No grites "?goooooooooooool!"
El primer locutor que se dej¨® llevar por el volc¨¢n de f¨²tbol interior fue Ary Barroso.

Locutores, comentaristas, tertulianos de f¨²tbol¡?Por qu¨¦ gritan "gooooooooooooooooool" de forma compulsiva cada vez que, en efecto, se marca un gol? ?Hay alguna cl¨¢usula que les obligue? Parece que fingir la pasi¨®n se ha convertido en un requisito para narrar. Me imagino que esa exageraci¨®n naci¨® para imitar a los locutores sudamericanos. Pero, si se simula, al menos, que resulte veros¨ªmil. Lo podemos comprobar en el sexo. La exageraci¨®n de la expresi¨®n del placer es lo menos placentero que hay. Salvo para los ingenuos.
El primer poeta que compar¨® los labios de una mujer con una rosa era un genio, el segundo, un hortera. El primer locutor que se dej¨® llevar por el volc¨¢n de f¨²tbol interior fue el brasile?o Ary Barroso (1903-1964). Era una fuerza de la naturaleza que incluso cantaba durante las locuciones. Pero ahora, los televisores y las radios est¨¢n repletas de imitadores que sustituyen la palabra por el grito. Esas celebraciones fingidas son la hip¨¦rbole de la nada, la catarsis de la mentira. Pura expresi¨®n del vac¨ªo. Del gallo de Jos¨¦ ?ngel de la Casa en el "gol de Se?or" y el sentido alivio de Camacho en el "Iniesta de mi vida" al asalto cacof¨®nico del locutor actual hay un camino en el que se ha perdido el respeto al oyente. Porque el alargad¨ªsimo "gooooooooool" es una imposici¨®n, no una demanda. Y es que ning¨²n aficionado grita un gol de esa forma excepto si es un tanto clave o un empate a ¨²ltima hora.

La radio estimulaba la imaginaci¨®n a base de un relato bien trenzado, pero con el exceso de partidos, para captar la atenci¨®n, en ocasiones, la radio se ha convertido en una parodia de s¨ª misma. La televisi¨®n, por otro lado, ha intentado imitar a la radio, pero al telespectador que ya est¨¢ viendo lo que sucede, cuando hay exceso le produce una sensaci¨®n de impostura. No se trata de imitar a Radio Colonia, la emisora uruguaya que retransmite con voz impert¨¦rrita partidos para gente con problemas del coraz¨®n, pero s¨ª de crear un clima en el que la belleza pueda convivir con la emoci¨®n.