La Segunda B y el Reinado de Witiza

Ha producido cierta sorpresa, y hasta esc¨¢ndalo, saber que a Segunda B s¨ª acudi¨® p¨²blico, bien que con restricciones de aforo y guardando metro y medio de distancia. Aun as¨ª sobraron entradas en campos como Riazor y El Sardinero, que se quedaron en torno a los 3.000, la mitad de lo ofrecido. Extra?¨® en todo caso, porque a los de LaLiga no se puede ir, pero es que Segunda B se rige por el protocolo de los gobiernos auton¨®micos. En realidad lo ¨²nico cerrado es LaLiga, porque abiertos est¨¢n el cine, el teatro, los toros... Y no abogo con esto por que abra LaLiga. Aqu¨ª toda prudencia es poca, pero est¨¢ claro que s¨®lo aprendemos a golpes.

Este contraste entre el f¨²tbol mayor y el menor es una asimetr¨ªa m¨¢s de tantas que vivimos ante esta pandemia que crea confusi¨®n. En Segunda B apenas hay ingresos de televisi¨®n. Algo de la auton¨®mica quien la tiene, y Footers, plataforma en ¡®streaming¡¯ que da en torno a 20.000 euros por club. Esta es una categor¨ªa muy desigual, con presupuestos de 250.000 y otros de unos pocos millones, alguno de 8. Los gobiernos auton¨®micos abren la mano porque, aun reducida, la taquilla es algo y menos da una piedra. Y este va a ser un a?o dram¨¢tico por la reestructuraci¨®n. A muchos les va la vida en alcanzar al menos la nueva Segunda B Pro.

La lucha por alcanzar esa nueva categor¨ªa ha llevado a muchos a inversiones a las que no s¨¦ c¨®mo har¨¢n frente. Luego est¨¢ la ausencia de PCRs, inasequibles para esta categor¨ªa. La Federaci¨®n ofreci¨® 200.000, pero a¨²n no se ven. En la primera jornada ya hubo siete partidos aplazados. El calendario deja un corte de un mes entre diciembre y enero para disputar partidos arrastrados. Ojal¨¢ sea suficiente. El caso es que entre unas cosas y otras esta categor¨ªa, llamada a normalizarse justo ahora con una reestructuraci¨®n ilusionante, afronta una temporada que se presenta tan incierta y oscura como el reinado de Witiza.