Remontada dura y dulce
Villarreal y Bar?a tienen demasiado en com¨²n. Y no hablo de que Joan Rom¨¢n est¨¦ cedido en El Madrigal por el filial cul¨¦. Que Asenjo apuntase hace a?os al Camp Nou cuando Vald¨¦s estaba depre. Que Gio viviera en la Mas¨ªa. O que Bruno guste a Zubi por si sale Song. Si algo les une es que desean el fin de la Liga. El Bar?a s¨®lo gana por arreones o suerte, mientras que el Villarreal no ata ir a Europa y se mantiene firme porque el Valencia dimiti¨® y porque su primera vuelta hace de colch¨®n.
Pero si hay un hermanamiento especial es por haber probado recientemente la desgracia de perder a un joven entrenador. Preciado uno, Tito el otro. Y, por tanto, por experimentar la inusual sensaci¨®n de que hay momentos en los que el resultado es lo de menos. Tras un minuto de silencio duro, las l¨¢grimas de Busquets y la rabia contenida, Gabriel y Musacchio no deben fustigarse por sus autogoles. Han contribuido a una remontada que permite mirar al cielo para endulzar una pena mundial.