Uno de los secretos de AS a lo largo de su historia ha sido el dise?o. No tanto como espect¨¢culo pirot¨¦cnico, sino como camino para hacer m¨¢s atractiva la noticia. Un medio m¨¢s que un fin. Algo que est¨¢ ah¨ª, pero que no se nota. Porque en AS siempre hemos cre¨ªdo que la frase no es ¡°?qu¨¦ p¨¢gina m¨¢s bonita!¡±, sino ¡°?que noticia m¨¢s interesante!¡±.
Y con esa filosof¨ªa, a la que todos los empleados hemos sido fieles desde nuestra aparici¨®n en 1967, porque es lo primero que nos inculcan desde que entramos por la puerta, las p¨¢ginas de AS est¨¢n llenas de peque?os secretos. Gui?os que casi nadie ve, pero creados para llenar al lector de sensaciones, y para marcarle el camino de la lectura. Como una gu¨ªa invisible que ayuda a disfrutar de todas las atracciones que esconden nuestras p¨¢ginas, sin perder un solo detalle.
Partiendo de esa idea primigenia, Javier Mariscal nos ha hecho a todos un regalo muy especial, con un logo que esta vivo. Y lo mismo es un antiguo futbolista del Athletic d¨¢ndole un patad¨®n al peloto, que un motorista volando en la pista o un tenista rompiendo la bola en un ¡®smash¡¯ inapelable. Una estrella deportiva que despu¨¦s de 50 a?os conserva toda la frescura y nos sigue haciendo so?ar. Algo m¨¢s que un garabato. Porque como los buenos futbolistas, alcanza su plenitud cuando salta a la cancha y se pone a jugar.
El AS de picas
Por eso, nuestra imagen para una fecha tan se?alada, nuestras bodas de oro llevando en el alma el deporte, a?aden un nuevo misterio a nuestro peque?o cofre de los secretos. Como nuestro viejo logo, sencillo pero contundente, s¨®lido pero ligero con sus infinitas revueltas, que esconde entre sus curvas, como una modelo coqueta, la figura del AS de picas de la baraja de p¨®ker que siempre fue nuestro estandarte. Sentencia decisiva, la pica lleva medio siglo siendo el s¨ªmbolo del fracaso y el ¨¦xito para generaciones de deportistas, que esperaban cada ma?ana nuestro peri¨®dico con avidez, para descubrir el fallo que les sube a los cielos, o les baja a la tierra. Nunca un icono tan simple tuvo tanta autoridad. Hasta el punto que nuestra m¨¢xima nota, los so?ados cuatro ases, se han dado con cuentagotas y despu¨¦s de intensos debates. Porque es una cosa tan seria que hasta se convierte en noticia.
Y as¨ª, como durante tantos a?os han avalado nuestra mancheta, con m¨¢s personalidad que ninguna por su tremenda fuerza ic¨®nica, les invitamos a que durante el pr¨®ximo a?o celebren con nosotros nuestras bodas de oro. Cincuenta a?os de deporte vivo, como el logo de Javier Mariscal, que ya rubric¨® como nadie los Juegos de Barcelona con su irrepetible Cobi, y que ahora ha creado un ser vivo como bandera para conmemorar la mayor fiesta de nuestra historia.