S¨®lo un minuto de gloria
Quiz¨¢s un ba?o de realidad nos ven¨ªa bien y si es en el escopetazo de salida de esta carrera hacia Qatar 2022 pues mejor...


Cinco meses despu¨¦s. Es el tiempo que ha transcurrido desde la maravillosa noche oto?al de La Cartuja, en la que le metimos un inolvidable set a Alemania (6-0), que nos hizo creer que ahora somos nosotros los m¨¢s altos y los m¨¢s guapos de la clase. Quiz¨¢s un ba?o de realidad nos ven¨ªa bien y si es en el escopetazo de salida de esta carrera hacia Qatar-2022 pues mejor. Ojal¨¢ los da?os colaterales de este pinchazo sean m¨ªnimos si ante los suecos y en Atenas ponemos las cosas en su sitio. Pero hay que decir que esta Espa?a nos record¨® a la mon¨®tona, previsible, aburrida y sosota que fue desdibuj¨¢ndose en las ¨²ltimas citas de alcurnia hasta llenarnos de pesimismo y falta de fe en La Roja. Es obvio que nuestro sitio no est¨¢ ni en la imagen excelsa del 6-0 a Kroos y c¨ªa. ni en la paup¨¦rrima y triste mostrada ante estos griegos que defienden como los espartanos en Las Term¨®pilas. Y eso que no tienen a mi admirado Manolas ni a Sokratis ni a Siovas, por cuestiones de broncas pol¨ªticas con el Olympiakos y la Federaci¨®n Griega. Se dejaron el alma en defensa y eso les bast¨® para ara?ar un empate que para ellos es un puntazo de oro y para nosotros un punto de amargura. Ojo que el profetizado camino de rosas hacia Qatar puede llenarse de espinas...
Minuto de gloria. Y eso que durante 60 segundos todo pareci¨® volver a su cauce natural. Tras una primera media hora tediosa e insufrible, Dani Olmo nos despert¨® de la siesta con un trallazo al larguero, que dio pie en la siguiente jugada a un pase de f¨²tbol sala de Koke, que engrandeci¨® a¨²n m¨¢s Morata con un control de pecho excelso y una definici¨®n a la escuadra con la zurda que fue para enmarcar. Un golazo en toda regla que cada vez se ve menos en este f¨²tbol tan mecanizado y empe?ado en imponer la dictadura de las estad¨ªsticas y las aportaciones de la astrof¨ªsica, olvidando que el talento y el f¨²tbol de barrio es el que de verdad llenaba los estadios hasta que la maldita pandemia nos encerr¨® entre las cuatro paredes de nuestros hogares. El f¨²tbol con grilletes se impone y por eso se agradece un gol tan creativo como el que firm¨® Espa?a en una noche donde las tinieblas se apoderaron de su juego.
Penaltito. En este nuevo f¨²tbol que se impone pasan cosas muy raras. Ahora resulta que en esta fase no hay VAR, lo que devuelve al ¨¢rbitro a la condici¨®n humana y al papel starring de la pel¨ªcula. El italiano Marco Guida debi¨® tener una mala experiencia en nuestro pa¨ªs en alguna escapada veraniega. Se le vio el plumero desde el pitido inicial. El colmo fue castigar a I?igo Mart¨ªnez (que supli¨® a Ramos en el descanso) con un penaltito porque al despejar el bal¨®n prolong¨® la pierna en exceso hasta chocar con un delantero griego que debe estar celebrando todav¨ªa la generosidad arbitral. Me record¨® a la jugada de Modric en Bala¨ªdos. Esto no es serio.
Aire fresco. Dentro del pesar por el empate sufrido, me quedo con el debut osado y sugerente de Bryan Gil. El zurdo de Barbate dio un cl¨ªnic en media hora en la que su banda parec¨ªa la de Gento. L¨¢stima que no aprovechasen ni Morata ni Oyarzabal sus magn¨ªficos centros laterales. Este chaval promete. Si juega as¨ª en su estreno, imagino lo que har¨¢ cuando est¨¦ consolidado en el once. Sin embargo, a Pedri le cost¨® m¨¢s quitarse la diana que le colocaba como gran estrella emergente de la noche granadina. El chaval promete, pero hay que dejarle crecer sin tanta sobredosis de elogios que no le ayudan en nada.