero cuando se coloca sobre papel o cart¨®n para digerirlo o consumirlo por v¨ªa sublingual, lo llamamos K9¡å.
Para la formaci¨®n de su base, a?ade el agente, los traficantes suelen mezclar varias plantas en una licuadora. En dicha mezcla hay diferentes tipos de t¨¦ y hierbas secas. Pero tambi¨¦n, explica, se emplea una peque?a cantidad de marihuana para darle el olor y sabor de esta droga.
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