La final despu¨¦s de la final
El 30 de junio de 2002 solo se disputaron en el mundo dos partidos. El primero fue la final del Mundial entre Brasil y Alemania. El otro, entre las dos peores selecciones del planeta.

El 30 de junio de 2002 solo se disputaron en el mundo dos partidos de f¨²tbol reconocidos por FIFA. El primero fue la final de la Copa del Mundo en la que Brasil derrot¨® por 2-0 a Alemania en Yokohama, logrando la quinta estrella para su escudo. El otro partido naci¨® de la brillante idea de una agencia de comunicaci¨®n holandesa llamada Kessels Kramer, la cual, ante la ausencia de Holanda en el Mundial 2002, decidi¨® organizar una final alternativa en la que compitieran las dos peores selecciones del planeta.
Dicha final se disput¨® dos horas despu¨¦s de que Caf¨² levantara la Copa del Mundo en Jap¨®n y enfrent¨® a las dos selecciones peor clasificadas en el Ranking FIFA de aquel momento: But¨¢n (puesto 202) y Montserrat (puesto 203). Cuando el due?o de la agencia, Johan Kramer, se puso en contacto con las federaciones de los dos pa¨ªses para organizar el partido, ambas pensaron que se trataba de una broma y el proyecto estuvo a punto de venirse abajo, pero finalmente la idea de ¡°La Otra Final¡± cuaj¨® y el partido fue un ¨¦xito.
Se disput¨® en el Changlimithang Stadium de Thimphu delante de 15.000 espectadores y el resultado fue de 4-0 para los locales, que aquella tarde lograron la primera victoria de su historia como selecci¨®n nacional y abandonaron el ¨²ltimo puesto de la clasificaci¨®n mundial que pas¨® a ocupar su rival. El h¨¦roe del encuentro fue el butan¨¦s Wangay Dorji, autor de un hat-trick con el que mejor¨® el doblete que Ronaldo hab¨ªa marcado horas antes en Yokohama, delante de 69.000 espectadores que estaban en el estadio y m¨¢s de mil millones de personas que lo vieron por televisi¨®n. Muchos futbolistas han jugado finales para ser campeones del mundo, pero jugar por el honor de no ser el peor equipo del planeta, eso s¨ª que es un gran privilegio y una enorme responsabilidad.