"Decepciona la posici¨®n de FIFA ante la situaci¨®n de Afganist¨¢n"
Khalida Popal (Kabul, 1987), excapitana de la primera selecci¨®n femenina de Afganist¨¢n que ayud¨® a fundar. En 2011 tuvo que huir del pa¨ªs por amenazas de muerte.

Popal se encuentra en Madrid, donde ha participado como ponente en el congreso World Football Summit. Habl¨® su trayectoria y los recientes acontecimientos en su pa¨ªs, donde los talibanes volvieron al poder en agosto. Despu¨¦s de su discurso, cont¨® sus vivencias a AS.
Como ni?a en Afganist¨¢n, ?qui¨¦nes fueron sus modelos a seguir y sus inspiraciones, a qui¨¦n admiraba y qu¨¦ le impuls¨® a empezar a jugar al f¨²tbol?
He tenido tantos modelos a seguir en mi vida y si tuviera que nombrar a una persona, tendr¨ªa que ser mi abuelo. Fue una especie de mentor para m¨ª y, de hecho, algo feminista. Era una persona que cre¨ªa en la igualdad, que insist¨ªa en mi educaci¨®n y en el valor del aprendizaje¡ Tambi¨¦n me ense?¨® a ser independiente como persona y no depender de los hombres. Mi madre tambi¨¦n fue otra inspiraci¨®n y fue muy cari?osa. Ella era maestra de educaci¨®n f¨ªsica y fue fundamental en aquellos tiempos en los que yo intentaba que los padres dejaran que sus hijas jugaran al f¨²tbol. Necesitaba un adulto conmigo para ayudar a animar a otros padres a dejar jugar a las ni?as.
?Qu¨¦ impulsa a una ni?a que crece en Afganist¨¢n a jugar al f¨²tbol? ?Cu¨¢l fue la motivaci¨®n?
Al principio, cuando quer¨ªa jugar, m¨ª motivaci¨®n era desafiar a quienes me dec¨ªan una y otra vez que las mujeres no deb¨ªan hacer deporte, que mi lugar estaba en casa trabajando en la cocina. Esta era la opini¨®n de la sociedad afgana. Pronto me di cuenta de que el deporte pod¨ªa proporcionar una fuente de empoderamiento para las mujeres y se convirti¨® en un desaf¨ªo para m¨ª usar el f¨²tbol para empoderar a las mujeres y las ni?as en mi sociedad y en nuestro pa¨ªs. Fui una privilegiada, ten¨ªa una familia detr¨¢s de m¨ª y contaba con su apoyo. En ning¨²n momento mi familia me hizo sentir como una ciudadana de segunda clase y siempre tuve las mismas oportunidades que mis hermanos en casa. Habiendo dicho eso, cada vez que sal¨ªa de esa zona de confort pod¨ªa ver que mi situaci¨®n era muy diferente a la de muchas otras chicas. Eso es lo que me motiv¨®. Quer¨ªa usar mi influencia y pasi¨®n por el deporte para ayudar a otros.
Cuando eras peque?a, no hab¨ªa la misma cobertura del f¨²tbol femenino, no hab¨ªa Megan Rapinoe, Christien Press o Pernille Harder para inspirar a las j¨®venes. ?Qu¨¦ jugadores quer¨ªas emular en ese momento?
Ver el mundial en Afganist¨¢n siempre fue un evento masivo y el f¨²tbol es f¨¢cilmente el deporte m¨¢s popular del pa¨ªs. Pero mis primeros recuerdos de ver f¨²tbol son todos del masculino. Nunca pude decirle a mi hermano: "Mira, las mujeres tambi¨¦n pueden jugar" porque no hubo exposici¨®n. Recuerdo haber crecido amando Brasil, el pa¨ªs, la cultura y tambi¨¦n la selecci¨®n nacional. Amaba a Ronaldinho y recuerdo haber tenido un p¨®ster enorme de ¨¦l en la pared de mi habitaci¨®n. Tambi¨¦n me encantaba Ronaldo y recuerdo haber descubierto a Marta (Viera da Silva), quien fue mi primera hero¨ªna del f¨²tbol femenino. Segu¨ª su carrera y siempre buscaba entrevistas con ella a trav¨¦s de la FIFA, pero me frustraba porque en ese momento estaban todas en portugu¨¦s. Es una luchadora nata y ha dado un ejemplo asombroso a las ni?as de todo el mundo. Hoy en d¨ªa, hay mucha m¨¢s visibilidad e inter¨¦s en el juego de las mujeres, lo cual es fant¨¢stico, porque la generaci¨®n m¨¢s joven no tendr¨¢ dificultades para encontrar modelos a seguir. Ellas env¨ªan un mensaje poderoso y muestran lo que las mujeres pueden hacer y lo bien que pueden jugar al f¨²tbol. Esto es muy importante para las ni?as en ciertas partes del mundo donde se les dice que el f¨²tbol es un juego de hombres y es importante que estas culturas cambien esa mentalidad.
Usted jug¨® un papel decisivo en la formaci¨®n de la selecci¨®n nacional femenina en Afganist¨¢n. ?C¨®mo surgi¨® la idea?
Comenz¨® creando una estructura de liga para el f¨²tbol femenino alentando a las j¨®venes a jugar con equipos locales. Nos encontramos con una feroz resistencia de hermanos y padres que sent¨ªan que est¨¢bamos corrompiendo a estas ni?as, pero no nos dimos por vencidas. ?bamos de puerta en puerta a veces y ten¨ªamos que pedir permiso a los padres y hermanos para dejar jugar a las ni?as y, finalmente, se form¨® una liga.
?Y todo esto sucedi¨® en un momento en que los talibanes no gobernaban en Afganist¨¢n?

Hablo de 2002 a 2007, cuando empezamos, hicimos una serie de campa?as y conseguimos que profesores de educaci¨®n f¨ªsica se unieran a ellos e intentamos que jugaran al f¨²tbol en los colegios y luego que hicieran torneos entre colegios y competiciones. Fuimos a tantos colegios, que cuando ten¨ªamos muchas chicas jugando nos acercamos a la Asociaci¨®n de F¨²tbol de Afganist¨¢n y les explicamos lo que hab¨ªamos hecho. Les dijimos que ellos necesitaban dar su apoyo, algo que inicialmente era un gran obst¨¢culo. Sent¨ªan que ser¨ªamos una verg¨¹enza junto con los problemas habituales de las mujeres jugando al f¨²tbol, pero nos negamos a rendirnos.
?Les preocupaba el fracaso como equipo o era simplemente la idea de no aceptar un equipo nacional femenino?
Fueron ambas cosas. Les preocupaba el fracaso en el campo, pero tambi¨¦n el hecho de tener un equipo femenino. Seguimos presionando y explicamos la posibilidad de generar ingresos adicionales a partir de un equipo de mujeres y no nos dimos por vencidos. Le explicamos que ellos [la Federaci¨®n] obtendr¨ªan reconocimiento mundial y esto a su vez les reportar¨ªa dinero adicional¡ dijimos ¡°trabajaremos para ustedes y obtendr¨¢n el cr¨¦dito, el dinero y todos los beneficios¡±. Finalmente consintieron y se cre¨® la selecci¨®n nacional femenina.
?Cu¨¢l fue la reacci¨®n inicial a esto? ?C¨®mo tom¨® el afgano medio esta iniciativa innovadora?
Al principio, las cosas fueron muy discretas y, a veces, tuvimos que entrenar en superficies terribles a pesar de haber seleccionado a los mejores jugadores de todos los clubes del equipo. Jugamos nuestro primer partido en un torneo por invitaci¨®n en Pakist¨¢n. Fue un partido no reconocido por la FIFA y no hubo atenci¨®n de los medios. En ese momento no ten¨ªamos relaci¨®n con los medios de comunicaci¨®n ni hablamos con ellos.
?Fue este el partido contra Nepal?
No, ese fue el primer partido oficial, este fue un amistoso en Pakist¨¢n all¨¢ por 2007, jugamos como equipo invitado y ganamos un trofeo, aunque no fue reconocido. Esta competencia, sin embargo, gener¨® posteriormente una cantidad considerable de reconocimiento y esto provoc¨® cierto grado de atenci¨®n y visibilidad con los medios de comunicaci¨®n en Afganist¨¢n. De repente la gente empez¨® a conocernos y empezamos a generar inter¨¦s en los medios con solicitudes de entrevistas.
?Qu¨¦ provoc¨® las amenazas de muerte que le obligaron a abandonar el pa¨ªs en 2011?
Aparte de mi trabajo con el f¨²tbol, tambi¨¦n fui activista, as¨ª soy. Creo en defender mis derechos como ser humano y defiendo los derechos de otras mujeres. He visto ni?as a las que les han quitado sus derechos y no puedo quedarme callada. Alzar la voz ha sido para algunos una amenaza, ya que desaf¨ªa a las personas que est¨¢n en el poder y esto puede ser un problema en un pa¨ªs como Afganist¨¢n, donde muchas, especialmente las mujeres, no tienen realmente libertades ni voz.
?Ten¨ªas libertad en ese momento, aunque no estaba bajo el r¨¦gimen de los talibanes?

Los talibanes siempre han estado ah¨ª, en ese momento quiz¨¢s estaban en un segundo plano. B¨¢sicamente, estaba hablando en contra de la ideolog¨ªa talib¨¢n, y hab¨ªa muchas personas que apoyaban su forma de pensar. Hay que recordar que Afganist¨¢n era un pa¨ªs cerrado cuando estaban en el poder y hay una generaci¨®n de personas a las que les hab¨ªan lavado el cerebro. Bajo su dominio, a las personas ni siquiera se les permit¨ªa ver televisi¨®n, escuchar m¨²sica o seguir ning¨²n canal de medios. Las ni?as no pod¨ªan ir a la escuela y la ¨²nica educaci¨®n disponible era la talib¨¢n. Las mujeres no se ve¨ªan en esa sociedad y luego, cuando el poder cambi¨® en la mayor parte de las ciudades afganas, para muchos hombres era demasiado ver a las mujeres disfrutando de nuevas libertades, como que se les permitiera ser vistas en p¨²blico sin el burka completo.
?El cambio de r¨¦gimen produjo un choque cultural?
Hab¨ªa una cultura del miedo, el miedo al cambio y muchos hombres estaban preocupados de que si las mujeres se empoderaran, perder¨ªan el control y el poder. Activistas como yo enfrentamos tantos desaf¨ªos que tuve suerte. Tuve suerte de salir con vida, pero muchas activistas desaparecieron.
Entonces se mud¨® a Dinamarca y continu¨® entrenando f¨²tbol y ejerciendo su activismo. Este verano debe haber sido traum¨¢tico cuando viste regresar al r¨¦gimen talib¨¢n. ?Qu¨¦ tan dif¨ªciles han sido las ¨²ltimas semanas?
Ha sido dif¨ªcil. A pesar de salir del pa¨ªs, nunca dej¨¦ de apoyar el f¨²tbol femenino en mi pa¨ªs y siempre he estado involucrada en el desarrollo del f¨²tbol all¨ª ... siento que es como "mi beb¨¦". He supervisado el desarrollo de tantas ni?as al brindar oportunidades para que nuestras jugadoras vengan y participen en los campos de entrenamiento. La distancia fue un h¨¢ndicap, pero nunca detuvo el impulso para que los jugadoras crecieran. Antes de que los talibanes tomaran el control por segunda vez, ten¨ªamos equipos de f¨²tbol femenino en todo Afganist¨¢n, incluso en las zonas m¨¢s rurales que hubieran sido inconcebibles hace algunos a?os.
?Vimos que en su presentaci¨®n anterior un equipo ajeno a Kabul gan¨® una competici¨®n nacional importante y esto fue un gran impacto?
Estas chicas eran de una provincia peque?a y nunca se esperaba que ganaran. Tuvimos 45.000 jugadores de base y luego los de nivel profesional y semiprofesional y de repente se oye que los talibanes se han apoderado de Kabul y que todo esto podr¨ªa terminar ... es un shock al mismo tiempo.
?Viste esto venir? Cuando supo que Estados Unidos planeaba irse, ?temi¨® un regreso al poder de los talibanes?
Creo que todos sab¨ªamos en alg¨²n lugar del fondo de nuestra mente que esto era posible. Todos sab¨ªamos que lo que estaba pasando en el pa¨ªs era a un nivel muy superficial y que los cimientos del pa¨ªs no eran fuertes. No hab¨ªa ning¨²n sistema que me protegiera hace diez a?os y eso fue en un pa¨ªs sin gobierno talib¨¢n.
?Qu¨¦ ha pasado en las ¨²ltimas semanas?

Tan pronto como se supo la noticia, fui directamente al tel¨¦fono m¨®vil para contactar a los miembros de la familia y contactar a las ni?as [jugadoras]. Aunque estaba lejos, se pod¨ªa sentir el miedo en sus mensajes. Esta generaci¨®n m¨¢s joven nunca ha experimentado la vida bajo el r¨¦gimen talib¨¢n y todo lo que han visto son videos de asesinatos y golpizas ... su pesadilla ahora se estaba convirtiendo en una realidad. Para las personas de mi generaci¨®n que vivieron bajo el r¨¦gimen de los talibanes, fue traumatizante ver que se repitiera nuestra infancia. Ha sido dif¨ªcil para muchas generaciones diferentes. Todo lo que segu¨ªa pensando desde Dinamarca era, "?c¨®mo puedo usar mi influencia y conseguir que las chicas reciban toda la ayuda que necesitan?".
?Y estas son chicas j¨®venes sin sus familias, son b¨¢sicamente adolescentes?
S¨ª, son adolescentes, menores no acompa?ados.
Veo que la Federaci¨®n de F¨²tbol de Pakist¨¢n ha sido fundamental para ayudar en la situaci¨®n¡.
Logramos sacar un primer grupo de chicas con la ayuda y el apoyo del gobierno australiano. El segundo grupo sali¨® a trav¨¦s de grupos basados en el Reino Unido. La Asociaci¨®n de F¨²tbol de Pakist¨¢n tambi¨¦n ha ayudado a obtener visas y permisos para ir a Pakist¨¢n. Estamos hablando de 150 personas en total, muchas tienen alrededor de 15 o 16 a?os, pero algunas tienen tan solo 14 a?os. Es un proceso complejo, ya que necesita patrocinadores seguros o personas que los mantengan. No se trata solo de salir. Tambi¨¦n necesita encontrar un pa¨ªs anfitri¨®n para aceptar que pueden venir con un pasaje seguro.
Claramente, esta es una crisis humanitaria en el pa¨ªs y el deporte pierde importancia en comparaci¨®n, pero al mismo tiempo el deporte juega un papel muy importante al proporcionar una distracci¨®n, una salida. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n con el equipo femenino de Afganist¨¢n ahora?
Toda la experiencia ha sido traum¨¢tica para todas nosotras como equipo. Se fund¨® como herramienta para empoderar, para la inclusi¨®n, pero tambi¨¦n para ofrecer una voz para que las ni?as hablen sobre los problemas. De repente, vemos a los talibanes en el poder y todas estas chicas que practican cualquier deporte son vistas de repente como enemigas. En el pasado, nunca tuvimos miedo de hablar sobre la ideolog¨ªa talib¨¢n y de que no deber¨ªa ser aceptada ... Ahora existe la sensaci¨®n de que perderemos todo lo que hemos logrado construir a lo largo de los a?os.
?Seguir¨¢ existiendo la Selecci¨®n Femenina de Afganist¨¢n, jugando en el exilio en Australia? ?Ser¨¢ reconocido por la FIFA?
Espero que la FIFA cambie las reglas y normas y reconozca a la selecci¨®n nacional de Afganist¨¢n.
?Han tenido lugar esas conversaciones?
La FIFA ha dicho que est¨¢ ¡°observando la situaci¨®n¡±. En mi opini¨®n, no necesitan monitorizar la situaci¨®n, est¨¢ claro lo que est¨¢ sucediendo. Me decepciona que la FIFA solo haya emitido esta declaraci¨®n fr¨ªa y vac¨ªa diciendo que est¨¢n monitorizando la situaci¨®n en Afganist¨¢n.
FIFPro, por otro lado, ha sido de apoyo ...
S¨ª, es ir¨®nico que nos hayan ayudado, ya que Afganist¨¢n ni siquiera est¨¢ en Europa. Se han unido a nuestra causa y han declarado que har¨¢n todo lo posible para ayudar. Esta experiencia reciente ha sido dura, no he estado trabajando, durmiendo, es demasiado para una sola persona y ha tenido un gran impacto en mi salud mental. Sin embargo, me ha alentado el apoyo de tantas personas y me decepciona que el organismo rector del deporte, la FIFA, se haya quedado corta. Podr¨ªan brindar asistencia, tienen los recursos. Solo quieren mantenerse al margen. Han pasado dos semanas desde la declaraci¨®n de los talibanes que confirma que las mujeres en Afganist¨¢n no podr¨¢n practicar ning¨²n deporte y la FIFA no ha dicho nada.
Parece que no habr¨¢ m¨¢s f¨²tbol femenino en Afganist¨¢n ...
No vi nada de la FIFA cuando nuestros jugadoras estaban en problemas y ahora hay una sensaci¨®n de impotencia all¨ª.
Hay tantos interrogantes en torno al futuro del f¨²tbol femenino en el pa¨ªs. ?Qu¨¦ ves que est¨¢ sucediendo o qu¨¦ te gustar¨ªa que sucediera?
Espero tener la esperanza de que el pa¨ªs est¨¦ libre de los talibanes, pero eso es algo as¨ª como una quimera en este momento. Mi mensaje y esperanza es que la gente no subestime el poder de su voz. He hecho todo lo que estaba en mi mano para crear un cambio. Todos necesitamos creer en nosotros mismos y ofrecer apoyo a los dem¨¢s. Me gustar¨ªa que los ¨®rganos rectores del deporte dieran grandes pasos, fueran fuertes y se pronunciaran sobre lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal. Tienen una inmensa fuente de poder y solo necesitan ser lo suficientemente valientes para tomar la iniciativa.