Quiebros inesperados del destino
El mundo de la F¨®rmula 1 y del deporte se mantiene con el coraz¨®n en un pu?o a la vista de las preocupantes noticias que nos llegan sobre el estado de Michael Schumacher. Lo que parec¨ªa que iba a ser un simple susto, un incidente de un fin de semana en la nieve, se ha transformado en un inesperado y sorprendente quiebro del destino. Porque no deja de resultar parad¨®jico que un hombre que tantos fines de semana se ha jugado la vida al volante de un F¨®rmula 1 se encuentre ahora en una situaci¨®n cr¨ªtica por un accidente de esqu¨ª que no deber¨ªa tener mayores consecuencias. A¨²n es pronto para conocer el desenlace de los acontecimientos, lo que quiere decir que nos queda tiempo para esperar que ocurra lo que todos deseamos y esperamos.
Schumacher es un deportista y desde esa condici¨®n acepta los retos que se le plantean. La velocidad, el riesgo, la emoci¨®n e incluso dir¨ªa que la adrenalina forman parte de su vida como el aire que respira. Por eso ha sido el m¨¢s grande en la historia del automovilismo, por eso quiso probar fortuna como piloto de motos, por eso volvi¨® a los grandes premios, por eso le gusta montar a caballo o deslizarse sobre la nieve¡ Ahora se enfrenta quiz¨¢ al desaf¨ªo m¨¢s importante de su vida y hay que esperar que resulte vencedor como tantas y tantas veces en los circuitos. Es a¨²n joven y fuerte, debemos confiar en que el desenlace le resulte favorable y que su leyenda se siga debiendo ¨²nicamente a ese palmar¨¦s excepcional en la F-1. Todo lo dem¨¢s supondr¨ªa un varapalo inexplicable¡