La regla de los tres regalos: el truco para evitar el s¨ªndrome del ni?o hiperregalado
Reducir el n¨²mero de los regalos de Navidad fomenta el consumo responsable entre los m¨¢s peque?os y les aleja del consumismo.
Se acerca la Navidad, y con ello la ¨¦poca de las compras navide?as, donde millones de padres se tiran bastantes horas buscando los regalos que les piden sus hijos en las cartas de los Reyes Magos o Pap¨¢ Noel. Aparte de los padres, tambi¨¦n los abuelos, t¨ªos y primos tienen esa misma tarea, y cada a?o que pasa hay m¨¢s regalos bajo el ¨¢rbol de Navidad. Debido a la saturaci¨®n en la compra de los regalos, hay padres que se preguntan: ?Realmente es necesario comprar tantas cosas a los hijos cuando llega la Navidad?
Ante esta duda existe una soluci¨®n, la regla de los tres regalos. Este truco es una forma de evitar el s¨ªndrome del ni?o hiperregalado y cultivar en los m¨¢s peque?os de la casa los beneficios del consumo responsable. Este s¨ªndrome se manifiesta cuando un ni?o/a recibe demasiados regalos por parte de sus padres y familiares. Al recibir tantos presentes hacen que los ni?os sean m¨¢s materialistas.
Regla de los tres regalos
Esta regla se basa limitar los regalos en los d¨ªas de Navidad, como en Reyes. Para poder cumplirla, en primer lugar, debemos escoger un regalo que puedan usar. Un presente pr¨¢ctico que puede ser ropa o algo relacionado con el colegio. Estos regalos no son los m¨¢s ilusionantes para los m¨¢s peque?os, pero a largo plazo son los que m¨¢s ¨¦xito tienen.
En segundo lugar, hay que buscar un regalo enfocado a la lectura. En un mundo con tanta tecnolog¨ªa, un libro para su edad nos puede servir para poner a prueba su capacidad lectora, algo muy recomendado. Y, por ¨²ltimo, el tercer regalo debe ser algo que despierte la ilusi¨®n del ni?o. Ya sea el juguete con el que siempre se paran en las jugueter¨ªas o uno que lleven mucho tiempo esperando.
Consumo responsable
Hacer un regalo es un acto de afecto y cari?o, pero en nuestra mano est¨¢ recuperar el sentido original del acto de regalar, sin convertir las fiestas y las reuniones familiares en un episodio m¨¢s del consumismo. Los peligros de esta tendencia m¨¢s que asentada en nuestra cultura son evidentes. Las consecuencias del consumismo se suelen ver reflejado en un ni?o hiperregalado. Estos se pueden convertir individuos con baja tolerancia a la frustraci¨®n, con incapacidad para la fantas¨ªa y la imaginaci¨®n y con altas dosis de sobreestimulaci¨®n. Por ello, es m¨¢s que necesario educar a los m¨¢s peque?os ense?¨¢ndoles que menos es m¨¢s, y fomentando el consumo responsable.