La despedida de un caballero
Todos los jugadores deber¨ªan tener un alma de club como el que ha exhibido Susaeta en su adi¨®s al Athletic. ?l mismo admite que ha entregado su vida a la discreci¨®n y en su epilogo rojiblanco.

Quer¨ªa ser One Club Man, esa figura legendaria en extinci¨®n en estos tiempos de f¨²tbol revoltoso con jeques, estrellas caprichosas y tentaci¨®n asi¨¢tica. El propio Athletic ha contribuido a engrandecer ese cada vez m¨¢s ins¨®lito v¨ªnculo inviolable que puede llegar a matrimoniar a un deportista con su equipo de toda la vida. Pero en el caso de Susaeta, cuando el tren alcanzaba las ¨²ltimas estaciones, ha descarrilado. Algo se ha torcido y no se sabe muy bien por qu¨¦. Urrutia le dej¨® de lado cuando le entr¨® ese furor renovador previo a las elecciones de diciembre y Elizegi ha medido fatal los tiempos. Y eso no se hace con una leyenda, por mucho que con acertada y sorprendente nocturnidad, se cuelgue una enorme pancarta en Lezama por sus 500 partidos como le¨®n. El ni?o que entr¨® en la factor¨ªa de los leones sale por la puerta de atr¨¢s, sin merecerlo y sin el boato que merecer¨ªa, por mucho que el domingo ante el Celta se caiga La Catedral. Porque como dice aquel, los homenajes, en vida. De poco valdr¨ªa ya que el Athletic reconociera su error, su poco tacto con un se?or de la cabeza a los pies, o que la afici¨®n se d¨¦ cuenta de que estos 22 a?os estuvo aplaudiendo a otros que han contra¨ªdo muchos menos m¨¦ritos. Hay gente que tiene carisma y solo con dar un sprint recibe el amor de la platea; a Markel ni con cien de esos val¨ªa.
Es cierto que nos ponemos muy ?o?os con este tipo de salidas de jugadores-leyenda. Y que Susaeta ha ganado un dineral en Bilbao, para completar tres vidas. Pero tambi¨¦n que Markel rechaz¨® una oferta muy suculenta del United por su implicaci¨®n con unos colores que ahora le lanzan por la borda. Si gente que ya no supone nada en San Mam¨¦s como Arrizabalaga y Remiro se van porque tienen mejores horizontes, un club tambi¨¦n puede hacer lo propio cuando un jugador est¨¢ en el oto?o-invierno de su carrera. S¨ª, pero no. En Bilbao empieza a abrirse una fractura entre los Urrutistas y los Elizegistas, cada uno en una v¨ªa por sus intereses, pero la figura de Markel nos une a todos. Su sue?o era ser un One Club Man pero "las circunstancias han ayudado". ?Menuda carga de profundidad a Ibaigane! Esas razones ir¨¢n a la tumba con ¨¦l, jam¨¢s las desvelar¨¢. ?Ni quiso escuchar la oferta de renovaci¨®n! Susaeta es el jugador ideal para todo club, ¨¦l mismo lo reconoci¨® impl¨ªcitamente, sin arrogarse ning¨²n m¨¦rito, claro, solo faltaba. Un caballero. Ni una queja, ni una palabra m¨¢s alta que otra, sin desvelar m¨¢s sentimientos que su amor por el Athletic y el dolor por las mentiras, por que digan que la anterior directiva le hizo una oferta o que estaba enfadado con la actual eran por el dinero. No es un robot programado para engrandecer el Athletic, aunque muchas veces, por no mostrar ni un lamento, lo pudimos pensar; tiene sentimientos y su voz entrecortada en el discurso de despedida as¨ª lo revela. Ojal¨¢ todos los jugadores tuvieran un alma de club como el que ha exhibido Susa en su adi¨®s a Bilbao. Aqu¨ª ten¨¦is a un socio m¨¢s. All¨¢ donde vayas, siempre ser¨¢s uno de los nuestros Markel.??