F¨²tbol para listos
Hubo un tiempo en el que cualquier cuesti¨®n pod¨ªa saldarse con esa frase inapelable.

Hubo un tiempo en el que cualquier cuesti¨®n pod¨ªa saldarse con una frase inapelable: el f¨²tbol es para listos. Le val¨ªa al m¨ªster en el partido en que no estabas en el ¨¢rea peque?a cuando el bal¨®n se paseaba por la l¨ªnea de gol. Serv¨ªa a los compa?eros el d¨ªa que llegabas tarde al reparto de la ropa de entrenar y te dejaban todo tallas XXL. La usaba mi padre para explicarme c¨®mo marc¨® aquel gol en fuera de juego al Bar?a en el derbi e incluso la dec¨ªa mi madre, vacil¨¢ndome, ese d¨ªa de lluvia que llegabas a casa hasta arriba de barro del campo de tierra: "Antes de meterla en la lavadora dale un agua a esas medias. Hay que pisar menos charcos: el f¨²tbol es para listos".
A m¨ª no pod¨ªa darme m¨¢s rabia escucharla. En realidad, era un eufemismo aplicado al juego de la espa?ol¨ªsima y definitiva "no tienes ni puta idea" que tantas discusiones zanja y tantos art¨ªculos period¨ªsticos inspira. Primero, porque, aun sin querer, intu¨ªa que me estaban llamando tonto. Segundo, porque quiz¨¢ sea cierto que las verdades ofenden. Y tercero, porque ya desde chaval ve¨ªa que la afirmaci¨®n tiene lagunas (como que me dejen escribir de f¨²tbol) y es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de aplicar en el f¨²tbol moderno.

Por eso el otro d¨ªa me sorprend¨ª con la frase de marras en la punta de la lengua, a punto de dec¨ªrsela a mis hijos en una pachanguita confinada en el pasillo. No fui capaz de usar eso que tanto me soliviantaba. Dud¨¦ si exclamar que el f¨²tbol es para Monchis, o para directores de marketing, o para pivotes defensivos, pero al final record¨¦ que, entre el furor period¨ªstico por la superioridad f¨ªsica de los equipos europeos (??), la mejor noticia de estos d¨ªas fue que Jos¨¦ Rojo, Pacheta (¨ªdolo m¨ªo en el Espanyol de Camacho), hab¨ªa tenido una reuni¨®n con la esposas, novias y madres de sus futbolistas en el Huesca, para implicarlas en el proyecto, conocer sus preocupaciones y hacer equipo hasta las ¨²ltimas consecuencias. Entonces me acord¨¦ de la cara de Elena cuando le hablaba de mis viejos entrenadores, y lo tuve claro. Hijos m¨ªos: el f¨²tbol es para Pachetas.