Verstappen es terror¨ªfico, pero Alonso devuelve la esperanza
El campe¨®n destroza el crono en el ¨²ltimo d¨ªa de test con un Red Bull extraordinario. Ferrari corre, Mercedes no. El Alpine llega a tiempo.


La?happy hour, con vueltas r¨¢pidas sincronizadas de los grandes escondiendo sus cargas de gasolina, o alternando compuestos para no dar muchas pistas, revela una obviedad: el Red Bull es un coche extraordinario, una referencia, uno de esos que si no hace la pole la semana que viene en el GP de Bahr¨¦in alguien deber¨ªa preguntarse qu¨¦ ha salido mal. Brotan los tiempos sin vaciarse y Verstappen termin¨® con una s¨²per vuelta utilizando el compuesto C3 de Pirelli (fue dos d¨¦cimas m¨¢s r¨¢pido Leclerc con el Ferrari y el C4) antes de reventar dos veces el cron¨®metro y bajar a 1:31.9 con el C5, el m¨¢s blando. Russell prob¨® esa goma y se qued¨® a un segundo preocupante. Los test de Bahr¨¦in para Mercedes han sido dolorosos por mucho que sean m¨¢s que capaces de resolverlo, el que quiera entender que entienda.
Adrian Newey y Christian Horner recogieron los b¨¢rtulos y se marcharon al aeropuerto con tres horas de sesi¨®n a¨²n por delante. Se perdieron las vueltas r¨¢pidas de Verstappen. Tampoco sucedi¨® nada que no esperasen: este s¨¢bado llegaron a Bahr¨¦in las temidas mejoras de la f¨¢brica de Milton Keynes, unos pontones descendentes (al estilo de Alpha Tauri o Alpine) que acaban con el concepto hueco y se distancian, por mucho, de la idea de?no pontones que hab¨ªa tenido Mercedes. Una idea que por ser de Brackley no debe tratarse necesariamente por buena. No obstante, los problemas del coche de Hamilton (muy cr¨ªtico) y Russell est¨¢n relacionados con el?porpoising, resuelto mejor por los rivales, y la refrigeraci¨®n, agravada en el desierto bahrein¨ª. No es casualidad que Aston Martin y, sobre todo, McLaren, tuvieran tantos problemas de fiabilidad.

El final de test de Ferrari es positivo, 68 vueltas m¨¢s de Sainz con trabajo de pruebas y unos intentos interesantes de Leclerc con el C4, a seis d¨¦cimas del campe¨®n. ?Qu¨¦ hubieran hecho, a fondo, con el C5? Hay que guardarse los trucos buenos para cuando de verdad importa, como la clasificaci¨®n de Bahr¨¦in. Sainz y Charles luchar¨¢n por el top-5 en la parrilla, o deber¨ªan.
Alonso enton¨® al Alpine sobre la bocina
Los tres primeros est¨¢n definidos y el cuarto, McLaren, se diluye por unos test paup¨¦rrimos que se?alan a los problemas en los frenos. Del quinto al d¨¦cimo, la amalgama es incalificable porque todos tienen pros y contras. Alfa Romeo y Haas volaron, aunque el coche de Bottas tan bien aparcado en la ¨²ltima bandera roja de la pretemporada huele a test de gasolina. Y si logr¨® esa vuelta de C3 con el tanque vac¨ªo, ya no es tan impresionante. ?Y el Alpine? Buena pregunta.
Alonso hizo vueltas poco sorprendentes con el C3 y no pasaba del noveno registro hasta que mont¨® el C4 y adelant¨® incluso al Mercedes. Su crono lleg¨® casi sobre la bocina y maquilla unos test de Alpine poco destacables que enmendaron Ocon el viernes y el asturiano el s¨¢bado, con una panzada de vueltas (m¨¢s de 130) y los primeros brotes verdes, o rosas, en un invierno extra?o. La fiabilidad est¨¢ en entredicho porque ha sido una asignatura pendiente, o eso pareci¨®. Puede ser quinto coche, noveno, o qui¨¦n sabe. En cualquier caso, nadie sum¨® un solo punto en los test de pretemporada y nadie qued¨® nunca eliminado de la Q1 una semana antes de que se disputara. Las conclusiones sobre los planes y dem¨¢s, mejor en competici¨®n. Total, solo son test.