Torazos en rodeo ajeno
Alfredo Di St¨¦fano fue un extraordinario futbolista que magnificaba sus inigualables virtudes con un car¨¢cter indomable que le hac¨ªa ser m¨¢s fuerte en la adversidad. "Yo soy toro en mi rodeo y torazo en rodeo ajeno", con esta frase de Mart¨ªn Fierro siempre defini¨® su actitud en el campo. Bueno ser¨ªa que los espa?oles saltaran la pr¨®xima madrugada a la pista de hierba del Rod Laver Arena con esta fortaleza mental. Hewitt, el bocazas, y Philippoussis se han dedicado en las v¨ªsperas a calentar el ambiente, recordando no s¨¦ cu¨¢les agravios de Barcelona 2000. Los australianos saben que libra a libra, como se dice en el argot box¨ªstico, son peores que los espa?oles.
Por eso se han dedicado a cultivar los aspectos extradeportivos. Los inconformistas siempre han visto en Ferrero y Moy¨¢ cierta debilidad de car¨¢cter. Esta es la oportunidad para desmentir ese aspecto y afirmar que nada de lo que rodee a los partidos tendr¨¢ incidencia importante en el resultado de la final. El valenciano debe seguir demostrando que es la bestia negra de Hewitt (ah¨ª est¨¢ el repaso que la dio en el ¨²ltimo US Open, por no recordar su victoria en la final de 2000) y el mallorqu¨ªn tiene una cuenta pendiente con esta competici¨®n. Todo esto debe servir para que el rodeo australiano, aunque ajeno, s¨®lo sea una an¨¦cdota.