?C¨®mo se cre¨® la Puerta del Infierno de Turkmenist¨¢n?

En la d¨¦cada de los 70 un grupo de trabajadores turkmenos (sovi¨¦ticos por aquel entonces) se encontraban haciendo prospecciones en la tierra en busca de petr¨®leo y gas cuando de repente el suelo se resquebraj¨® y cre¨® un enorme agujero por el que empezaron a salir enormes cantidades de metano. Se cree que, confiando en que as¨ª el gas se agotar¨ªa antes, los obreros decidieron prenderle fuego al pozo. Cincuenta a?os m¨¢s tarde los obreros seguramente hayan dejado ya este mundo, el pozo, sin embargo, contin¨²a iluminando cada noche el desierto del Krakatum y, a diferencia de sus an¨®nimos ¡°creadores¡±, tiene hasta nombre: Pozo de Darvaz¨¢ o, como se le conoce generalmente, la Puerta del Infierno.

Ingentes cantidades de metano

El pozo, que se hunde hasta los 30 metros y mide 70 de di¨¢metro, tiene una forma casi circular y en su interior la temperatura llega hasta los 400 grados. Su ubicaci¨®n sobre una formaci¨®n geol¨®gica repleta de petr¨®leo y gas natural (metano especialmente) es lo que provoca la continua fuga que hace que el fuego nunca se detenga. Turkmenist¨¢n, un pa¨ªs de la misma superficie que Espa?a pero con ocho veces menos habitantes, es el cuarto pa¨ªs del mundo con mayores reservas de gases naturales. El metano, ingrediente principal del gas natural, es un gas de efecto invernadero que una vez se inflama, arde hasta que se acabe el combustible, la fuente de calor o el ox¨ªgeno.

Gas nocivo para la atm¨®sfera

No es raro que el metano, inadvertidamente incluso, se ¡°escape¡± y se filtre a trav¨¦s del suelo o bajo el agua. Precisamente Turkmenist¨¢n es uno de los pa¨ªses con mayores emisiones de metano a la atm¨®sfera. Este tipo de gas, aunque desaparece r¨¢pido de la atm¨®sfera, tiene una gran capacidad para ¡°atrapar¡± el calor, lo que a la larga genera el perjudicial efecto invernadero, por lo que no es de extra?ar que en diferentes ocasiones el gobierno turkmeno se haya planteado cerrarlo.

El problema es que, en primer lugar, la Puerta del Infierno es, posiblemente, la mayor atracci¨®n tur¨ªstica del pa¨ªs. Bien es cierto que este antiguo estado sat¨¦lite sovi¨¦tico est¨¢ gobernado hoy en d¨ªa por un gobierno autoritario que controla bastante la entrada al pa¨ªs, que ya de por s¨ª no suele estar en los primeros puestos de las listas de destinos a visitar. El r¨¦gimen ha ido alternando etapas en las que propon¨ªa cerrarlo para siempre con otras en las que ha decidido ignorarlo, el pozo, mientras tanto, ignora toda intriga pol¨ªtica y contin¨²a ardiendo.

El problema de cerrarlo

A la hora de cerrarlo hay que enfrentar dos problemas principales. El primero, detener la fuga de metano, el segundo, acabar con el fuego. El segundo paso es el sencillo, ya que bastar¨ªa con tapar el pozo, pero entonces el gas se limitar¨ªa a salir por otro lado. Sin embargo, si lo que se quiere es detener la fuga, para esto habr¨ªa que, primero, localizarla, y luego intentar taponarla, para lo que har¨ªa falta un trabajo de exploraci¨®n previo que, a d¨ªa de hoy, no se ha hecho. Incluso este escenario plantea dudas, ya que no es seguro que ni siquiera esto pudiera solucionar el problema. Se ha llegado a plantear incluso el uso de bombas, aunque esta idea parece, en principio, descartada.

Dejar arder

Muchas voces, sin embargo, ante el desconocimiento, abogan por dejar que el pozo contin¨²e su abrasivo proceso. El metano, al ser quemado, se convierte pr¨¢cticamente en su totalidad en di¨®xido de carbono y vapor de agua, gases menos nocivos. Adem¨¢s, el pozo se encuentra alejado de cualquier n¨²cleo de poblaci¨®n y un taponamiento podr¨ªa originar fugas en lugares menos seguros. George Kouronis, ¨²nica persona en adentrarse ¡°en el infierno¡±, recomend¨® ¡°oficialmente al Gobierno de Turkmenist¨¢n dejar al pozo arder¡±.