Una lecci車n breve
Fue a comienzos de los 90 cuando se produjo el primer caso de doping por coca赤na en el f迆tbol espa?ol. Se trataba de un jugador de Primera. Estaba reciente lo sucedido con Maradona en Italia. En apenas unas horas al jugador en cuesti車n le apartaron de la competici車n, su club reneg車 de 谷l y se mont車 un debate nacional que amenazaba con retirarle no ya la licencia de futbolista a perpetuidad sino hasta el pasaporte.
En las oficinas del Celta ese martes deb赤a ser d赤a de cobro porque varios de los integrantes del plantel de Chechu Rojo se hab赤an dado cita all赤. En una zona del mostrador un periodista dialogaba con un jugador de cara ani?ada y hablar reposado. Yo empezaba en el oficio y puse la oreja. Se buscaban reacciones que apoyasen aquella causa general. A迆n hoy retengo su contestaci車n; ※No tiene sentido dejarle sin jugar. Ese chaval lo que tiene es un problema. Esa droga no la utiliza como estimulante, sino que le est芍 arruinando la vida. Y encima le dejamos sin poder ejercer su oficio, cuando lo que necesita es precisamente jugar, trabajar y que le ayuden. Qu谷 estupidez§. Ese jugador que contestaba con un discurso propio, distinto y a contracorriente era Tito Vilanova. Por encima de sus t赤tulos, su innovadora propuesta futbol赤stica y sus r谷cords, aquel di芍logo en las oficinas del Celta es lo 迆nico que se me viene a la cabeza en estos momentos en los que ni siquiera acierto a describir la tristeza que en ocasiones provoca esta vida tan perra.