El alegato veraz de Mendilibar y la dualidad de Miranda


Es de verdad
Seguramente el Eibar termine descendiendo. Ni la distancia con la salvaci¨®n ni el calendario ¡ªGetafe, Betis, Valencia y Barcelona¡ª salen a su auxilio. Pero pase lo que pase, Mendilibar tiene raz¨®n. En tiempos de confrontaci¨®n entre el relato y la verdad, de ricos contra pobres, se necesitan figuras que personifiquen el m¨¦rito cotidiano, la normalidad y la proximidad con la gente. Su relato siempre es verdadero, hecho de realidad. El partido contra el Alav¨¦s, el mejor de la temporada armera, llega muy tarde. Sin embargo, aparece en el momento oportuno para reivindicar su concepci¨®n del f¨²tbol. Al Eibar es posible que le d¨¦ de lado la Primera Divisi¨®n, pero se ir¨¢ a su manera. Como el equipo con la l¨ªnea defensiva m¨¢s adelantada de LaLiga, como el equipo que m¨¢s cerca de la porter¨ªa rival recupera (72,2 metros), como el equipo que m¨¢s entradas en el ¨²ltimo cuarto de campo hace (44 por partido), como el equipo que realiza m¨¢s centros laterales (27)... Como el equipo que quiere Mendilibar. Agresivo, intenso y valiente, cercano a la modernidad que ¨¦l mismo niega por su forma de ser. Mendilibar es la ¨¦lite.
Otro f¨²tbol
A diferencia del Eibar, en las ant¨ªpodas de su estilo, el C¨¢diz se expresa desde la firmeza atr¨¢s y el aprovechamiento m¨¢ximo de sus virtudes. La toma de Granada le deja casi con los dos pies en la m¨¢xima categor¨ªa. En eficacia gana por goleada. El C¨¢diz cede la iniciativa, espera su ocasi¨®n y no suele perdonar si dispone de la misma. Sus notables registros defensivos a lo largo del curso obedecen a su fe y fuerza como colectivo. Por algo se trata del conjunto de la competici¨®n, seg¨²n datos de StatsBomb, que m¨¢s acciones de bloqueo suma: 543, 104 de disparo y 449 de pase. Un muro para sostener su permanencia.

Tocado
Movido por la historia, a un paso de su primera final, al Villarreal le toc¨® gestionar como pudo la siempre inc¨®moda visita del Getafe. No le qued¨® m¨¢s remedio a Emery que apoyarse en las rotaciones y medir los tiempos. En este contexto apareci¨® Yeremi Pino (18 a?os), poco utilizado en anteriores compromisos, para impulsar al Villarreal cuando nadie lo esperaba. Es un talento en bruto, de un perfil muy marcado y que tanto se requiere por su capacidad para encarar y desbordar. En 22 minutos, ofici¨® con desparpajo, movilidad y acierto en los metros finales (22 toques, 12 conducciones de 47 metros en total...). Su actuaci¨®n fue un toque de distinci¨®n propio de los jugadores no sujetos a la previsi¨®n.
Dos en uno
La trayectoria de Juan Miranda (21 a?os) emparenta la relevancia en ataque con la relajaci¨®n defensiva. Para un lateral es esto algo com¨²n en muchos casos, pero solo admisible hasta cierto punto. Miranda precisa disminuir sus distracciones para alcanzar una dimensi¨®n mayor que por condiciones puede, sin lugar a dudas, adoptar. Contra el Valladolid remont¨® una y otra vez l¨ªnea de fondo y abri¨® la zaga rival con verdadera suficiencia al aparecer siempre en el instante justo. El centro a Ruibal fue perfecto. Se entreg¨®, en cambio, a la incertidumbre cuando le tocaba ajustar las marcas y ser contundente en las vigilancias. Weissman le dobleg¨® en el gol del empate. Puede mejorar y mucho en estas situaciones.