El infortunio persigue a Bustinza
El capit¨¢n del Legan¨¦s retorn¨® a la titularidad ante el Amorebieta, pero apenas pudo jugar 30 minutos por un golpe. Se repiti¨® la escena de abril. Las lesiones lo est¨¢n castigando.

Unai Bustinza es un soldado. Capit¨¢n (o coronel, como llaman en el Legan¨¦s) de un equipo con el que, bajo su mando, no hay batalla peque?a. ¡°Cuando tengamos que ir a la guerra con ¨¦l, se puede ir tranquilamente¡±, lo defini¨® Asier Garitano all¨¢ por 2016, cuando el sue?o de subir a Primera era eso, un sue?o. Desde aquella frase han pasado ya cinco a?os, un ascenso, un descenso y un playoff frustrado por volver a la ¨¦lite. Ciclo vital en el que Bustinza ha desempe?ado un papel inicialmente expansivo, pero que ahora ha mermado por las lesiones. La mala suerte se ha cebado con el due?o del brazalete blanquiazul.
El s¨¢bado ante el Amorebieta, Bustinza retorn¨® a la titularidad. Jug¨® de inicio ante Burgos (0-0) e Ibiza (1-2), pero tras este ¨²ltimo partido, desapareci¨® de las dos siguientes alineaciones por una cuesti¨®n de rendimiento. ¡®Bus¡¯, como le conocen en el cambiador, no estaba a la altura. ?l mismo lo reconoci¨® en alguna entrevista en la que, fiel a su car¨¢cter currante y sincero, admit¨ªa que a¨²n le faltaba para ser el que a ¨¦l le gustar¨ªa. De ah¨ª que su presencia frente al Amorebieta fuera llamativa.
La resistencia de Bustinza
Garitano lo ubic¨® de nuevo pegado a la cal seguramente en previsi¨®n de que Randjelovic atacase m¨¢s que defendiese. Con dos medio centros tambi¨¦n de corte ofensivo (Pardo, Gaku) era necesario tener buenos hombres que tapasen las espaldas blanquiazules. Sucedi¨®, sin embargo, que Bustinza no tuvo su tarde. En el 17¡¯ recibi¨® un golpe en el muslo que lo dej¨® tocado. Otro se habr¨ªa retirado en ese mismo momento. Unai aguant¨® hasta que en el 33¡¯ su cuerpo no pudo m¨¢s y tuvo que abandonar el terreno de juego en medio de la ovaci¨®n de Butarque. Gesto analg¨¦sico sin mucho efecto en el rostro del defensa. La frustraci¨®n era evidente.
Porque no es la ¨²ltima vez que en el ¨²ltimo a?o se observa una escena similar. El 4 de abril, ante el Sabadell, le ocurri¨® algo parecido. Lesionado ya desde el minuto 1, jug¨® forzando para ayudar a su equipo. Resisti¨® hasta el 38¡¯. Una rotura en un tend¨®n lo dej¨® tocado para ¨¦se partido y para lo que restaba de temporada. En aquella ocasi¨®n no hab¨ªa p¨²blico que aplaudiese su gallard¨ªa, algo que s¨ª hizo Asier Garitano.
¡°Seguro que cualquier otro jugador ser¨ªa impensable. ?l ha estado ah¨ª, como gran jugador y gran capit¨¢n¡±, coment¨® el entrenador. El s¨¢bado el propio t¨¦cnico de Bergara lanz¨® un mensaje de calma a prop¨®sito de la dolencia del defensa. ¡°Conoci¨¦ndole, Bustinza en un par de d¨ªas estar¨¢ fastidiado, pero volver¨¢. S¨®lo tiene un golpe en el cu¨¢driceps¡±, concret¨® el t¨¦cnico.
Ca¨ªda en n¨²mero de partidos
Pese a su mensaje, lo cierto es que la incertidumbre sobrevuela su estado f¨ªsico. La pasada temporada las lesiones le impidieron estar con la regularidad de anta?o. Pas¨® de jugar 35 duelos oficiales la temporada 19-20 a competir apenas 19 la siguiente campa?a. Ahora la alta competencia en el lateral derecho y, de nuevo, los problemas f¨ªsicos, amenazan con darle la regularidad que a ¨¦l le gustar¨ªa ya no s¨®lo en los partidos, sino en los entrenamientos. ¡°S¨®lo me centro en salir del entrenamiento sin cara de pocos amigos porque no siento dolor¡±, lleg¨® a confesar a principios de a?o en AS al ser preguntado por su posible renovaci¨®n, ¨¦sa que se cerr¨® meses despu¨¦s hasta 2023.
Retenerlo era, dicen en Butarque, prioridad ya no s¨®lo por ese pundonor y brega que representa dentro del terreno de juego, sino tambi¨¦n por un liderazgo que, fuera del c¨¦sped, pocos en el vestuario del Lega representan. ?nico superviviente del ascenso a Primera, es esa mezcla de factores la que hace que se le espere y d¨¦ confianza por encima de la media. Aunque la suerte no le sonr¨ªa ¨²ltimamente, todos quieren tener a su lado al soldado Bustinza.