Un ataque falaz e injustificado
Fernando Lamikiz debe estar muy nervioso por los acontecimientos en el Athletic en los 迆ltimos tiempos (ag車nica salvaci車n en la temporada pasada, destituci車n de Clemente en pretemporada...). S車lo as赤 se explica la injustificada rajada que ayer se marc車 para mostrar su posici車n tras la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso Gurpegi. El ataque a Jaime Lissavetzky s車lo ha podido calar en el sector hooligan del club bilba赤no porque si se est芍 medianamente informado de todo lo sucedido en este caso no se puede decir que el actual secretario de estado estado es el responsable de la decisi車n final de un juez. Fernando Lamikiz pasa por ser un buen abogado y, por lo tanto, conoce que los cimientos de una democracia como la espa?ola reside en la divisi車n de poderes de la que escribiera el Bar車n de Mostesquieu en el siglo XVIII. As赤 que no veo a Lissavetzky influyendo en la independiente Audiencia Nacional.
Adem芍s, si se analiza el desarrollo cron車logico del caso, se observa que el caso estalla en 2002 con el PP en el poder y cuando Lissavetzky era diputado y vicepresidente de la Comisi車n de Ciencia y Tecnolog赤a del Congreso. El CEDD, supremo del deporte espa?ol, confirm車 la sanci車n en 2003 y la Audiencia, en una primera sentencia, la ratific車 a finales de 2004. A Lissavetzky, en estos dos a?os, s車lo se le puede acusar de haber impulsado una nueva y severa ley antidopaje que va a perseguir a todos los culpables de los futuros casos gurpegis.